martes, 23 de octubre de 2012

MENSAJEROS DEL ALBA - CAPITULO 3



TRES
Quiénes son vuestros dioses

Existen muchos malentendidos en el concepto de di­vinidad. Los universos están llenos de seres inteligen­tes que han evolucionado a través del tiempo y han desarrollado todo tipo de capacidades y funciones para satisfacer su necesidad de expresarse creativamente. La importancia que hay detrás de la existencia y de la consciencia es la creatividad, y la creatividad se mani­fiesta de muchas maneras.

Hace eones, la Tierra no era más que un pensa­miento en las mentes de unos seres grandiosos que se habían propuesto crear nuevas formas de existencia. Muchos de estos seres influyeron en la creación de este universo y vosotros los habéis denominado Dios.

 En realidad, son energías extraterrestres portadoras de luz separadas del Creador Principal (Dios) . Nosotros rara vez usamos el término Dios con D mayúscula. En el caso de que utilizáramos este término, nos estaríamos refi­riendo a la entidad que conocemos como el Creador Principal. El Creador Principal (Dios) , en su propia implosión personal a través del amor, dotó a todas las cosas de consciencia. Todas la cosas son el Creador Principal en el viaje del Creador Principal.

Nosotros nos vemos a nosotros mismos como una extensión del Creador Principal siempre recogiendo información, lanzándonos a la aventura, haciendo lo que haga falta para que nuestras vidas sean más interesantes, que sean un desafío, de manera que podamos alimentar al Creador Principal. Como ali­mentamos al Creador Principal con nuestros planes y nuestros esfuerzos, dotamos al Creador Principal de una mayor energía para nuevas creaciones.

Nunca nos hemos acercado a la entidad del Crea­dor Principal. Incluso aquellos de nosotros que somos seres de la más grandiosa vibración de luz, no tene­mos la capacidad, en esta etapa de nuestra evolución, de estar próximos al Creador Principal. No estamos lo suficientemente preparados para manejar la intensi­dad de la emanación. Desearíamos que en algún punto de nuestra evolución pudiéramos ver o quizá fundimos con el Creador Principal por un tiempo. Sabemos que esto es posible, de manera que es algo por lo que luchamos.

La evolución de la consciencia y la capacidad de albergar información es lo que nos permite aproxi­mamos al Creador Principal. Muchas personas en la Tierra sienten que han llegado a fundirse con Dios. Se han fundido con una porción del Creador Principal, adecuada para su vibración en esos momentos.

 La vibración total del Creador Principal destruiría al ve­hículo físico en un instante, ya que éste no es capaz de albergar tanta información. Aquellos que representan a «Dios» para vosotros, no son sino una mínima parte del Creador Principal (Una Chispa Individualizada ) .

Incluso el Creador Principal no es sino una por­ción de algo mayor. El Creador Principal está siempre descubriendo que es hijo de otra creación que se halla en un constante proceso de descubrimiento personal y de adquisión de  consciencia.

 Recordad, la consciencia está en todas las cosas y la consciencia nunca fue inventada, simplemente fue. La consciencia es saber, y vuestro saber es vuestro lugar más cercano al Creador Principal (Dios) . Cuando confiáis en lo que sabéis, estáis activando al Dios en vosotros.

En esta época, existe una gran adquisición de cons­ciencia en el planeta en cuanto a las verdaderas di­mensiones del mundo y en cuanto a quién es quién en el juego del mundo: no sólo quién es quién en el juego mundial, sino también quién es quién en el juego cós­mico.

Así como en la Tierra tenéis jerarquías de las que podéis ser o no conscientes, existen jerarquías en el cos­mos. Podéis vivir en una cierta área y no ser conscientes de que existen jerarquías. Podéis cultivar vuestra tierra, pagar vuestros impuestos, decidir si votar o simplemente ignorar cualquier estructura política burocrática. De la misma manera, la Tierra ignora la estructura política burocrática que opera en el universo.

Es importante que comprendáis que las burocra­cias o jerarquías existen, y que estas organizaciones tienen una experiencia del tiempo diferente a la vues­tra.

