viernes, 1 de agosto de 2014

LOS ANGELES NO TE AYUDAN SI NO SE LOS PIDES

 
http://angelesamor.org/angeles/pide-ayuda-angeles.html
angel protector
Las entidades luminosas sólo intervienen en aquellos que los invitan. Si no se les pide nada, no entran. Aunque seáis presa de entidades tenebrosas, los ángeles, que echan a veces un vistazo sobre los humanos, dicen: «No tenemos derecho a imponernos a esta criatura: no nos ha pedido nada, así que debemos respetar su libertad.
Sólo los espíritus maléficos se permiten entrar sin autorización. Esto es, precisamente, lo que diferencia a los espíritus luminosos de los espíritus tenebrosos. Los espíritus tenebrosos no respetan nada. Por el contrario, los espíritus luminosos esperan que os abráis a ellos. Y cuando se sienten invitados, ¡qué gozo para ellos! Ven en vosotros a un ser despierto y cantan: «Por fin, nosotros, los poderes del Cielo, podemos entrar en estas almas, ayudarlas, trabajar con ellas», e inspiran vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, vuestros actos, vuestras palabras.
La única clarividencia que necesitamos realmente cada día es aquélla que une en nosotros el intelecto con el corazón: comprender con el intelecto y, al mismo tiempo, sentir con el corazón. Esto es lo que hace que veamos claro: la sensibilidad unida a la comprensión. Cualquier otra forma de clarividencia comporta peligros.
En vez de consultar las cartas, el péndulo, los posos del café, la bola de cristal, etc., muchos harían mejor abriendo sus ojos al mundo visible que les presenta tantos indicios irrefutables. Y cuando tienen problemas que resolver, que recuerden de que el Cielo les ha dado ojos para ver, oídos para oír, un cerebro para reflexionar y sacar conclusiones… y un corazón para amar.
La vida que recibimos tiene su fuente en Dios, y es hacia Él a quien debemos hacerla volver para que vuelva a recobrar su pureza original. Pero éste es un pensamiento que rara vez aflora en los humanos. Se pasan el tiempo despilfarrando esta vida que Dios les ha dado al satisfacer sus deseos y sus ambiciones. Y cuando un día se ven obligados a hacer balance, se dan cuenta de que han perdido casi todo para ganar muy poco.
Podemos comparar al ser humano con un rascacielos: cada piso de este inmueble está ocupado por unos habitantes a los que hay que suministrar energía. El último de estos pisos es el cerebro. ¿Pero qué quedará para los habitantes del cerebro, si toda el agua, el fluido vital, sólo sirve para alimentar a los habitantes de los pisos inferiores, los instintos, las pasiones,los deseos egoístas? Allá arriba están, los pobres, entumecidos, paralizados, ya no pueden producir nada. Evolucionar es aprender a orientar las energías hacia las regiones sublimes: así, estas energías despertarán en las células del cerebro, facultades de cuya existencia todavía no se sospecha.
Omraam Mikhaël Aïvanhov

ACTIVA AMBOS LADOS DEL CEREBRO - 4 CONSEJOS

El cerebro se supone que tiene dos lados; cada lado es responsable de las actividades específicas que el ser humano puede realizar. El cerebro derecho es el lado creativo del cerebro, mientras que la izquierda es el medio lógico del cerebro. Es importante ser capaz de activar su cerebro derecho para hacer el trabajo creativo; aquí están cinco maneras de activar las dos mitades del cerebro.
Meditación
La meditación es una práctica que puede activar otro modo de talentos para dormir, ayuda a desarrollar la intuición, a mantenerse en calma, pero al mismo tiempo, desarrollar la capacidad de estar alerta cuando llegue el peligro. Hay muchas guías en internet en cuanto a cómo hacer para meditar. Simplemente requiere que sentarse en silencio y sin moverse y tratar de mantener la cabeza vacía de pensamientos. La meditación se ha practicado durante siglos; Una y otra vez la gente ha alabado la meditación como una de las actividades más interesantes para activar su espiritualidad, que se rige principalmente por el hemisferio derecho del cerebro.
