LA CIENCIA
DE LOS MILAGROS – EL LENGUAJE CUANTICO DE SANACION –DE PAZ-DE SENTIR Y CREER
sábado, 22 de febrero de 2014
SEGUNDA PARTE ADVOCACIONES DE LA VIRGEN MARIA
La Virgen Niña
El 21 de Noviembre
recordamos la Presentación de la Virgen en el Templo, día además en
que se recuerda la dedicación, el año 543, de la iglesia de Santa
Maria la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén. Celebramos
la "dedicación" que Maria hizo de si misma a Dios, ya desde su
infancia, movida por el Espíritu Santo, cuya gracia la llenaba
plenamente.
Nada nos dicen los libros canónicos de este suceso, pero es
algo que se desprende de la misma naturaleza de las cosas. Cuando
los padres eran estériles y pedían a Dios un hijo, ya por adelantado
se lo ofrecían al Señor. Es lo que hicieron Joaquín y Ana, según
cuenta la tradición.
Así se expresa un
antiguo himno: "Los padres de la Virgen Soberana, en su esterilidad,
alcanzaron de Dios el gran tesoro, de esta Niña sin par. Cumplen su
voto y al sagrado Templo, de tres años no mas, llevan su prenda, que
agradable hostia, en el quiere morar".
Pero la razón
principal de este hecho reside en la persona de la Virgen Niña,
aquella Niña transparente, hermosa y bella, celestial princesa. Ha
sido concebida sin pecado. Gabriel la llama llena de gracia. Por
tanto, se comprende que, como algo espontáneo, al no haber estorbo
alguno que lo impidiera, la graciosa Niña se lanzaría intrépida
hacia el Señor, como hacia un imán irresistible. Cuando Maria
contesta al ángel "¿como puede ser esto, pues no conozco varón?", da
a entender su consagración virginal.
Tendría prisa en
entregarse al Señor. El amor, en cuanto de si depende, no permite ni
dilaciones ni distancias. Tendría la Niña unos tres años. Ni ella ni
sus padres querrían esperar mas. Ya había otros casos
así.
Hay un lienzo de
Murillo con una linda escena. Santa Ana esta enseñando a leer a la
Niña. Y lo hace con la Sagrada Escritura. Maria sabría muy bien el
salmo 15: "El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte
esta en tu mano. ¡Me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi
heredad! "
Recitaría también
el salmo 83: "¡Que deseables son tus moradas! Mi alma se consume y
anhela los atrios del Señor. Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre. Vale mas un día en tus atrios que mil en mi
casa". Escucharía el samo 44: "Escucha, hija, mira: inclina el oido, olvida tu pueblo y la casa paterna.
Prendado esta el rey de tu belleza. Ya entra la princesa bellisima,
vestida de perlas y brocado". Asi estarla la Niña Maria.
Muchos pintores,
como Murillo, Jordan, Ticiano y Rafael, han plasmado, con fuerza y
galanura, la fiesta de la Presentacion. Sus padres abajo, como
animandola, la Niña subiendo las gradas, como volando, movida por
las alas de un amor irreprimible, y arriba el sumo sacerdote, de
barba venerable y adornada la cabeza con la mitra de dos cuernos,
esperándola complacido.
Al servicio del
Templo pasaban algunos años de vida muchas virgenes. ¿Puede extrañar
ver entre estas virgenes a la que es la Reina de todas ellas ? Si,
hubo otras. Pero jamas ojos tan puros habían mirado aquellos
porticos. "Como lirio entre espinas", asi era esta Niña entre
todas.
Todo alli le
hablaba del Mesias, el esperado de las gentes. Y su tierno corazon
se inflamaba en deseos de su venida, le llamaba con ansias
inenarrables, sin saber todavia la excelsa mision a que la destinaba
Dios. Alli se preparaba, en la oracion y servicio, a recibir el gran
mensaje.
