Cosas que no debemos decirles a nuestros hijos varones
Existen determinadas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos
varones: “comportate como un hombre”, “no llores como una niña” son
algunas de ellas. Decir cosas como estas, que antes eran muy comunes,
significa que aún queda un largo trecho por aprender la igualdad entre
los sexos y poder enseñarla a nuestros hijos.
Parece inofensivo, pero no lo es
A veces los padres hacen comentarios que parecen inofensivos, pero no
lo son. Cuando decimos determinadas cosas a nuestros hijos les estamos
enviando el mensaje de cómo vemos el mundo y qué esperamos de ellos.
Si hacemos determinados comentarios a nuestros hijos varones
indicándoles que no se comporten como niñas, estamos mandando el claro
mensaje de que ser mujer es malo. Cuando decimos “no llores como una
niña”, estamos diciendo que las niñas son débiles, y que es mejor ser
rápido, fuerte, seguro. No solo estamos creando una discriminación hacia
las mujeres poco sutil, sino también estamos frustrando la personalidad
de nuestro hijo, obligándolo a ser, más que un hombre, un macho.
Los niños son inocentes y poco saben de los estándares de la sociedad:
son los padres los que les indican lo que está bien y lo que está mal,
un poco aprendido de sus propios padres y otro poco de su propia
experiencia.
Vivimos en una sociedad en la que los roles del
hombre y la mujer están muy diferenciados y aún nos queda mucho camino
por recorrer para llegar a una real igualdad de sexos, en la que se
acepte no sólo cómo son las mujeres y los hombres y se acepten las
diferencias, sino también se acepte que cada persona es un mundo aparte,
y que por ende, actuará de forma individual y única.
Decirle a
tu hijo varón “no te comportes como una niña” le hace sentir
desubicado, le hace bloquear una parte importante de su vida: sus
sentimientos. En un mundo ideal, no deberíamos atribuir determinados
sentimientos y comportamientos a un sexo u otro, sino más bien que ambos
tuviéramos un poco de energía femenina y masculina, mezcladas en un
mismo ser.
Nadie quiere tener un hijo machista, sino más bien
ver crecer a su pequeño jugando tanto con niños como con niñas, y que en
un futuro, sea un padre amoroso de gran corazón que cuide a sus hijos y
ayude a su esposa en las tareas del hogar. Si eso es lo que queremos,
no debemos decirle jamás a nuestros hijos que dejen de comportarse como
niñas. Si queremos educarlos en el respeto y la igualdad, debemos dejar
fluir sus sentimientos.
Debemos tener cuidado a la hora de
hablar con nuestros hijos, especialmente cuando estamos enojados, ya que
hay determinadas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos
varones, ya que pueden crear mella en ellos.
Cosas que no debemos decirles a nuestros hijos varones
Existen determinadas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos varones: “comportate como un hombre”, “no llores como una niña” son algunas de ellas. Decir cosas como estas, que antes eran muy comunes, significa que aún queda un largo trecho por aprender la igualdad entre los sexos y poder enseñarla a nuestros hijos.
Parece inofensivo, pero no lo es
A veces los padres hacen comentarios que parecen inofensivos, pero no lo son. Cuando decimos determinadas cosas a nuestros hijos les estamos enviando el mensaje de cómo vemos el mundo y qué esperamos de ellos.
Si hacemos determinados comentarios a nuestros hijos varones indicándoles que no se comporten como niñas, estamos mandando el claro mensaje de que ser mujer es malo. Cuando decimos “no llores como una niña”, estamos diciendo que las niñas son débiles, y que es mejor ser rápido, fuerte, seguro. No solo estamos creando una discriminación hacia las mujeres poco sutil, sino también estamos frustrando la personalidad de nuestro hijo, obligándolo a ser, más que un hombre, un macho.
Los niños son inocentes y poco saben de los estándares de la sociedad: son los padres los que les indican lo que está bien y lo que está mal, un poco aprendido de sus propios padres y otro poco de su propia experiencia.
