Lección No. 44 dada por el Maestro Beinsá Dunó,
el 25 de Junio del año 1930, Sofía – Izgrev.
Reflexión.
La gente contemporánea
sufre y busca las causas de los sufrimientos fuera de sí. En realidad
la causa de los sufrimientos se esconde en sus comprensiones torcidas.
Frecuentemente ellos hablan de ley, de principio, sin detenerse sobre la relación de la ley y el principio hacia ellos mismos. La ley y el principio son posiciones comunes para toda la gente,
pero la aplicación de la ley no se refiere a todos.
La aplicación de la
ley depende de las condiciones en las cuales el individuo vive. Por
ejemplo, existe ley de movimiento. Todos los seres vivientes se mueven,
pero ellos no están obligados a moverse de una y misma manera.
El hombre
se mueve de una manera, el ave de otra, la luz de una tercera
manera, los pensamientos y los sentimientos de una cuarta manera, etc.
Cada hombre, cada ser viviente tiene su manera específica de
movimiento. Decís que todo va por el camino que Dios ha determinado.
Una
vez creado el mundo, las cosas son inmutables. ¿Qué comprendéis bajo
las palabras “Dios creó el mundo”? ¿Cómo ha creado el mundo Él: como
algún maestro, o como una mujer que hila? La creación del mundo
sobreentiende una gran razonabilidad.
Solo el inicio Razonable crea, y
todos los demás seres menores que Él hacen las cosas.
El maestro
hace, pero no crea. Por eso, cuando observamos las cosas creadas por
Dios, vemos que todo, desde lo más pequeño hasta lo más grande, es
perfecto.
Para que llegue a la
comprensión correcta de las cosas, el hombre debe tener libertad
interna. Si no tiene esta libertad, y como espiritual, y como mundano,
él quiere llevar las cosas bajo una ley, bajo un denominador común.
Las
cosas pueden llevarse bajo un denominador común, pero no y bajo un
numerador común. ¿Qué significa llevar las cosas bajo un denominador
común? Esto significa llevarlas bajo la acción de un principio.
Verdaderamente, el principio es común para todos, pero su aplicación es
diferente.
Cada hombre aplica el principio a su manera. No podéis
obligar a toda la gente a aplicar cierto principio de una y misma
manera. ¿Podéis obligar a toda la gente a caminar igualmente? Incluso
dos hermanos no caminan de una manera. Estudiad el andar de la gente,
que veáis como se mueven. Cada movimiento está bajo una ley específica.
Cuando hablo del movimiento
como una ley, algunos piensan que este es un trabajo simple, que todo lo
saben. Qué sabe el hombre, esto solo la vida lo muestra.
El músico
puede decir que sabe tocar, pero cuando salga a la escena, ahí se va a
comprobar su conocimiento. Alguien dice de sí mismo que tiene
pensamiento recto. Cuando lo pongan a prueba, entonces se probará su
pensamiento recto.
Cuando se verifique el conocimiento, la fuerza, la
razonabilidad del hombre, él ve su ignorancia e impotencia. Escucháis a
alguien decir para sí mismo que es un hombre descalzo. ¿Qué significa la
palabra “descalzo”? Ignorancia. El descalzo es ignorante.
Hoy en día, la gente observa
la cuestión de si el hombre tiene que caminar descalzo o con zapatos.
Algunos sostienen la idea de que el hombre tiene que caminar descalzo, y
otros de que siempre tiene que estar calzado.
Sin embargo, la
Naturaleza no ama los extremos. Es bueno que de vez en cuando el hombre
esté descalzo, porque a través de las piernas, como antenas, él entra en
contacto directo con la tierra. Entre las energías de la tierra y las
suyas ocurre un intercambio correcto.
Sin embargo, hay horas durante el
día, y horas y días durante el año cuando este intercambio no es
necesario. Como las 24 horas están compuestas por día y noche, así y la
cuestión del andar descalzo se soluciona en dependencia de los días y
las horas.
Hay días y horas cuando el hombre puede caminar descalzo,
pero hay tales días y horas cuando de ninguna manera se permite al
hombre estar descalzo.
El hombre debe conocer las
leyes y las fuerzas de la Naturaleza y que después de esto se pronuncie
sobre una u otra cuestión. Sin pensar, alguien dice que la gente debe
ser recta. Es bueno esto, pero por mucho que quiere, el hombre no puede
siempre ser recto.