Este día es un día
apropiado para que las almas consagradas renueven su consagración al
Señor, con prisa y gozo como Maria. Y repitiendo con ella: ¡Me ha
tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad!
María, La Madre
de la Eucaristía
Por largo tiempo Nuestra
Señora se esta apareciendo en privado a Marisa Rossi en Roma. Ella
trae mensajes de Dios para toda la humanidad acerca de la
EUCARISTÍA, que es el corazón de la Fe Católica. En Junio de 1993
Ella le pidió en el nombre de Dios, que los mensajes se hicieran
públicos y entre los años de 1995 a 2000 han ocurrido muchos
MILAGROS EUCARÍSTICOS. Nuestra Señora dice:
YO SOY LA MADRE DE LA
EUCARISTÍA;
CONOZCAN LA PALABRA DE
JESÚS,
AMEN JESÚS LA
EUCARISTÍA.
Desde 1971 Marisa Rossi es
asistida por el Obispo Claudio Gatti, quien es su director
espiritual. El ha fundado el Movimento Impegno e Testimonianza -
Madre dell'Eucaristia, un movimiento de oración para el Triunfo de
la Eucaristía.
S.E. MONS. CLAUDIO GATTI
RECONOCIÓ EL ORIGEN SOBRENATURAL DE LAS APARICIONES Y DE LOS
MILAGROS EUCARÍSTICOS (DECRETO DEL 14/9/2000)
Actualmente
las apariciones continúan y nuevos mensajes son siempre
entregados.
María Auxiliadora
(Italia)
El título de "María Auxilio de los Cristianos", expresa la mediación de María respecto de la humanidad. Como Madre del Redentor, por fuerza y mérito de la corredención, Ella es la ayuda de la humanidad necesitada de redención; lo es también de cada individuo, porque es la Madre espiritual de todos. El nombre Auxilio de los Cristianos, señala una especial forma de mediación, aquella que María ejerce en favor de la Santa Iglesia. Origen de la advocación Históricamente se comenzó a difundir el titulo de María "Auxilio de los Cristianos", aproximadamente en el año 1558, donde la invocación será mencionada en las letanías que recitaban en el santuario de Loreto (Italia) de allí "Letanías Lauretanas". Estas fueron aprobadas por el Papa Clemente VIII en 1601. Tres fechas marcan la historia en la divulgación universal del culto a la Santísima Virgen bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos. Lepanto El 7 de octubre de 1571, durante el pontificado de San Pío V, la flota Cristiana, con el Auxilio de María, logra una victoria contra la flota de los turcos. Después de esta victoria, se propaga la invocación de "María, auxilio de los Cristianos" y de los labios de los soldados sobrevivientes de Lepanto, se difunde por toda Europa. Viena El 12 de septiembre de 1683, durante el Pontificado de Inocencio XI, bajo el mando del rey de Polonia, Juan Sobieski, con un ejército inferior de fuerzas, confiando en la ayuda de María Auxiliadora, vence al ejército turco. Roma El 24 de mayo de 1814, Pío VII, liberado por la intervención de María , de la prisión napoleónica, entra triunfante en Roma, y unos meses después instituyó, la fiesta de "María Auxiliadora". San Juan Bosco En 1815 nació en Piamonte (Italia). El estaría predestinado por Dios a difundir, la invocación y devoción a María Auxiliadora. Ella sería su inspiración para la creación de una triple familia religiosa: Los Salesianos, Las Hijas de María Auxiliadora y los Cooperadores Salesianos. Ella sería también, su maestra y su guía en el contenido espiritual de su Obra. Con los años, la invocación a María, con el título de Auxiliadora se ha extendido por todo el mundo.
Nuestra Señora de Fátima
En 1917, Portugal estaba al borde del
totalitarismo después de la revolución de 1910. La revolución había
decretado una aguda separación de la Iglesia y el estado, la
propiedad de la iglesia había sido confiscada, y se había ordenado
la disolución de las congregaciones religiosas . Las clases
pensantes y gobernantes eran anti-religiosas y decisivamente
anticlericales. La teoría gobernante estaba basada en que las
creencias religiosas tradicionales eran puramente supersticiones y
así lo indicaban en los semanarios y diarios que ellos imprimían.