Arte activa el hemisferio derecho del cerebro
Regístrate en un pedazo de papel, la forma en que normalmente lo haces, ahora tratar de firmar a partir de diferentes direcciones, firmar de derecha a izquierda, de arriba abajo. Aprender a dibujar y pintar es una de las mejores maneras de activar el lado derecho de su cerebro. Los principiantes, que acaban de comenzar a dibujar, tratar de copiar imágenes simples, pero mantener la imagen boca abajo y extraiga la imagen como lo ve. Sólo garabatos también mejora su creatividad.
Para mejorar tu capacidad de observación, ver un lugar público por un minuto, trate de recordar y anotar todas las cosas que habías notado. Esto mejora tu capacidad de observación; con la práctica se puede desarrollar una memoria fotográfica.
active su cerebro
Trate de empezar a aprender música, aprender a tocar un instrumento, y toca el instrumento mientras trata de cantar. Pruebe diferentes formas de arte, mientras tarareas una para llegar y otra para sintonizar la letra de la melodía. Prueba a escribir un poema sobre una obra de teatro con palabras que riman.
Use su mano no dominante más
Durante la realización de diferentes actividades tratan de usar su mano no dominante. Si usted usa para hacer actividades la mano derecha, trate de escribir con la mano izquierda, que es una forma muy popular para activar el lado derecho de su cerebro. Malabares puede ayudarle a conseguir la coordinación entre las manos y los ojos, trate de hacer juegos malabares con objetos cotidianos, esto ayuda a ambos lados de los cerebros a trabajar mejor juntos.
Resuelve puzzles
Resolver acertijos regularmente puede activar el lado izquierdo de su cerebro; en varias ocasiones la práctica para resolver los puzzles como el Sudoku, crucigramas o jugar una partida de ajedrez agudiza el cerebro izquierdo, por lo que puede ayudarle a ser más centrado durante el trabajo.
El cerebro izquierdo puede ayudar a la gente se vuelve sistemática acerca de su trabajo, por lo general aquellos que poseen un cerebro izquierdo dominante están organizados, tienen listas de tareas pendientes y los roles anotados. Un cerebro izquierdo bien desarrollado puede ayudar a aprender idiomas fácilmente.
Irene Rexlee fue fundada con la misión para sacar lo mejor de los niños y ayudarles a dar rienda suelta a su potencial en la vida, el niño fue capaz de ser más inteligente de un mes después que su cerebro medio activado. Ella ha entrenado a muchos niños y ayudarles a mejorar su concentración, la memoria y la creatividad. Para obtener más información, visite nuestro sitio web @ WhizKids Learning Hub.
Por Dianamurolau
http://es.paperblog.com

TU MENTE INMORTAL - NEUROCIENCIA- JOE DISPENZA

Angelesamor.org/energia/entrevista-a-joe-dispenza-neurociencia-tu-mente-inmortal.html
 
image
Hace algo más de veinte años, Joe Dispenza (de los maestros de “Y tú qué sabes”), fue arrollado por un todoterreno cuando participaba en un triatlón. El diagnóstico de los cuatro cirujanos que consultó coincidía, tenía que operarse inmediatamente, debían implantarle barras de Harrington (de 20 a 30 centímetros desde la base del cuello hasta la base de la columna), ya que la tomografía demostraba que la médula estaba lesionada y que podría quedarse paralizado en cualquier momento.
Dispenza, que era quiropráctico, sabía muy bien lo que eso significaba: una discapacidad permanente y, muy probablemente, con un dolor constante. Su decisión fue arriesgada: intentaría ayudar a su cuerpo a que se recuperara de manera natural, conocía bien todo lo concerniente a huesos y músculos e ideó un plan de acción que incluía autohipnosis, meditación, una dieta que ayudara a sus huesos a regenerarse y ciertos ejercicios en el agua. Se recuperó totalmente en un tiempo récord y decidió ahondar en el tema.
Durante ocho años, estudió las remisiones espontáneas de enfermedades y le sorprendieron tanto los resultados que decidió volver a la universidad para intentar explicar científicamente lo que había descubierto: el poder de nuestro cerebro como director ejecutivo del cuerpo.