En su vida de vigilia, él puede ser recto, pero en su
sueño, frecuentemente adultera a su rectitud. Escucháis a algún
vegetariano que os cuenta que en su sueño ha comido carne y es
descontento de sí mismo. Algún otro hombre pacífico ha soñado que ha
matado a alguien.
Otro, que vive una vida pura y santa, ha soñado que se
ha divertido con muchachas jóvenes. Una cosa debéis saber: cuando erra
en su vida de vigilia, el hombre responde por su error de nuevo en su
vida de vigilia.
Cuando erra en su sueño, él responde por sus errores en
el otro mundo. Cuando duerme, el hombre se traslada al mundo astral,
donde responde por sus errores.
Otra es la cuestión si el hombre ha
desarrollado su conciencia superior. Entonces él no erra ni en su vida
de vigilia, ni en su sueño. Esto significa un hombre libre.
El hombre
libre tiene sus puntos de vista y a nadie los impone. El sabe que si sus
puntos de vista son ciertos, estos por si mismos se van a imponer. ¿Por
qué? Porque son una necesidad para la gente. ¿Quién impone la luz, el
aire, el agua y la comida al hombre? Estos mismos se imponen, porque son
elementos de primera necesidad. Sin estos ningún ser viviente puede
vivir. El hombre libre vive sin miedo y con amor.
Muchos dicen que están listos
de hacer muchas cosas, pero tienen miedo de manifestarse. ¿Por qué? Amor
no tienen. Donde está el miedo, ahí el Amor no puede manifestarse. El
miedo ha venido al mundo junto con la ley. Cuando apareció la ley, junto
con él apareció el miedo. Donde hay ley, ahí hay y miedo. Donde está el
miedo, ahí está y la ley. ¿Por qué teme el hombre? Para no perder su
libertad.
Cuando se impone la ley, el hombre comienza a temer. ¿Por qué?
Porque la ley siempre limita. He aquí porqué para no limitarse, para no
perder su libertad, el hombre tiene que trabajar, que se libere de sus
comprensiones torcidas.
Aún con su venida a la Tierra, el hombre cae
bajo la fuerza de la ley. Aún como un niño pequeño, recién nacido, el
hombre cae bajo la ley de los pañales. La madre inmediatamente envuelve
al niño, le pone en la ley y hasta que no se fortalezca, no le libera de
las condiciones limitantes.
Cuando crece, el niño se libera de los
pañales, pero entra en otra ley, durante toda su vida el hombre pasa de
una ley en otra, no puede liberarse de esta. Mientras vive en la Tierra,
el hombre todavía se encuentra bajo la influencia de leyes – físicas o
espirituales.
Para arreglársela razonablemente con las leyes, el hombre
debe tener un corazón amplio, o sea, puntos de vista amplios.
Cómo son los puntos de vista
del hombre, amplios o estrechos, esto se ve en las pruebas. Solo en las
pruebas se conoce hasta donde ha llegado el hombre en su desarrollo. La
prueba es una medida a través de la cual conocéis hasta qué punto el
hombre ha comprendido el Amor Divino.
Una de las cualidades del Amor
Divino es el perdón pleno. El Amor lo perdona todo. Él no se ocupa con
los pecados de la gente. El excluye el pecado del cosmos. El pecado es
un lodo, el cual por mucho que sea, no puede manchar el cosmos.
El
pecado puede producir solo un manchado parcial de las cosas. Por
ejemplo, este puede ensuciar un plato, un hombre, una costa, pero en
ningún caso puede manchar el todo. En esto, si creéis en la fuerza del
pecado, el manchado será más grande.
Cuanto menos creéis en el pecado,
tanto menos os mancharéis. El hombre puede instantáneamente liberarse
del lodo del pecado. Esto depende de sus pensamientos y sentimientos.
Cuando se habla del pecado, la gente se pregunta cómo ha nacido éste.
El
pecado no nace, ni se manifiesta. ¿Cuál es el motivo del pecado? A
veces el motivo más pequeño puede llegar a ser causa del pecado. El
motivo pequeño puede llegar a ser causa del pecado más grande. El pecado
más grande en el mundo es el asesinato. Nosotros tenemos tal ejemplo en
la Biblia.