Aún las áreas rurales normalmente inmunes a las novedades
intelectuales de los centros cosmopolitas fueron afectados por el
cierre de las iglesias y una cautelosa advertencia contra cualquier
expresión externa de creencias religiosas. A pesar de esto, una
sólida fe religiosa tomo raíz en los sencillos campesinos de las
partes rurales del país. En esta atmósfera, una serie de apariciones
de la Bendita Virgen ocurrieron ante tres pequeños niños del
villorrio rural de Fátima por un período cercano a los seis meses
empezando en Mayo de 1917.
Las apariciones tomaron raíz
en una serie de eventos místicos que empezaron en 1915. Tres
pequeños, Lucia dos Santos, de nueve años, y sus dos primos mas jóvenes,
Francisco y Jacinta Marto, estaban pastando un rebaño de ovejas en
la campiña en las afueras de Fátima cuando Lucia se percató de una
nube translúcida que parecía tener una forma humana. Esta se movió a
través del cielo y finalmente se posó sobre un soto de pinos.
Un año después, en el verano
de 1916, los niños llevaban sus rebaños de ovejas hacia una pradera
llamada Couza Velha donde ellos fueron sorprendidos por una súbita
tormenta. Guareciéndose en el refugio de una cueva cercana, ellos
decidieron comer sus refrigerios y esperar hasta que la lluvia
cesara antes de reagrupar sus manadas. Después de completar un breve
Rosario, la lluvia paró de repente y, luego de unos momentos de
dejar la cueva, ellos fueron recibidos por un fuerte viento que
soplaba a través de los pinos. Cuando ellos voltearon para ver que
cosa podría estar causando dicho viento, ellos vieron nuevamente la
nube transluciente que Lucia había visto el año anterior. Esta vez
la nube se movió hacia ellos y finalmente se volvió distinguible
tomando la forma de un transparente " Joven " de cerca de catorce
años de edad. El hombre joven se identifico a los asombrados niños,
" No teman. Soy el ángel de la Paz. Rezan conmigo. "Entonces el se
arrodillo en la tierra ,inclinándose hacia adelante hasta que su
frente se apoyo en esta, y rezó: " Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te
adoro y Yo te amo! Te pido perdón por todos aquellos que no creen ,
que no te adoran y no te aman! " El dijo este rezo por tres veces.
Cuando se levantó el le dijo a los niños " Recen de esta manera. Los
corazones de Jesús y María están atentos a las voces de sus
suplicas. " Diciendo esto, el se desvaneció. Los niños estaban
rebosantes de gozo y en estado de éxtasis. Ellos repitieron este
rezo por un largo tiempo tal como el ángel lo había hecho ó sobre
sus rodillas.
El 11 de febrero de 1858, Bernadette, una niña de catorce años, recogía leña en Massbielle, en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, una de viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las ramas de un rosal, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario. Bernadette al principio se asusto, pero luego comenzó a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la niña, la Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio. El 18 de febrero en la tercera aparición la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".
La noticia
de las apariciones se corrió por toda la comarca, y muchos acudían a
la gruta creyendo en el suceso, otros se burlaban.