Algunos no viven en la misma estructura de tiem­po que vosotros conocéis. Lo que para vosotros es un día, quizá para otros sea tan sólo una porción del día.

Si podéis empezar a comprender esto, podréis com­prender por qué, aparentemente, este planeta ha sido abandonado a su suerte durante los últimos miles de años.

 Ahora, la actividad está empezando a bullir des­de los cielos y os enfrentaréis con el hecho de tener que insertar una enorme cantidad de nuevos conoci­mientos en vuestros paradigmas y vuestros sistemas de creencias. A este planeta le espera un gran cambio cultural, una gran sorpresa.

Habéis venido aquí con un propósito: los dioses que reordenaron a la especie humana están regresan­do. Algunos de ellos ya están aquí. Este planeta ha sido visitado una y otra vez, y muchas formas diferen­tes de seres humanos han sido sembradas aquí por medio de diversos experimentos.

 Muchos factores in­fluyentes han creado el curso de la historia de la Tie­rra. Han habido civilizaciones en este planeta durante millones de años que han ido y venido sin dejar rastro. Estas civilizaciones, todas y cada una de ellas, fueron influenciadas por aquellos que llamáis Dios.

 Vuestra historia ha sido influenciada por un núme­ro de seres de luz a los cuales habéis denominado Dios. En la Biblia, muchos de estos seres han sido combinados para representar a un solo ser, cuando en realidad no eran un solo ser, sino una combinación de unas energías extraterrestres muy poderosas de seres de luz.

 Desde nuestra perspectiva eran energías cons­cientes, y es fácil comprender por qué fueron glorifi­cadas y adoradas.

No existe literatura sobre la Tierra que ofrezca una descripción auténtica de estos seres. Todos los dioses vinieron aquí a aprender y para aumentar su propio desarrollo trabajando con la creatividad, la consciencia y la energía. Algunos tuvieron mucho éxito y apren­dieron sus lecciones, mientras que otros cometieron terribles errores.

¿Quiénes eran estos dioses de los tiempos anti­guos? Eran seres capaces de cambiar la realidad y de ordenar a los espíritus de la naturaleza que se inclina­ran ante ellos. Los humanos han llamado tradicional­mente Dios a seres que podían hacer cosas que la raza humana no podía.

Estos seres pasaron por las sociedades de las anti­guas culturas, retratados como criaturas aladas y bolas de luz. El mundo está permeado con pistas, claves y artefactos de lo que fueron estos dioses. Sin embargo, aquellos que aspiraban a manipular a los humanos construyeron sus propias historias para crear un para­digma que os controlaría.

Se os dijo que estos seres eran auténticos dioses, y se os enseñó a venerarlos, obedecerlos y adorarlos. Este paradigma está a punto de cambiar. La verdad saldrá a la luz, una verdad que cambiará por completo vuestra visión del mundo. Las reverberaciones del «shock» se moverán por todo el planeta.

Los dioses creadores que han estado gobernando este planeta tienen la habilidad de adquirir forma físi­ca aunque, por lo general, existen en otras dimensio­nes. Mantienen a la Tierra en una cierta frecuencia de vibración mientras crean el trauma emocional que necesitan para su nutrición.

 Hay seres que honran la vida por encima de todo, pero también hay seres que no honran la vida y que no comprenden su conexión con ella.

La consciencia alimenta a la consciencia. Os re­sulta difícil entender este concepto porque vosotros os alimentáis con comida. Todo alimento tiene conscien­cia en algún punto de su desarrollo, aunque lo frías, lo hiervas o lo recojas de tu jardín; lo ingieres para nu­trirte.

 Vuestras emociones son alimento para otros. Cuando se os controla para que creéis destrucción e inquietud, estáis creando una frecuencia de vibración que apoya la existencia de estos otros seres porque es así como se nutren.

Hay quienes viven de la frecuencia del amor, y están interesados en restablecer el alimento del amor en este planeta. Les gustaría llevar este universo a la frecuencia del amor para que tenga la oportunidad de salir y sembrar otros mundos.

