Queridos amigos:
Soy
la voz de la Tierra. Sientan mi presencia aquí dentro de ustedes y
debajo de vuestros pies. Estoy presente en vuestro cuerpo; fluyo a
través de todas vuestras células. Y es a través de vuestro cuerpo que
están conectados con la naturaleza, con todo lo que los rodea que crece,
vive y respira. Sean conscientes de la presencia viviente de la
naturaleza alrededor de ustedes aquí en este momento. Sientan los
árboles alrededor de este edificio, la tierra sobre el que está
establecido. Sientan las plantas, los pájaros y los árboles. Si observan
de cerca pueden sentir cómo vuestra presencia también afecta a aquellos
seres vivos. No sólo ustedes los sienten a ellos, ellos también los
sienten a ustedes. Incluso este edificio está vivo porque todo con lo
que originalmente fue construido contiene las energías de la Tierra. Hay
conciencia en todo lo que los rodea. La materia es conciencia animada.
Sientan la energía, la conciencia, en este edificio, la historia que
tiene y lo que ustedes le aportan. A menudo ustedes subestiman el efecto
que ejercen tan sólo estando en algún lugar.
Ahora
húndanse más profundo dentro de vuestro cuerpo. Así como observaron
vuestros alrededores con vuestra conciencia, háganlo ahora con vuestro
cuerpo de un modo muy objetivo: sientan vuestra cabeza, vuestra
garganta, vuestro pecho. Luego húndanse más profundo dentro de vuestro
abdomen y sientan mi energía – yo los guiaré. Yo los recibo cuando
ustedes hacen esto. Yo también estoy viva; tengo una conciencia propia.
Sientan cómo los asisto conduciéndolos más profundo dentro de vuestros
cuerpos a medida que se hunden hacia abajo a lo largo de la columna
vertebral en el coxis. Sientan mi energía nutriente, porque yo soy
vuestra madre. Siéntanme en vuestros muslos y rodillas, en vuestras
pantorrillas y tobillos, y a lo largo de vuestros pies.
Hoy
permaneceremos aquí en esta parte de vuestro cuerpo. Hay una vieja idea
inculcada en las mentes de las personas de que la inspiración viene de
arriba, de que la comprensión espiritual profunda nace de una conexión
con lo celestial, con lo cósmico, lo cual está por encima de ustedes.
Pero hoy les pido que presten atención a lo que yace debajo de ustedes,
el suelo debajo de vuestros pies, la Tierra viviente.
Muchos
de ustedes han experimentado el dolor, la desilusión, la tristeza
profunda o la soledad, lo cual se ha alojado en vuestros chakras
inferiores. Como resultado de esto vuestra conciencia ha ascendido – ha
dejado vuestro cuerpo por decirlo así – porque todas las emociones que
tenían en el nivel terrenal eran muy dolorosas para ser experimentadas.
Yo comprendo eso, y también comprendo cuán difícil es descender
totalmente dentro de un área de vuestro cuerpo que se siente tan
vulnerable. Requiere una profunda rendición, una profunda fe en la vida.
Es
muy humano construir una armadura protectora siempre que se sientan
seriamente dañados. Sin embargo, tal armadura les impide vivir; les roba
vuestra fuerza más profunda. Y así no se puede vivir, porque hacer esto
los limita como si estuvieran en prisión. De todos modos, el flujo de
la vida, el poder del alma, siempre es más fuerte que las prisiones que
ustedes construyen dentro de ustedes mismos. Desde vuestra alma, siempre
hay otro empuje, una fuerza conductora hacia la apertura y la rendición
a la vida, a todo lo que es.
Las
heridas emocionales que han sufrido son heridas que han sido infligidas
aquí en la Tierra. Pueden haber ocurrido en esta vida o en vidas
pasadas, pero debido a que se sostuvieron aquí en la Tierra y que están
en vuestra memoria del alma, ustedes han llegado a asociar a la Tierra
con un lugar violento, un lugar que es tosco, atemorizante, amenazante.