En la novena aparición, el 25 de febrero, la Señora mando a Santa Bernadette a beber y lavarse los pies en el agua de una fuente, señalándole el fondo de la gruta. La niña no la encontró, pero obedeció la solicitud de la Virgen, y escarbó en el suelo, produciéndose el primer brote del milagroso manantial de Lourdes. En las apariciones, la Señora exhortó a la niña a rogar por los pecadores, manifestó el deseo de que en el lugar sea erigida una capilla y mando a Bernadette a besar la tierra, como acto de penitencia para ella y para otros, el pueblo presente en el lugar también la imito y hasta el día de hoy, esta práctica continúa. El 25 de marzo, a pedido del párroco del lugar, la niña pregunta a la Señora ¿Quien eres?, y ella le responde: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Luego Bernadette fue a contarle al sacerdote, y él quedo asombrado, pues era casi imposible que una jovencita analfabeta pudiese saber sobre el dogma de la Inmaculada Concepción, declarado por el Papa Pío IX en 1854. En la aparición del día 5 de abril, la niña permanece en éxtasis, sin quemarse por la vela que se consume entre sus manos. El 16 de julio de 1858, la Virgen María aparece por última vez y se despide de Bernadette. En el lugar se comenzó a construirse un Santuario, el Papa Pío IX le dio el titulo de Basílica en 1874. Las apariciones fueron declaradas auténticas el 18 de Enero 1862. Lourdes es uno de los lugares de mayor peregrinaje en el mundo, millones de personas acuden cada año y muchísimos enfermos han sido sanados en sus aguas milagrosas. La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se celebra el día de su primera aparición, el 11 de febrero.
El Mensaje que la Santísima Virgen dio en
Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse en los siguientes
puntos:
1-Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud. 2-Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje. 3-Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz. 4-Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos
Carmen viene de
Carmelo, un monte situado en la población marítima de Haifa en el
norte de Israel, en la zona de Galilea. Precisamente, Karmel
(Carmen) significa en hebreo "jardín" y en latín
"poesía”.
La memoria de Elías
se guardó siempre viva de modo particular en el Monte Carmelo, donde
se eligió seguir al Dios de Israel. Según el relato, Primer libro de
los Reyes, capítulo 18, el sacrificio de Elías, consumado por el
fuego que descendió del cielo, mostró al pueblo que Yahvé era el
verdadero Dios.
Allí se nos dice que las gentes de aquellas
tierras de Haifa adoraban en su amplia mayoría al dios pagano Baal.
El profeta Elías, que predicaba los mensajes del Señor, sin recibir
demasiadas respuestas de los habitantes, les propuso que organizaran
conjuntamente un sacrificio a la ladera del Monte Carmelo, cada uno
rogando a su respectivo Dios, para invocar la lluvia, ya que habían
estado 3 años de sequía. En primer lugar lo hicieron los partidarios
de Baal, sacrificando un novillo en medio de oraciones, pero no
obtuvieron respuesta. Inmediatamente Elías y sus pequeños seguidores
cogieron otro novillo y al cabo de pocos instantes cayó fuego sobre
el altar y sonaron grandes truenos. Elías invitó a uno de sus
seguidores para que subiera a la cima de la montaña y desde allí
éste le dijo:
"Una nube pequeña
como la palma de la mano de un hombre sube del mar"
De pronto, el cielo
se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Cabe
decir que algunos religiosos carmelitas y escritores del siglo XIV
vieron en la mencionada nubecilla la presencia de la Virgen. Esto no
deja ser una bella leyenda devocional sin fundamento, ya que
faltaban unos 900 años para que María naciera.
Elías estuvo
disponible para la obra de Dios y enviado a proclamar su palabra.
Emprendió un largo viaje por el desierto, un viaje que lo dejó
exánime. Se cobijó bajo un árbol y pidió la muerte. Pero Dios no
permitió su muerte, sino que lo impulsó a continuar su viaje hasta
el monte Horeb. Cuando llegó, Dios se mostró a Elías, no en los
consabidos signos del antiguo testamento: fuego, terremoto o del
fuerte viento, sino en una ligera brisa. Elías fue enviado
nuevamente a su pueblo para continuar cumpliendo la voluntad de
Dios.