Dos hermanos se van a ofrecer
sacrificio al Señor. Y los dos sirven a Dios. Sin embargo, el humo del
sacrificadero de uno iba hacia arriba, hacia Dios, y el humo del otro,
se esparcía por la tierra. Descontento de esto, por qué y su humo no iba
hacia arriba, él tomó una vara y mató con esta a su hermano.
El motivo
externo es pequeño, el pecado es grande, pero la causa verdadera del
pecado se escode en el hombre mismo, en su corazón de piedra. Está dicho
en la Escritura: “Les quitaré el corazón de piedra y les daré uno
nuevo”.
Hoy en día toda la gente lucha
con el mal y con el pecado, quieren liberarse de este. Esto es
imposible. El pecado y el mal existen desde el inicio del Génesis. Como
vive, el hombre sin falta errará. El pecado es una consecuencia natural
de la vida.
Cada pensamiento, cada sentimiento, y cada acto que no están
en acuerdo con la Gran Ley de la Existencia, manchan al hombre. Así
como se alimenta el hombre físicamente, así se alimenta y con sus
sentimientos, con sus pensamientos y con sus actos.
Cualquier alimento
que utilice, mientras está en la Tierra, el hombre sin falta erra. En
este sentido, el pecado aparece como una consecuencia natural del comer.
He aquí porqué, para errar menos, el hombre debe comer menos.
Cuanto
más come, tanto más erra. Imaginad que entráis en un restaurante, coméis
mucho, pero no tenéis dinero para pagar. ¿Qué haréis? Vosotros
comenzáis a disculparse con el restaurantero, pero él no está contento
de vosotros.
Él puede incluso y pegaros. Sin querer, vosotros comenzáis a
errar: mentís, robáis, forzáis a los demás. En general, el comer se ha
vuelto una causa para muchos pecados y crímenes.
Ahora nosotros hablamos de las
consecuencias negativas en el mundo – pecado, mal, descontento,
indisposición, etc. Por qué existen estas manifestaciones, no es
importante. Cómo han provenido, y esto no es importante.
Sin embargo, el
hombre debe hacerse la pregunta: ¿Por qué estoy indispuesto? ¿Por qué
estoy descontento? El Sol, las estrellas, la gente buena están
dispuestos y contentos. ¿Por qué entonces tú, el hombre, estás
indispuesto y descontento? La indisposición, el descontento en el hombre
son parásitos que deben sacarse con un peine, o con pinzas, como se
sacan los parásitos del cuerpo humano.
Cuando se sacan los parásitos,
todos los trabajos se ordenan bien. Los parásitos no son idóneos a la
Naturaleza humana, ni tampoco tienen algo en común con su carácter. Para
llegar a ser fuerte, el hombre tiene que liberarse de las
manifestaciones negativas dentro de sí. Cuando se libera de estas, el
hombre fácilmente se las arregla con sus dificultades y pruebas.
Las
fuerzas negativas en la Naturaleza son parecidas a apaches que siempre
pueden sorprender a aquel que se ha embelesado. Cuando encuentre a tal
hombre, el apache mete la mano en su bolsillo y saca su monedero. Para
que no os ataquen apaches, estad siempre despiertos.
Los apaches son
grandes psicólogos. Ellos saben cuando atacar. He aquí porqué, de cada
hombre se requiere una consciencia despierta, que no pierda su
disposición interna y su paz. Si no está despierto, el hombre pierde su
fuerza, su riqueza, su conocimiento, la buena disposición de su corazón,
su pensamiento, etc.
Por lo tanto, si quiere
guardar sus riquezas externas e internas, el hombre debe entrar en la
ley del pensamiento recto. A esta ley le llamamos “ley preventiva”. Si
queréis guardar vuestras riquezas y alhajas, dejadlas en la estación de
tren, donde hay cajas fuertes especiales para guardar tales cosas.
Como
viajáis de una estación de tren a otra, vosotros podéis tomarlas cuando
os hagan falta. Vosotros viajáis tranquilamente, con seguridad de que
nadie puede saquearos. Tales cajas fuertes hay en las estaciones de
trenes grandes, principalmente en América y en algunos países grandes.
Tales cajas fuertes hay y en cada hombre.
Nosotros les llamamos “cajas
fuertes del pensamiento recto en el hombre, o cajas fuertes Divinas”. La
ley del pensamiento recto muestra al hombre como tiene que actuar para
no perderse.