Cuando ustedes regresan aquí y encarnan de nuevo, y nuevamente escuchan
el llamado del alma – porque es imparable y una y otra vez llamará a
vuestra puerta – ustedes probablemente son capaces de abrirse a este
llamado a nivel del corazón. Pero cuando van más profundamente dentro de
vuestro cuerpo, a menudo se vuelve tan atemorizante que ustedes retiran
vuestra conciencia de esta parte de vuestro cuerpo. Luego pasan a ser
un ser dividido. Una parte de ustedes dice “sí” y quiere moverse hacia
adelante a medida que siente el resplandor, la invitación a un nuevo
tiempo. Pero las partes debajo del corazón, los chakras inferiores no se
atreven a involucrarse y permanecen cerrados.
Hoy
quiero ofrecerles un modo de recuperar la confianza en aquella parte
vuestra. Quisiera señalar que los miedos que llevan con ustedes se han
originado principalmente de la sociedad humana en el pasado, con las
energías que prevalecían entonces, por la cual ustedes se han sentido
rechazados y mal acogidos. Pero recuerden que ustedes también tienen una
conexión con la Tierra misma – conmigo – independientemente de todas
las formas de pensamiento humano y energías colectivas que rodean a la
Tierra. Yo también quisiera librarme a mí misma de estas energías
negativas. Yo también estoy en un camino de evolución y de crecimiento
interior, y estoy atravesando un proceso de renacimiento. Emergeré en un
nuevo tiempo en el que habrá más armonía entre la naturaleza y los
seres humanos. Ambos nos beneficiamos si ustedes recuerdan quien soy yo
realmente, mi esencia viva. Al conectarse conmigo, con la conciencia que
está tan entusiasmada en darles la bienvenida aquí, ustedes borran los
recuerdos de dolor del pasado.
Inténtenlo.
Permitan que vuestros chakras inferiores, aquellos debajo de vuestro
abdomen, y vuestras piernas sean llenados con el poder de la Tierra.
Quiero ofrecerles algo, un corto viaje guiado, para ayudarlos a que
sientan esa energía más plenamente. Hay toda clase de reinos de la
naturaleza rodeándolos, ricamente habitados por diversas criaturas que
viven en la Tierra. Cada uno hace su propia contribución como parte del
todo. Yo les pido que ahora piensen en un árbol, en un árbol sólido,
amplio, bien enraizado que ha estado ahí por mucho tiempo. Su copa
alcanza el cielo, mientras que sus raíces se extienden profundamente
dentro del suelo. Por un momento encuéntrense con la esencia de este
árbol con un sentimiento ligero y lúdico. Simplemente imaginen que
ustedes se sientan dentro del árbol y con vuestra conciencia sientan su
poder arraigado, silencioso y estable. Desciendan dentro de sus raíces.
Sientan cómo este ser vive, crece e irradia su energía en la Tierra.
Sientan qué es lo que el árbol tiene para darles, qué aspecto de su
energía les gusta más. Dejen que esa energía fluya a través de ustedes y
recíbanla, y sientan qué es lo que el árbol quiere recibir de ustedes,
porque en todo hay un intercambio. Él siente vuestra presencia de igual
modo que ustedes sienten la suya. El árbol también es una energía
viviente y también es consciente de ustedes. Vean cómo él experimenta
vuestra visita.