Representáis al grupo que reniega de luz y habéis aceptado regresar al planeta. Tenéis una misión. Ve­nís a estos cuerpos físicos y los controláis, y os propo­néis, mediante el poder de vuestra identidad espiri­tual, cambiar vuestro cuerpo físico. Todos vosotros seleccionasteis cuidadosamente las líneas genéticas que más os convenían. Cada uno de vosotros escogió una historia genética a través de la cual han entrado miem­bros de la Familia de la Luz.

Cuando los seres humanos existían en su dominio legítimo y podían comprender muchas realidades, po­seían la habilidad de ser multidimensionales, de ser iguales a los dioses. Estáis empezando a despertar esta identidad en vuestro interior.

Los dioses invadieron esta realidad. Así como en vuestra realidad existen quienes llegan y toman pose­sión de un negocio quizá porque hay abundancia de fondos de pensión, de la misma manera en aquella época había una gran abundancia de fondos en este planeta. Os volvieron a ordenar genéticamente para que creyerais que eran dioses con D mayúscula.

Fue entonces cuando la Familia de la Luz fue dis­persada del planeta y el equipo de la oscuridad, que operaba con ignorancia, llegó. Vuestros cuerpos lle­van miedo y el recuerdo de haber luchado por la sabi­duría que esos dioses representaban y que os fue arre­batada. Los dioses que hicieron esto son unas magní­ficas criaturas del espacio. Pueden hacer todo tipo de manipulaciones y trabajar con realidades de muchas formas diferentes. Los humanos, por ignorancia, lla­man Dios con D mayúscula a estos seres del espacio.

Dios con D mayúscula nunca ha visitado este pla­neta como entidad. Dios con D mayúscula está en todas las cosas. Vosotros sólo habéis tratado con dio­ses con d minúscula que han querido ser adorados y han intentado confundiros. Ellos ven a la Tierra como un principado, un lugar que poseen en los límites de este universo de libre albedrío.

Antes de la invasión, poseíais grandes habilidades. El ejemplo biogenético original del humano poseía una increíble información, era interdimensional y po­día hacer muchas cosas. Cuando estos dioses creado­res invadieron, se encontraron con que la especie lo­cal sabía demasiado. La especie local poseía habilida­des que eran demasiado parecidas a las de aquellos que se hacían pasar por Dios.

Una manipulación biogenética tuvo lugar y hubo mucha destrucción. Se trajeron versiones experimen­tales de la especie al planeta, y la base de datos fue dispersada, pero no destruida. En una época, vuestro ADN estuvo intacto. Era como una hermosa bibliote­ca donde la información estaba toda catalogada y se podía encontrar cualquier cosa en un instante.

 Cuando tuvo lugar una alteración biogenética para desconec­tar la información, fue como si alguien hubiera escon­dido el sistema de referencias y hubiera sacado todos los libros de las estanterías y los hubiera apilado en el suelo, para crear desorden. Así fue como vuestro ADN fue dispersado y mezclado por los invasores hace mu­cho tiempo.

Ahora os estamos contando una historia; definiti­vamente existe una historia. Cuando hablamos no nos dirigimos a vuestra mente lógica sino a vuestros ban­cos de memoria, para que podáis recordar haber parti­cipado en esta historia. De esta forma, empezaréis a comprender lo que ha sucedido y quiénes sois en este proceso.

Toda la información genética fue dispersada; fue desordenada, pero la dejaron dentro de las células. La única información que quedó para que pudierais jugar y para que pudierais funcionar fue la doble hélice. Gran parte de la base de datos a lo largo de la doble hélice fue cerrada, de manera que empezasteis a tra­bajar con muy poca información. Erais muy fáciles de manipular y controlar por muchos aspectos de la consciencia que se hacían pasar por Dios con D mayús­cula.