Alguien dice para sí mismo que
es condescendiente y fácilmente soluciona sus deberes. Depende de
cuando tiene que condescender. El hombre tiene que ser razonable, que
sepa cuándo condescender y cuándo avanzar.
Si el avance es externo, el
hombre internamente debe condescender. Si no puede condescender, él debe
mantener por lo menos una posición defensiva. Cristo dice: “No resistas
al mal”. Esto significa: Cuando el karma ha madurado y toca a tu
puerta, si eres prudente, tienes que condescender. Si retrocedes,
ganarás; si no retrocedes, perderás.
Cuando ves que estás sitiado por
fuera, quieras o no quieras, tú tienes que condescender. Si dice alguien
que no quiere condescender, todo está terminado con él. Dirá que está
listo de suicidarse, pero no y de condescender.
Con matanza la cuestión
no se soluciona. Aquellos que han sitiado al hombre, siguen
persiguiéndolo y en el otro mundo. Posición sitiada existe y en este, y
en aquel mundo. Cualquier cosa que haga, por mucho que patalee, el
hombre no puede liberarse de la ley.
En trozos le van a cortar, pero le
cogerán. Hay una manera por la cual el hombre puede liberarse de la ley.
Esta manera consiste en la aplicación del pensamiento recto. Pondréis
un pensamiento contra otro, según las reglas y las leyes de la armonía.
Esto significa yuxtaposición de las cosas. Yuxtaponed vuestros
pensamientos y sentimientos según las leyes de la armonía y no temáis.
Por ejemplo, tenéis alguna indisposición, cantadle una canción. La
indisposición no es otra cosa sino una posición sitiada.
Si habéis
tomado correctamente el tono básico, vuestra indisposición desaparecerá.
Si no habéis tomado correctamente el tono básico, vuestra indisposición
se quedará.
En general, si puede tomar
correctamente el tono básico de la vida, el hombre se liberará de todos
los dolores psíquicos y físicos. A través del tono básico de la vida el
hombre puede curar todo tipo de enfermedades, por ejemplo, todo tipo de
reumatismo.
Hay reumatismo físico, pero hay y psíquico en el corazón,
en la mente y en la voluntad del hombre. Para que se las arregle con sus
estados reumáticos, dicho en un sentido amplio de la palabra, el hombre
debe tener fe con la cual superar.
Si os levantáis por la mañana del
sueño, con cierta indisposición, vuestro primer trabajo es lavarse,
limpiarse y poner todo en pleno orden y arreglo. Mojad vuestro pelo,
peinadse bien, que vuestros pelos no se ericen, lavad bien vuestras
manos, limpiad vuestras uñas, revestíos, poned vuestros zapatos, que
también deben estar limpios, haced vuestra oración, reflexionad,
respirad profundamente, que llenéis vuestros pulmones con un flujo de
aire puro, fresco, y entonces comenzad vuestro trabajo. Si en cada
indisposición os abandonáis y físicamente, vuestra indisposición se
duplicará.
En cuanto se refiere al estado
saludable, vuestro primer trabajo es mejorar vuestra circulación
sanguínea. Una de las condiciones para mejorar la circulación sanguínea
es la liberación del pensamiento de todas las estratificaciones del
pasado, de todas las comprensiones viejas, torcidas. El hombre debe
tener el pensamiento libre.
Si su pensamiento no es libre, él cae en
pesimismo. El pesimismo muestra que en la mente y el corazón del hombre
hay ciertos sedimentos, substancias ajenas de las cuales él tiene que
liberarse. Para que se libere de estos sedimentos, él debe respirar
profundamente.
Para esto se recomiendan excursiones, subidas por
montañas. Si durante una subida, o durante el correr, el hombre se
sofoca mucho, esto muestra que la circulación sanguínea en él no ocurre
correctamente, si quiere restablecer sus pensamientos y sentimientos
bellos, el hombre debe de hacer movimientos físicos: gimnasia,
excursiones, deporte.
El hombre puede mentalmente hacer estos
ejercicios, pero para esto se requiere fuerza grande. En los ejercicios
físicos, los gastos son menos que en los mentales. Como ha venido a la
Tierra, el hombre debe considerar los métodos de la Naturaleza. El no
tiene derecho de detener el movimiento de las fuerzas que actúan en la
Naturaleza, ni tampoco corregirlas.