Vivimos en una sociedad en la que los roles del hombre y la mujer están muy diferenciados y aún nos queda mucho camino por recorrer para llegar a una real igualdad de sexos, en la que se acepte no sólo cómo son las mujeres y los hombres y se acepten las diferencias, sino también se acepte que cada persona es un mundo aparte, y que por ende, actuará de forma individual y única.
Decirle a tu hijo varón “no te comportes como una niña” le hace sentir desubicado, le hace bloquear una parte importante de su vida: sus sentimientos. En un mundo ideal, no deberíamos atribuir determinados sentimientos y comportamientos a un sexo u otro, sino más bien que ambos tuviéramos un poco de energía femenina y masculina, mezcladas en un mismo ser.
Nadie quiere tener un hijo machista, sino más bien ver crecer a su pequeño jugando tanto con niños como con niñas, y que en un futuro, sea un padre amoroso de gran corazón que cuide a sus hijos y ayude a su esposa en las tareas del hogar. Si eso es lo que queremos, no debemos decirle jamás a nuestros hijos que dejen de comportarse como niñas. Si queremos educarlos en el respeto y la igualdad, debemos dejar fluir sus sentimientos.
Debemos tener cuidado a la hora de hablar con nuestros hijos, especialmente cuando estamos enojados, ya que hay determinadas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos varones, ya que pueden crear mella en ellos.
Existen determinadas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos varones: “comportate como un hombre”, “no llores como una niña” son algunas de ellas. Decir cosas como estas, que antes eran muy comunes, significa que aún queda un largo trecho por aprender la igualdad entre los sexos y poder enseñarla a nuestros hijos.
Parece inofensivo, pero no lo es
A veces los padres hacen comentarios que parecen inofensivos, pero no lo son. Cuando decimos determinadas cosas a nuestros hijos les estamos enviando el mensaje de cómo vemos el mundo y qué esperamos de ellos.
Si hacemos determinados comentarios a nuestros hijos varones indicándoles que no se comporten como niñas, estamos mandando el claro mensaje de que ser mujer es malo. Cuando decimos “no llores como una niña”, estamos diciendo que las niñas son débiles, y que es mejor ser rápido, fuerte, seguro. No solo estamos creando una discriminación hacia las mujeres poco sutil, sino también estamos frustrando la personalidad de nuestro hijo, obligándolo a ser, más que un hombre, un macho.
Los niños son inocentes y poco saben de los estándares de la sociedad: son los padres los que les indican lo que está bien y lo que está mal, un poco aprendido de sus propios padres y otro poco de su propia experiencia.
Vivimos en una sociedad en la que los roles del hombre y la mujer están muy diferenciados y aún nos queda mucho camino por recorrer para llegar a una real igualdad de sexos, en la que se acepte no sólo cómo son las mujeres y los hombres y se acepten las diferencias, sino también se acepte que cada persona es un mundo aparte, y que por ende, actuará de forma individual y única.
Decirle a tu hijo varón “no te comportes como una niña” le hace sentir desubicado, le hace bloquear una parte importante de su vida: sus sentimientos. En un mundo ideal, no deberíamos atribuir determinados sentimientos y comportamientos a un sexo u otro, sino más bien que ambos tuviéramos un poco de energía femenina y masculina, mezcladas en un mismo ser.
Nadie quiere tener un hijo machista, sino más bien ver crecer a su pequeño jugando tanto con niños como con niñas, y que en un futuro, sea un padre amoroso de gran corazón que cuide a sus hijos y ayude a su esposa en las tareas del hogar. Si eso es lo que queremos, no debemos decirle jamás a nuestros hijos que dejen de comportarse como niñas. Si queremos educarlos en el respeto y la igualdad, debemos dejar fluir sus sentimientos.
Debemos tener cuidado a la hora de hablar con nuestros hijos, especialmente cuando estamos enojados, ya que hay determinadas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos varones, ya que pueden crear mella en ellos.