Ciertas entidades tomaron a la especie existente, que era en verdad una especie gloriosa, y la transfor­maron para su propio beneficio, sus propias necesida­des. Desorganizaron la frecuencia de información dentro de los seres humanos, cambiaron el ADN y os dieron la doble hélice para que permanecierais en la ignorancia. Vuestra frecuencia de acceso fue cerrada con el fin de que no pudierais hacer girar el dial de vuestra propia radio.


Estos dioses creadores se dispusieron a alterar el ADN dentro del cuerpo humano: la inteligencia, el anteproyec­to, el código. Si el código no tiene dónde operar, no puede lanzarse a la existencia ni expresarse. Si os encie­rran en una habitación pequeña y no se os proporciona un sitio donde crecer, no podéis expresaros. Durante estos últimos miles de años, vuestro código ha sido for­zado a entrar en un ADN muy limitado.

Uno de los aspectos más emocionantes de estar en ' la Tierra en estos momentos es que se está llevando a cabo una reorganización del ADN. Están llegando rayos cósmicos al planeta para que el cambio sea difundido y tenga lugar una reordenación dentro del cuer­po.

La información diseminada que contiene la historia y la consciencia de la Biblioteca Viviente se está alineando en estos momentos.

El ADN está evolucionando. Se están formando nuevas hélices o hebras a medida que los filamentos con codificación de luz se van agrupando. La infor­mación diseminada se está reuniendo en vuestros cuer­pos por medio de energías electromagnéticas del Crea­dor Principal. Estamos aquí para supervisar el proce­so, para ofrecer asistencia y también para evolucionar con vosotros.

A medida que esta reordenación y reunificación vayan produciéndose, iréis creando un sistema ner­vioso más evolucionado que tendrá capacidad de albergar más información en vuestra consciencia. Des­pertaréis muchas células del cerebro que han estado dormidas, y llegaréis a utilizar todo vuestro cuerpo físico en lugar del pequeño porcentaje con el que habéis estado funcionando hasta ahora.

Este cambio, esta consciencia, está afectando a todos los rincones del planeta. Aquellos de vosotros que sois Guardianes de la Luz y que queréis cambiar esta realidad por completo y aportar nuevas opciones, estáis anclando la frecuencia. Si no es anclada y com­prendida podría crear caos. Creará caos. Por eso tenéis que echar raíces.

El caos, cuando es utilizado de la forma apropia­da, provoca un estado de reorganización. El tiempo se está colapsando y la energía está creciendo. Habéis venido a usar esa energía antes que nada. Abriréis caminos de consciencia a medida que la energía vaya entrando en vuestro cuerpo. Esta energía ayudará a los otros, para que no tengan que pasar por lo que vosotros habéis pasado.

Muchas personas empezarán a sentir esta energía sin haber recibido ninguna preparación. Estáis reci­biendo luz, datos e información, y al hacerlo creáis nuevos caminos que serán explorados por la consciencia, sin decir una palabra.

Los nuevos caminos de consciencia crean nuevas realidades, nuevas opciones, y nuevas formas de ser y de vivir. Es por esta razón que el colapso de vuestra sociedad es inevitable: no contiene luz; no contiene posibilidades multidimensionales; os tiene limitados y estáis cansados de todo eso.

Los dioses creadores son seres del espacio que poseen su propio hogar en el espacio. También están evolucionando. Hay quienes quisieran echarlos del «club de los dioses creadores» porque consideran que no valoran la vida que crean.

 Antes de que tomaran posesión hace aproximadamente 300.000 años, muchos de los miembros del equipo original trabajaron aquí para traer información y crear este vasto centro de información que había de ser utilizado para conec­tar muchos sistemas galácticos. Luego hubo una gran guerra entre los dioses creadores, y los seres del espacio cuyas historias están en los antiguos manuscritos de este planeta, ganaron la batalla. Llegaron aquí por­que tenían sus propias razones para querer este lugar. En este universo del Creador Principal, todo está per­mitido. Como todo está permitido, se aprenden mu­chas lecciones.