La gente contemporánea se hace
la pregunta de por qué está permitido el mal en el mundo. Hoy en día
esta pregunta no puede solucionarse. Por qué existen el bien y el mal
juntos, esta es una cuestión filosófica cuya solución está en el futuro
lejano.
Si llegáis al mal, dejad esta cuestión de lado. Si comenzáis a
discutir sobre él, con esto vosotros provocáis todas las fuerzas
negativas en la Naturaleza. No toquéis estas fuerzas. Si os ocupáis con
estas, es igual que si les tirarais piedras. Si vosotros tiráis una
piedra, las fuerzas malas tirarán sobre vosotros miles de piedras. –
¿Pero debe existir el mal? Dejad esta cuestión de lado.
El único,
Quien sabe porqué existen el bien y el mal, es Dios. Toda la gente, sin
embargo, puede solo suponer, buscar las causas del mal y del bien, pero
de nuevo no pueden solucionar la cuestión. Dirá alguien que Caín ha dado
a luz al mal en el mundo. ¿Estaba él en el lugar donde los dos hermanos
ofrecían su sacrificio?
Para que se pronuncie sobre cierta cuestión, el
hombre debe conocer la verdad absoluta. De otra manera, lo que diga,
será relativamente cierto.
Por ejemplo, decís de dos personas que están
enamorados. ¿Cómo conocéis esto? Diréis que caminan constantemente
juntos, hombro a hombro, o cogidos bajo el brazo. Veis que dos bueyes
están ayuntados en un carro, hombro a hombro, pero no están enamorados.
¿Qué representa el
enamoramiento? ¿Qué significa que se enamore el hombre? El enamorado
lleva a su bien amada en su cabeza como una vela encendida y
constantemente piensa en ella. Cuanto más piensa en ella, tanto más
flamea la vela.
La muchacha es la vela, el muchacho la llama. Cuando
se encuentran y comienzan a hablar, la llama se fortalece y brilla desde
lejos. Si el muchacho deja de amar a la muchacha, la llama se apaga y
la vela deja de flamear.
Mientras se aman, y los dos se aprovechan de la
luz de la vela. Si se desenamoran, y los dos quedan en obscuridad.
Cuando se aman, dentro de ellos ocurre un intercambio correcto, en
consecuencia de lo cual a veces la mujer es vela, y el muchacho llama;
a veces el muchacho es vela, y la muchacha llama.
Si la vela y la
llama no están en un lugar, ninguna luz puede haber. Esta es una ley
Divina. Cuando encontréis a dos personas que se aman, alegraros, porque
ellos pueden alumbraros en la noche obscura para que encontréis vuestro
camino. Si desaparece el amor entre ellos, y ellos y vosotros,
confundiréis vuestro camino.
Hoy en día la mayoría de la
gente habla de su amor perdido, de las decepciones en su amor. Este es
el amor de las velas apagadas. Dejad este amor de lado y hablad sobre el
amor de las velas encendidas. Donde flamea una llama, donde hay luz,
ahí nunca se cometen crímenes.
Para el amor el hombre debe tener una
comprensión sagrada. Sin embargo, sin saber qué cosa es el amor, sin
haberlo probado, el hombre se pronuncia sobre este. El amor con palabras
no se expresa.
El que puede volverse una vela y formar una llama, él
tiene amor dentro de sí. Esto significa que Dios actúa en él como luz.
Para que se manifieste el Amor Divino son necesarios dos polos: uno de
los polos será vela, y el otro llama.
Por lo tanto, como discípulos,
vosotros debéis comportarse con un temblor sagrado hacia el amor. Para
que lleguéis a este comportamiento sagrado hacia el Amor, vosotros
debéis purificar vuestro pensamiento de todas las comprensiones
torcidas.
Gracias a vuestras comprensiones torcidas, el amor o bien
aparece, o bien desaparece. Mientras mira de manera pura y santa al
amor, el hombre se aprovecha de este.
En el momento en el cual permite
algo impuro en su pensamiento, el amor le abandona. Donde está el amor,
ahí todo florece y ata. El que ama como Dios ama, él es capaz de
resucitar al muerto. Él es capaz de enderezar todos sus errores.
El que
endereza sus errores, él tiene amor. Alguien se queja de que está harto
de enderezar sus errores. Él debe alegrarse de que haya qué enderezar.