Quisiera
contarles más acerca de esta experiencia. A menudo ustedes se ven a
ustedes mismos como el gran expoliador en la Tierra, aquél que contamina
la Tierra y perturba su equilibrio natural. Hasta cierto punto esto es
verdad, porque en esta época hay una profunda desarmonía entre los seres
humanos y la naturaleza. Pero yo quiero recordarles que yo, la Tierra, y
todos mis reinos naturales, les damos la bienvenida. Ustedes son
bienvenidos en la Tierra. Nosotros disfrutamos y nos beneficiamos con
vuestra presencia y vuestra energía. Ustedes vienen aquí a traer algo
nuevo y excepcional: la propagación de vuestra luz de las estrellas y
vuestra sabiduría cósmica. En cierto sentido, todos ustedes son
visitantes aquí. Con un pie son parte de la tierra, un ser físico tal
como los animales y las plantas. Sin embargo al mismo tiempo ustedes
vienen a la Tierra a traer algo más, una forma de ser completamente
nueva. Ustedes tienen libertad, libre albedrío. Pueden desarrollarse;
pueden canalizar Luz a la Tierra, algo que le da un nuevo ímpetu a toda
la vida que hay aquí. Sientan, por un momento, la interacción entre los
seres humanos y la naturaleza dentro de aquél árbol. Sientan que el
árbol disfruta y es exaltado por vuestra presencia. Pone algo en
movimiento, lo cual simplemente es el flujo del amor. Eso que ustedes
realmente son, es lo que más afecta al árbol. Pueden ver eso de manera
común en vuestro entorno, en vuestro jardín, en vuestras mascotas.
Cuando ustedes interaccionan íntimamente con ellos, luego ellos les dan
algo a ustedes a cambio.
Yo
les pido que ahora escojan un animal que quiera venir a ustedes a
aclararles algo. Permitan que emerja en vuestra imaginación. Un animal
quiere venir hacia ustedes para ayudarlos a que se sientan bien y
seguros en la Tierra y bien conectados con el suelo debajo de vuestros
pies, de modo que estén listos para manifestarse con confianza y
seguridad. El animal conoce esa seguridad, ese refugio. Es uno con la
Tierra por naturaleza y no tiene dudas acerca de su derecho a existir.
Simplemente existe, vive, respira y crece.
Entren
con vuestra conciencia dentro de ese animal. Permítanse fundirse con
él, fácilmente. Sientan por un momento la falta de los procesos de
pensamiento en este animal. No está plagado de pensamiento excesivo del
modo en que los humanos lo están. Sientan cómo la naturaleza fluye sin
esfuerzo a través de este animal. Sientan cuánto los acerca a la Tierra.
Sientan la pureza, la salubridad de este animal. Vean lo que este
animal siente con respecto a vuestra llegada aquí, y cómo ustedes funden
vuestra energía con su energía. Sientan que vuestra energía es
bienvenida, que toca algo en el animal, le hace bien y le da un
estímulo. Hay una interacción entre ustedes dos.
Lo
que vuestro animal les pide que hagan es familiarizarse con las
energías de la naturaleza de modo que comiencen a sentirse en el hogar
en la Tierra, y que sepan que aquí hay un lugar para ustedes. Y para
decirlo en términos más fuertes, que los reinos de la naturaleza los
están esperando. Queremos ser inspirados por la energía que ustedes
traen. A cambio queremos recibirlos, de modo que puedan ser parte de
nuestra totalidad. Ustedes son tan bienvenidos aquí.
Les
agradezco por vuestro coraje y por vuestra perseverancia. Nos estamos
moviendo hacia una nueva era en la Tierra. En esa nueva era es esencial
para los seres humanos y para la naturaleza que nuevamente trabajen
juntos desde una conexión interior. Todo es consciente y quiere cooperar
entre sí. Así es como se espera que sea. Cada criatura natural siente
que es parte del todo. Mi deseo más profundo es que ustedes también se
reconozcan a ustedes mismos como parte del todo aquí en la Tierra. Que
experimenten vuestro Hogar, no sólo como siendo de origen cósmico, sino
que lo experimenten estando con las criaturas vivientes que los rodean.
Celebren la vida con todo lo que hay aquí. Ésa es la gran tarea que hoy
la humanidad tiene por delante. Eso llevará a la Tierra a buen término y
a todos ustedes los volverá seres inspirados y alegres.
© Pamela Kribbe
www.jeshua.net
Sitio en español:www.jeshua.net/esp
Traducción del inglés por Sandra Gusella