Algunos de estos dioses creadores se casaron y unieron sus líneas, de la misma manera que en el continente europeo muchos monarcas y familias rea­les se han casado y han unido sus reinos. Los dioses creadores mezclaban una estirpe con otra para ver qué podían crear. No olvidéis que tenían conocimientos de genética y que todo fue creado mediante la mani­festación y el uso de la fuerza de la vida y comprendiendo el funcionamiento de dicha fuerza. En estos momentos, la inmensidad de este proyecto está más allá de vuestra comprensión.

¿Quiénes son estos seres que llegaron e hicieron a un lado los planes originales para la Tierra? ¿Quiénes son estos seres espaciales a los que a veces llamamos los Camisetas Oscuras? Sed amables cuando habléis de las fuerzas de la oscuridad. No habléis de ellos como si fueran malos. Tenéis que comprender, simplemente, que no están informados, y crean sistemas porque imaginan que es así como deben operar. Lucharon en una época y se apartaron a sí mismos del conocimiento, de manera que ahora se aferran desesperadamente al poco conoci­miento que poseen y a la vida tal como la conocen. Es una vida basada en el miedo, una vida que no respeta otras vidas, una vida que utiliza a otras vidas. ¿Quiénes son estos seres? Son los reptiles.

Estos seres del espacio son parte humanos y parte reptiles. Los llamamos Lagartis porque nos gusta ali­gerar las cosas y darles un toque de humor para que no os lo toméis demasiado en serio y que no os afecte. No estamos aquí para asustaros, estamos aquí para informaros.

Todo esto ya lo sabéis en vuestro interior y, a medida que os vayáis abriendo a la historia de lo que sois, algunos de vosotros tendréis acceso a re­cuerdos reptiles. Es una ilusión creer que siempre os encamáis como seres humanos. Os encamáis para ex­perimentar la creación, para reunir información sobre la creación y para comprenderla colectivamente. En definitiva, no tenéis un solo tipo de experiencia. Sería como cenar en el mismo restaurante durante toda vues­tra vida y decir: «Sé todo lo que hay que saber sobre la comida». Es una tontería. Ampliad vuestras fronte­ras y daos cuenta de que tenéis que experimentar mu­chas cosas. Hay esplendor en toda forma de vida.

Los dioses creadores toman muchas formas y no todos son Lagartis. Existen dioses creadores con for­ma de insecto. A los Pleyadianos se nos asocia con los dioses creadores con forma de ave y de reptil.

 Hubo quienes llegaron del espacio y trabajaron con la energía de las aves en muchas culturas diferentes. Si ob­serváis los dibujos de las antiguas culturas de Egipto, América del Sur y América del Norte, veréis signos de aves y reptiles. En una época, las aves y los reptiles trabajaron juntos, y en otras épocas lucharon. A medi­da que seáis capaces de abarcar más, la historia irá creciendo. Empezaréis a recordar vuestra historia.

Los dioses creadores están muy conectados a vo­sotros. Cuando decidís ser padres, aceptáis aprender de vuestros hijos, ser responsables de su bienestar y enseñarles a ser responsables de sí mismos. Lo mismo sucede con los dioses creadores. Al veros crecer, apren­den sobre la vida; aprenden de lo que crean; digamos que están aprendiendo a ser unos buenos padres.

Algunos dioses creadores crearon vida simplemente para que cuidara de ellos o para que atendiera a sus necesidades.

Se han alimentado de vuestras emocio­nes. Uno de los grandes secretos que se os ha ocultado como especie es la riqueza que acompaña a la emo­ción. Se os ha mantenido alejados de la exploración de las emociones porque a través de ellas podéis com­prender muchas cosas. Vuestras emociones os conec­tan con el cuerpo espiritual. El cuerpo espiritual, por supuesto, no es físico y existe en la esfera multidi-mensional.