Cuando enderece sus errores, le darán el deber de enderezar los errores
de su prójimo. El que no ha enderezado sus errores, él no puede
enderezar los errores de los demás. Por lo tanto, hasta que no
enderecéis vuestros errores, no os ocupéis con enderezar los ajenos.
La gente contemporánea
necesita de una ciencia positiva. Una ciencia positiva es esta, la que
descubre al hombre el sentido interno de los fenómenos en la vida y la
Naturaleza. Por ejemplo, alguien se queja de que al ojo, a la nariz, o a
la oreja le ha salido algún grano. Puesto que pasa por científico, él
dice que este grano se debe a la sangre impura. Esta explicación no es
suficiente.
Él debe saber porqué el grano ha salido en el ojo y no en la
nariz. O, por qué ha salido en la nariz y no en la oreja. Si el grano
ha salido en el ojo, con esto la naturaleza dirige su atención para que
esté enderezado hacia la verdad; si el grano está en la nariz, él tiene
que aprender a pensar recto; si está en la oreja, que escuche bien, que
sea sabio.
El grano se mueve de un lugar a otro, se mueve por todo el
organismo, hasta que el hombre aprenda su lección. Si no aprende su
lección, la Naturaleza le derrumba en la cama y él comienza a gritar por
ayuda. Si veis a vuestro prójimo en tal posición, acudan en su ayuda.
No esperéis que venga otro para ayudarle. Cada uno de vosotros puede
llegar a ser médico, que ayude a un sufriente. Que cada uno pruebe su
fuerza, que vea cuánto sabe. En tales casos, exactamente, él puede
probar sus conocimientos.
¿Por qué vienen las
enfermedades y las pruebas en la vida? Para que apliquéis vuestra
paciencia. Si vuestra paciencia es débil, vais a desarrollarla. Muchos
se quejan de reumatismo. He aquí una posibilidad de aplicar vuestra
paciencia y de curarse poco a poco.
Considerad que el reumatismo os es
dado como una tesis científica para trabajar. Gemiréis, sufriréis, pero
escribiréis vuestra tesis y agradeceréis que tengáis la posibilidad de
dejar en el mundo vuestra obra científica. Esto significa que el hombre
tenga disposición del espíritu.
Como enfermo y sano, como pobre y rico,
como simple y científico, él debe tener disposición de su espíritu. En
cualquier posición que se encuentre, el hombre debe estar contento.
Cada estado, por el cual el
hombre pasa, es temporal. Esta es una posición natural de las cosas. Si
se transforma en algo constante, esto es no natural.
Si hacéis un
pequeño error, agradeced que sea pequeño. Si hacéis un gran error,
agradeced que a través de este hayáis evitado el mal que os estaba
acechando. Cuando hacéis un error grande, los que os rodean detienen su
atención sobre este error y procuran de no caer en la misma posición.
En
tal caso vosotros tenéis que agradecer porque de esta manera habéis
rescatado a vuestros prójimos del mismo error. El mundo razonable
siempre compensa las cosas.
Él distribuye las cargas de la vida sobre
toda la gente: un día pondrá un error, o sea una carga sobre la espalda
de uno; al otro día sobre la espalda de otro, etc. Así que, agradeced
que la Naturaleza os haya premiado con cierta atención.
Ella confía a
vuestra espalda, a vuestras fuerzas, por eso os carga. ¿A qué médico
llaman para enfermedades serias? Al más destacado y capaz. Por lo tanto,
si te sobreviene un gran mal, sabe que tú eres uno de los médicos
destacados a quien le es dado el deber de arreglárselas con este mal.
Decís que fácil se habla, pero que difícil se hacen las cosas.
Verdaderamente, difícil se hacen algunas cosas, pero pueden hacerse.
Cualquier cosa que habléis, a
la gente le gusta escuchar, pero no le gusta que les moralicen.
Verdaderamente, la moralización es la diversión más pesada. Es
desagradable que todo el día escuchéis: “No hagas esto, no hagas
aquello”. La madre toca en el cajón, pero el niño no tiene que tocar.
¿Por qué? Para que no rompa algo. Y la madre puede romper algo.