Joe Dispenza estudió Bioquímica en la Universidad Rutgers de New Brunswickle, en Nueva Jersey; obtuvo el doctorado en Quiropráctica en la Life University de Atlanta, donde se licenció magna cum laude y recibió el premio Clinical Proficiency Citation por la extraordinaria calidad de su relación con los pacientes. Miembro de la International Chiropractic Honor Society, ha cursado estudios de posgrado en neurología, neurofisiologí a, función cerebral, biología celular, genética, memorización, química cerebral, envejecimiento y longevidad. Desde 1997 ha dado conferencias ante más de diez mil personas en 17 países de los cinco continentes. A finales de mayo hablará en Madrid y Barcelona coincidiendo con la edición española de su libro Desarrolla tu cerebro.
“Podemos cambiar la mentalidad al crear nuevos cableados en el cerebro y fortalecerlos con nuestro pensamiento”
¿Cómo empezó a interesarse por el cerebro?
He entrevistado a cientos de personas que han sido diagnosticadas con enfermedades -tumores malignos y benignos, enfermedades cardiacas, diabetes, alteraciones respiratorias, hipertensión arterial, colesterol alto, dolores músculo esqueléticos, raras alteraciones genéticas para las que la ciencia médica no tiene solución…-, pero cuyo cuerpo se ha regenerado por sí solo sin la ayuda de una intervención médica convencional, como la cirugía o los fármacos.
¿Milagro?
Observé que una de las causas principales de esas remisiones espontáneas era que habían cambiado su forma de pensar, así que volví a la universidad e hice la carrera de neurociencias para poder explicar qué es lo que ocurría. Cuando afirmo que nuestros pensamientos se convierten literalmente en materia, me baso en la más pura vanguardia científica. Básicamente, esos individuos cambiaron la arquitectura neurológica de su cerebro.
Estimulante curiosidad la suya.
Todas esas personas que tenían una remisión espontánea compartían cuatro cualidades específicas. Lo primero es que todas aceptaron, creyeron y entendieron que había una inteligencia superior dentro de ellos, da igual si la calificaban de divina, espiritual o subconsciente. Lo segundo es que todas aceptaron que fueron sus propios pensamientos y sus propias reacciones las que crearon su enfermedad, y puedo hablar y citar estudios sobre cualquiera de estos temas durante media hora. Hay un floreciente campo científico llamado psico-neuroinmunología que demuestra la conexión existente entre la mente y el cuerpo.
Le creo, pero avancemos en sus conclusiones.
La tercera característica común es que cada persona decidió reinventarse a sí misma para llegar a ser otro, y los estudios actuales en neurociencias muestran que esto es totalmente posible. Por último, tenían en común que durante el periodo en que intentaban meditar o imaginar en qué querían convertirse, hubo tiempos largos en que perdieron la noción del tiempo y el espacio.
¿Y eso qué significa?
El lóbulo frontal representa un 40% ciento de la totalidad del cerebro, y cuando estamos de verdad concentrados o focalizados, el lóbulo frontal actúa como un control de volumen. Como tiene conexiones con todas las demás partes del cerebro, puedo rebajar el volumen del tiempo y del espacio. En otras palabras, los circuitos que tienen que ver con mover tu cuerpo, sentirlo, percibir lo que hay fuera y percibir el tiempo pasan a un segundo plano, y el pensamiento se convierte en la experiencia en sí, es más real que cualquier otra cosa. De este modo el lóbulo frontal elimina todo lo que no es prioritario para focalizarse en un único pensamiento, y es en ese momento en que el cerebro rehace su cableado.
¿En qué se traduce?
Aquello en lo que pensamos y en lo que concentramos nuestra atención con más frecuencia es lo que nos define a escala neurológica. Un reciente estudio demuestra que las grandes ideas surgen cuando uno está relajado, pensando en otras cosas. Entre la intención y el rendirse. Antes se creía que la parte derecha del cerebro es la parte emocional o sentimental, el lado creativo, y la izquierda, la racional o lógica. Pero de hecho, el lado derecho del cerebro es el responsable de procesar la novedad cognitiva, las nuevas ideas que, cuando ya están memorizadas, cuando se convierten en familiares, pasan al lado izquierdo del cerebro. Es lo que conocemos como rutina cognitiva.