La gama de modulación de frecuencia ha sido cam­biada y las energías de fuera están trabajando para alterar el planeta. Estas energías os necesitan. No pue­den alterar el planeta desde fuera —el planeta debe ser alterado desde dentro

 Las energías simplemen­te hacen entrar rayos cósmicos que penetran en vuestro cuerpo y crean un salto evolutivo dentro de él. Una vez que hayáis comprendido el uso correcto de las emociones y empecéis a controlar vuestra propia fre­cuencia, seréis capaces de emitir estos rayos. Enton­ces, ya no alimentaréis la frecuencia del miedo en este plano de la existencia.

A medida que la frecuencia del miedo empiece a disminuir en este planeta, muchas actividades serán promulgadas para provocar un incremento del miedo, porque aquellos que viven de la frecuencia del temor empezarán a perder su fuente de nutrición, su alimen­to. Harán un intento de reinstaurar esa frecuencia an­tes de cambiar su nutrición a la nueva frecuencia del amor.

 Los Lagartis han colocado en la Tierra aparatos que emiten y aumentan la agitación en este planeta. Esta agitación les es enviada y, de alguna manera, los sostiene.

Para poder llegar a un planeta, es necesario tener un portal o un camino por donde entrar. Podríais volar hacia el espacio, a Júpiter, por ejemplo, pero si no encontráis el portal que os permite entrar en el marco de tiempo de existencia del planeta, podríais aterrizar en un sitio de aspecto desolado y sin vida. Los porta­les os permiten entrar en una dimensión del planeta en la que hay vida. Los portales conducen a los pasillos del tiempo y sirven como zonas de experiencia multidimensional.

Ha habido muchos portales en la Tierra que han permitido que diferentes especies, dioses creadores del espacio, se inserten.

En la actualidad existe una lucha por un enorme portal: el portal de Oriente Me­dio. Si retrocedéis en la historia de la Tierra, recono­ceréis que muchos dramas de la religión y la civiliza­ción han sido introducidos por ese portal. Es un portal enorme, con un radio de aproximadamente mil millas.

 Es por esta razón que hay tanta actividad en Oriente Medio. Es el portal que utilizan los Lagartis.

Hasta cierto punto, los Lagartis han controlado este portal. Han utilizado este área para crear bases y cavernas subterráneas desde donde operan. La antigua civilización de Mesopotamia, situada entre el Eufrates y el Tigris, era una colonia del espacio en la que fue introducida una cierta civilización. Kuwait está situa­da en la boca de este territorio. Éste es un portal que implica la manipulación de la población humana para atender a las necesidades de otros.


Dentro de la población de Lagartis, hay quienes son benévolos y quienes son malévolos. ¿Por qué os estamos contando todo esto? ¿Por qué necesitáis sa­berlo? Necesitáis saberlo porque la realidad de los Lagartis está regresando y fundiéndose con vuestra dimensión.

 Parte de vuestro salto evolutivo en la consciencia consiste no sólo en entrar en la onda del amor y la luz y comer helados cada día. Tenéis que com­prender la complejidad de la realidad, todas las for­mas de realidad que existen y cómo todas ellas son vosotros. Tenéis que estar en paz con ellas y fundiros con ellas para crear una implosión en vuestras almas. De esta forma, podéis regresar al Creador Principal.

Os enfrentaréis con muchas oportunidades de juz­gar muchas cosas y clasificarlas como malas. Pero, cuando juzgáis y clasificáis, no estáis experimentando y sintiendo las nuevas realidades. Recordad siempre que ésta es una zona de libre albedrío y que hay un Plan Divino, que será el último plan, la última carta que jugar. Todos tenéis que recordar que esta carta será un as.

La naturaleza del drama en este planeta es bastante interesante. Siempre que hay una modulación de fre­cuencia de un sistema existente, hay un cierto magne­tismo que sale de dicho sistema. Este magnetismo atrae toda energía que haya estado involucrada alguna vez en dicho sistema, para que tome parte en la evolu­ción o el proceso.

Estáis magnetizando todo aquello que experimentasteis alguna vez, para poder sentir todo lo que necesitáis sentir.