La madre
pisa en el río, pero el niño no tiene que pisar. ¿Por qué? Para que no
se ahogue. Y la madre puede ahogarse. La madre baja por la escalera,
pero el niño solo no tiene que bajar. ¿Por qué? Para que no caiga. Y la
madre puede caer.
El niño quiere bajar solo por la escalera desde la
segunda planta, pero la madre no lo permite. Mientras que la madre está
alrededor del niño e introduce miedo e inquietud en su corazón, él puede
caer. Si se queda solo en la casa, el niño puede bajar por la escalera
sin caer. Dejado a sí mismo, él baja cuidadosamente, escalón tras
escalón.
Cuando ve una vela encendida, el niño quiere tocarla. Si su
madre está a su lado y le prohíbe tocar la vela, el niño sin falta
pondrá su dedo y se quemará. Si está solo en la habitación, observará la
vela, la rodeará, pero no va a poner su dedo en esta.
El mundo está lleno con seres
razonables que guardan y a los niños, y a los adultos de peligros. No
son solo la madre, el padre, los hermanos y las hermanas quienes guardan
al niño de los peligros en la vida. Miles de seres razonables cumplen
el rol de guardianes en el mundo. Hay una guía razonable en el mundo a
la cual toda la gente debe prestar oído.
A esta guía razonable le
llamamos Providencia Divina. Deja tu destino en las manos de la
Providencia Divina. Si no puedes solucionar un deber, di dentro de ti
mismo: “Hay Providencia Divina en el mundo. Ésta se encargará de esto
que no está en mis fuerzas hacer”. Esto no significa que no tenéis que
trabajar y esperar todo de Dios.
La Providencia Divina se manifiesta a
través de lo Divino que está en cada hombre. Vuélvanse hacia lo Divino
dentro de vosotros, haced conexión con él, y vuestro deber se
solucionará más fácilmente que con la ayuda de alguna fuerza externa.
Ahora os hablo de la Providencia Divina, pero y sin que hable, vosotros
lo verificaréis de una manera; mas si os hablo, lo verificaréis de otra
manera. El mundo es una escuela en la cual todos estáis puestos para
estudiar.
El mundo fue creado como un método razonable para la educación
y la auto-educación de la humanidad. No os ocupéis con los que os
rodean. No deseéis ser como la demás gente, ni tampoco ellos – como
vosotros.
No penséis que la gente es mejor o peor que vosotros. Si son
mejores que vosotros ellos saben esto; si son peores, de nuevo lo saben.
Si llegáis al hombre, ponerlo al mismo nivel en el cual estáis y
vosotros. No deseéis lograr todo de repente. Estudiaos a sí mismos cada
día, que veáis hasta adonde habéis llegado y qué os queda por hacer.
¿Qué adquiriréis si sabéis dónde hay oro enterrado en la tierra? La
gente antes de vosotros sacó mucho oro de la tierra, ¿pero qué hicieron
con éste? En vez de fundirlo, de utilizarlo para su ennoblecimiento,
para que penetre en su sangre, ellos lo transformaron en rifles y
cañones, con los cuales hoy se matan unos a otros. Sólo aquel puede
aprovecharse razonablemente del oro, el que domina la vara mágica. Es
suficiente girarla 2 3 veces en el aire, y el oro saldrá a la
superficie de la tierra.
Sin cavar la tierra, el tendrá oro en sus manos
y sabrá cómo utilizarlo. Él no necesita de mucho oro. Hoy tiene
necesidad de una moneda de oro tanto se le da. Al otro día tiene
necesidad de dos monedas de oro tanto saca de la tierra. Este es un
pensamiento tentador, pero cierto. Este pensamiento es probado y da
resultado, pero para aquel que ha adquirido el arte de la varita mágica.
Pensad ahora sobre las dos
posiciones básicas de la lección: ley y principio. La ley y el principio
son comunes para todos, pero su aplicación en la vida es diferente.
Cada hombre se mueve, pero es dada libertad al hombre para que se mueva
de la manera que él ha elegido para sí.
Toda la gente piensa, pero cada
hombre piensa de su manera específica. Toda la gente siente, pero cada
uno siente de su manera específica. Toda la gente trabaja, pero cada uno
trabaja de su manera específica. La belleza de la vida está en la
variedad, sin embargo, la ley y el principio, en todas las condiciones
son unos y mismos.
El Amor Divino trae la vida plena.
Ley y principio, por el Maestro Beinsa Duno