¿Cambiar las marchas del coche?
Todas esas cosas que hacemos sin pensar, sí. Esa es la razón de que cuando un neófito escucha música la oiga con el lado derecho del cerebro, pero un músico profesional lo haga con el izquierdo. Esto significa que tenemos la oportunidad de aprender cosas nuevas y recordarlas, es la manera que tiene la evolución de hacer conocido lo desconocido. Podemos cambiar nuestra mentalidad. Al crear nuevos cableados y fortalecerlos con nuestro pensamiento, dándoles prioridad, los que no utilizamos tienden a desaparecer.
Usted habla de inteligencia espiritual, ¿qué es eso, cómo lo explica desde un punto de vista científico?
No hay nada místico en ello. Se trata de la misma inteligencia que organiza y regula todas las funciones corporales. Esta fuerza hace que nuestro corazón lata ininterrumpidamente unas cien mil veces cada día sin que nosotros pensemos siquiera en ello, y se encarga de las sesenta y siete funciones del hígado, aunque la mayoría de la gente ni siquiera sabe que ese órgano realiza tantas tareas. Esta inteligencia sabe cómo mantener el orden entre las células, los tejidos, los órganos y los sistemas corporales, porque ha sido ella quien ha creado el cuerpo a partir de dos células individuales.
¿El poder que da origen al cuerpo es el poder que lo mantiene y lo sana?
El cerebro no puede cambiar el cerebro porque es sólo un órgano, y la mente no puede cambiar el cerebro porque es un producto del cerebro. Así que tiene que existir algo que está operando en el cerebro para que cambie la mentalidad.
¿Cómo define ese algo?
Ja, ja, ja, esa es una pregunta muy filosófica, dos botellas de vino y quizá cuatro horas, porque se trata de la búsqueda del ser. Pero por el momento es curiosamente la ciencia la que nos permite explicar que efectivamente tenemos control sobre nuestra mente y nuestro cerebro, es decir, que no somos un efecto de nuestros procesos biológicos sino una causa. Básicamente, más allá de mis estudios sobre las remisiones espontáneas de enfermedades, lo que intento transmitirle es que nuestros pensamientos provocan reacciones químicas que nos llevan a la adicción de comportamientos y sensaciones y que cuando aprendemos cómo se crean esos malos hábitos, no sólo podemos romperlos, sino también reprogramar y desarrollar nuestro cerebro para que aparezcan en nuestra vida comportamientos nuevos.
¿Y la predestinación genética?
La investigación científica de vanguardia está mostrando que la genética tiene la misma plasticidad que el cerebro. Los genes son como interruptores, y es el estado químico en que vivimos el que hace que algunos estén encendidos y otros apagados. Se ha realizado un estudio muy interesante en Japón con enfermos dependientes de la insulina tipo dos que mostraba cómo los enfermos sometidos a programas de comedia normalizaban su nivel de azúcar en sangre sin necesidad de insulina. Veinticuatro genes activados sólo por el hecho de reírse. Los genes son igual de plásticos que nuestro tejido neuronal.
¿Cada vez que pensamos fabricamos sustancias químicas?
Así es, y estas sustancias a su vez son señales que nos permiten sentir exactamente cómo estábamos pensando. Así que si tienes un pensamiento de infelicidad, al cabo de unos segundos te sientes infeliz. El problema es que en el momento en que empezamos a sentir de la manera en que pensamos, empezamos a pensar de la manera en que nos sentimos, y eso produce aún más química.
Un círculo vicioso.
Sí, y así se crea lo que llamamos el estado de ser. La repetición de estas señales hace que algunos genes estén activados y otros apagados. Memorizamos este estado como nuestra personalidad, así que la persona dice: “Soy una persona infeliz, negativa, o llena de culpa”, pero en realidad lo único que ha hecho es memorizar su continuidad química y definirse como tal. Nuestro organismo se acostumbra al nivel de sustancias químicas que circulan por nuestro torrente sanguíneo, rodean nuestras células o inundan nuestro cerebro. Cualquier perturbación en la composición química constante, regular y confortable de nuestro cuerpo dará como resultado un malestar.