Los dioses creadores de la antigüedad están regre­sando a esta época porque ése es el Plan Divino. Ellos deben participar en él y comprender que sus frecuen­cias van a ser cambiadas. Se están resistiendo a esto, al igual que muchos seres humanos. Sin embargo, crean sus propias realidades. Estos dioses creadores de los últimos 300.000 años han olvidado quién los creó. Han olvidado a sus dioses.

Como miembros de la Familia de la Luz, vosotros no habéis olvidado. Vuestra tarea es la comprensión: hacer llegar al planeta la comprensión que estabilizará la energía y generará el poder de crear. En este plane­ta se subestima la luz, y estos dioses creadores os subestiman a vosotros.

 En su propia brillantez, tienen sus puntos oscuros. Están tan enamorados del poder, que luchan entre ellos.

Los dioses creadores renunciaron a una porción de sí mismos y se durmieron en sus laureles, enamorados de su propio proyecto. Estáis relacionados a estos se­res porque sois extensiones o fuerzas operativas de ellos.

 Estáis aquí para influir en la realidad, no sólo desde fuera, sino también desde dentro. Esto es lo que intentáis recordar.

Los dioses creadores están regresando a invadiros otra vez porque no quieren morir de inanición. En­tienden que se está llevando a cabo una «destrucción de sistemas» a través vuestro, de manera que están aquí para crear más destrucción y miedo, para luchar otra vez por este territorio. Su fuente de alimentación es importante para ellos. Están perdiendo el control del planeta, así que están regresando a su portal prin­cipal en Oriente Medio, donde tienen su madriguera bajo tierra, para crear miedo y caos.

Los Planificadores Originales desean que vuelva a haber libertad de elección en cuanto a las frecuencias en este planeta. Los dioses que han estado al mando durante este último período de la evolución utilizan la modulación de frecuencias y no permiten la libertad de elección. Al daros una imagen falsa de la realidad de todas las maneras posibles, os están quitando ener­gía psíquica. No estamos diciendo que estos dioses sean malos. Nos limitamos a informaros de los acon­tecimientos que están teniendo lugar y de la forma tan inocente en que os habéis involucrado en estos acontecimientos. No os dais cuenta de que estas si­tuaciones son montajes para que penséis o sintáis de una cierta manera y para haceros vibrar con una cier­ta consciencia.

Nosotros jugamos a lo mismo. Si os fijáis en lo que hemos hecho, ¿acaso no hemos montado un plan de modulación de frecuencia para vosotros? ¿No os hemos atrapado, seducido, convencido de vuestro li­bre albedrío para que pudierais escoger vibrar en una cierta frecuencia? Hemos hecho lo mismo que los constructores.

Os convendría, a todos vosotros, abandonar vues­tras viejas definiciones de Santa Claus. De la misma manera que descubristeis la verdad acerca de Santa Claus, el Ratoncito Pérez y el Conejo de Pascua, aho­ra descubriréis que existe un montaje, una historia, una versión idealizada de todas estas energías que habéis adorado como dioses.

La energía predominante en este planeta dispara vuestros sistemas de creencias a su antojo. Dirige un increíble flujo de energía hacia fuera, y esta energía está viva. Se os ha dicho que todos vuestros pensa­mientos hacen un mundo: son reales —van a alguna parte—. Hay cinco billones de personas pensando en estos momentos. Toda esa cantidad de energía está viva en la Tierra. ¿Cuál es el sentimiento que predo­mina en esa energía, y qué es lo que esta energía puede ser convencida de exhibir?

No estamos aquí para decir quién tiene razón y quién no la tiene, y quién es quién dentro de la jerar­quía. Sólo queremos desbaratar la ilusión, pinchar los globos de lo que se os ha llevado a creer. No quere­mos decir que esté mal; sólo queremos sugeriros que penséis en grande.

Sentid la notable pérdida que tendrá lugar dentro de esta energía cuando más y más de vosotros dejéis de vibrar de acuerdo con este plan. Pensad en lo que podréis hacer cuando os sobrepongáis a la modulación de frecuencia o a la insistencia de vuestra mente lógica y cuando, impecablemente, os elevéis como Conservadores de Frecuencia.

 Recordad que la identidad como frecuencia es la suma total de vuestra emi­sión de vuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual en forma de pulsaciones electromagnéticas. Cada vez que empezáis a poseer lo que otro ha emiti­do, y a cultivarlo a vuestro antojo, estáis cambiando la vibración en el planeta.

Como desbaratadores de sistemas, éste es uno de los temas en los que sois profundamente expertos. No queremos desacreditar ni restar importancia a lo que habéis estado usando hasta ahora como herramientas, pero queremos que superéis vuestras antiguas herra­mientas.

Parte de vuestra reverencia y lealtad ha con­sistido en creer en sistemas que ya no os sirven, y llegará el momento en que cada uno de vosotros irá más allá de los pasos que ahora os guían.

 Otra ener­gía será capaz de decir: «Bueno, cuando los Pleyadianos os mostraron esto, estuvo muy bien. Os llevaron aquí y allá. Ahora nosotros os llevaremos más lejos». No hay forma de detener la evolución, pues nada de lo que se le ha entregado al planeta representa la verdad última.

Cuando recordéis vuestro pasado reptil, encontra­réis que muchos de los personajes influyentes en el sistema patriarcal de la historia, formaban parte de la. familia reptil. Así como no todos los humanos son malos, no todos los reptiles lo son.

 Forman parte del Creador Principal igual que vosotros, y su semblante y fisiología no es inferior. Los maestros en genética son capaces de adquirir muchas formas diferentes. Es sabido que parte de la dificultad de trabajar con una especie aislada es la conmoción que puede tener lugar ante la completa revelación de la verdad.

Ha habido muchos otros dioses creadores, de los cuales sólo algunos han tenido forma humana. Ac­tualmente, vuestro mayor estado de inquietud o inco­modidad lo producen seres del tipo de existencia rep­til, por que son los que os resultan más extraños.

Nuestra intención ha sido expandir vuestras ideas acerca de quiénes son vuestros dioses porque esos dioses están regresando a la Tierra. Por eso están pa­sando tantas cosas en el planeta.

Cuando aprendáis a conservar las frecuencias que llegan de los rayos cós­micos creativos, estaréis preparados para conocer a estos dioses. Como ya hemos dicho, algunos de ellos ya están aquí. Caminan por vuestras calles y partici­pan en vuestras academias, vuestro gobierno y vues­tros lugares de trabajo.

Están aquí para observar y para dirigir la energía. Algunos vienen para ofrecer asistencia y otros están aquí para aprender y evolucio­nar. Algunos no tienen muy buenas intenciones.

Tenéis que aprender a discernir las energías extraterrestres. Éste es un universo de libre albedrío, de manera que todas las formas de vida están permitidas aquí. Si una energía intenta asustaros, controlaros o manipularos, no debe interesar trabajar con ella. Po­déis escoger con quién queréis trabajar. Que alguien haya desarrollado unas habilidades fantásticas y apa­rentemente mágicas, no significa necesariamente que sea una entidad espiritualmente evolucionada. Apren­ded a discernir.

Estáis viviendo en una época importante, en la que la energía está cobrando vida. Todo lo que estáis sin­tiendo es el resultado de esto y del despertar a vues­tras potencialidades escondidas. El viento se agita y os muestra que hay una gran agitación en el aire. Los dioses están aquí. Vosotros sois esos dioses.

A medida que vayáis despertando a vuestra histo­ria, vuestros antiguos ojos se empezarán a abrir. Son los ojos de Horus, que no ven a través de los ojos de un ser humano, sino desde el punto de vista de un dios. Ven la conexión y el propósito en todas las cosas, pues los ojos antiguos pueden ver muchas rea­lidades y conectar la imagen completa, la historia com­pleta.

Cuando abráis los ojos antiguos que existen en vosotros, no sólo podréis conectar con toda vuestra historia personal, sino que también podréis conectar con la historia planetaria, la historia galáctica y la historia universal. Entonces, sin lugar a dudas, descu­briréis quiénes son vuestros dioses.