Estamos enganchados a nuestra química interna.
Sí, haremos prácticamente todo lo que esté en nuestra mano, tanto consciente como inconscientemente y a partir de lo que sentimos, para restaurar nuestro equilibrio químico acostumbrado. Es cuando el cuerpo ya manda sobre la mente.
¿Propone cambiar la química cerebral con nuestro pensamiento?
Es una parte de mi trabajo, no se trata sólo de cambiar la química cerebral, también los circuitos cerebrales, el cableado. Si podemos forzar al cerebro a pensar con otros patrones o secuencias, estamos creando una nueva mente. El principio de la neurociencia es que si las células neuronales se activan conjuntamente, se entrelazan creando una conexión más permanente. Una persona ante una situación, por nueva que sea, recurre a esa conexión, es decir, repite el mismo pensamiento una y otra vez y da las mismas respuestas, su cerebro no cambia, vive con la misma mente cada día.
¿Cómo interrumpir el ciclo?
A través del proceso de conocimiento y de la experiencia podemos cambiar el cerebro. Es buena idea examinar constantemente qué podemos cambiar dentro de nosotros. Si cada mañana nos planteáramos cuál es la mejor idea que podemos tener de nosotros mismos, tendríamos otro tipo de mundo.
¿Qué preguntas debemos hacernos para sentir de otra manera?
La mayoría de las personas cree que las emociones son reales.. Las emociones y los sentimientos son el producto final, el resultado de nuestras experiencias. Si no hay experiencias nuevas o vividas de otra manera, vivimos siempre en la actualización de sentimientos pasados. Se trata del mismo proceso químico vez tras vez. Una pregunta que ayudaría a cambiarnos es: ¿qué sentimiento tengo cada día que me sirve de excusa para no cambiar? Si las personas empiezan a decirse: yo puedo eliminar la culpa, la vergüenza, las sensaciones de no merecer, de no valer….; si podemos eliminar esos estados emocionales destructivos, empezamos a liberarnos, porque son estos estados emocionales los que nos impulsan a comportarnos como animales con grandes almacenes de recuerdos. ¿Cuál es el mayor ideal de mí mismo? ¿Qué puedo cambiar de mí mismo para ser mejor persona? ¿A quién en la historia admiro y qué quiero emular?
Pero saber quién quieres ser no es suficiente para cambiar tu cableado.
No. El conocimiento es lo que precede a la experiencia. Aprender una información es personalizarla y aplicarla. Debemos modificar nuestro comportamiento para poder tener una nueva experiencia que a su vez crea nuevas emociones. El conocimiento es para la mente; la experiencia, para el cuerpo. Tenemos que enseñar al cuerpo lo que la mente ha entendido intelectualmente. Si seguimos repitiendo esa experiencia, se archiva en un sistema nuevo en el cerebro, y eso permite pasar del pensar al hacer, al ser.
El siguiente paso es cambiar hábitos de comportamiento, tiene que haber acción.
El hábito más grande que tenemos que romper es el de ser nosotros mismos, porque la neurociencia y la psicología dicen que la personalidad ya esta formada antes de los 35 años, eso significa que tenemos los circuitos hechos para poder enfrentarnos a cualquier situación y, por lo tanto, vamos a pensar, a sentir y actuar de la misma manera el resto de nuestros días. Pero los últimos estudios muestran que es posible cambiar la personalidad en todas las etapas de la vida, para eso hay que convertir el hábito inconsciente en algo consciente, llegar a tener conciencia de esos pensamientos y sentimientos inconscientes.
¿Eso son 20 años de psicoanálisis?
Aunque llegues a entender intelectualmente que tu padre era muy dominante, eso no cambia tu condición. El primer paso siempre es aprender. Mientras vamos aprendiendo nueva información y empezamos a pensarla, la contrastamos con nuestras creencias y la analizamos, estamos cambiando nuestro cableado, construyendo una nueva mente. Una vez esa nueva mente está establecida, tenemos que empezar a pensar cómo mostrarla, y ahí entra el cuerpo. Cualquier proceso de cambio requiere el desaprender y el reaprender