El Carmelo era sin
duda, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. Los
principales fueron Elías y su discípulo Eliseo, pero existían
también diferentes personas que se retiraban en las cuevas de la
montaña para seguir una vida eremítica. Esta forma de oración, de
penitencia y de austeridad fue continuada siglos más tarde,
concretamente en el III y IV, por hombres cristianos que siguieron
el modelo de Jesucristo y que de alguna forma tuvieron al mismo
Elías como patrón situándose en el valle llamado
Wadi-es-Siah.
A mediados del
siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de
Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron
instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como
patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia
dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Desde su monasterio no
quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el
título de la advocación, respondía a una imagen en especial.
Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en
los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada
concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en
comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden
de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera
una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
En la Edad Media se
creía que María significaba "estrella del mar", en latín "stella
maris". Desde aquella época, muchos carmelitas han aclamado a María
como la "Flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar". Lo hizo el mismo
Simón Stock con esta plegaria que se le atribuye:
"Flor del Carmelo
Viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular. ¡Oh
Madre tierna, intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu
nombre, Estrella del Mar!.
El nombre de
"Stella Maris" se ha dado también a todos los centros del Apostolado
del Mar de la Iglesia Católica que están ubicados en los puertos. En
el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del
Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la
Terra, nacido en 1716 y fallecido en 1797, impulsó su celebración
entre la marinería que él dirigía. Fue a partir de entonces cuando
la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por
el de la Virgen del Carmen.
En Cataluña,
antiguamente, las chicas rogaban con una pequeña oración a Nuestra
Señora del Carmen para que les encontrara esposo rápidamente, daba
igual su estatus económico, rico o pobre: "Mare de Déu del Carme,
doneu-me un bon marit, sia pobre, sia ric, mentre vingui de seguit".
También le tenían como patrona los ya desaparecidos serenos (policía
nocturna) de Barcelona.
Nuestra Señora de Loreto
Esta advocación mariana se originó en una tradición del siglo XIII, que nos cuenta que la Santa Casa donde nació la Virgen María, en donde recibió el Anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios y en donde vivió con Jesús y San José, fue trasladada en el año 1291 desde Nazaret a Tarseto (en Dalmacia, Croacia), para ser protegida y resguardada de todo peligro, porque Palestina había sido invadida por los Mamelucos. (En el año 1191 Los Cruzados, conquistaron la ciudad de Acre (Akka), renombrandola San Juan de Acre, desde allí gobernaron Palestina hasta 1291). El traslado de la Santa Casa Los Ángeles llevaron la Casa cruzando el Mediterráneo y el Mar Adriático y la depositaron en Dalmacia. Los pobladores al verla no se explicaban como había llegado allí, pero supieron que era la Santa Casa cuando la Virgen se apareció a un sacerdote que se encontraba muy enfermo y le contó que esa era la Santa Casa de Nazareth. El sacerdote se sanó inmediatamente y contó la historia a todo el pueblo. Dentro de la Casa había un altar y en él una estatuilla de cedro de la Virgen María, que tenía al Niño Jesús. Tres años más tarde el 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa fue nuevamente trasladada a la ribera opuesta del Adriático, a Italia. Entre un bosque de Laureles, de allí el nombre de Loreto (del latín Lauretum: lugar poblado de laureles). Todos los habitantes del lugar fueron a ver la Casa y se postraron ante la imagen de madera de la Virgen María y el Niño, pero otros llegaban para asaltar a los peregrinos, y por ese motivo tras ocho meses, la Casa dejó el bosque y fue situada por los Angeles en una colina propiedad de los Condes Stéfano y Simeón Raineldi, pero ellos discutieron sobre quien era el dueño de la casa y nuevamente fue trasladada a un monte de piedras cercano a la vía principal que llevaba a Recanati, en ese lugar a permanecido hasta el presente. El Santuario de la Virgen de Loreto se levantó en el siglo XIV. En su interior se encuentra la Santa Casa. Desde entonces Loreto se ha convertido en un extraordinario centro de peregrinación. Los muros de la Basílica con los años se fueron llenando de títulos y advocaciones a la Virgen, ellos dieron lugar a las "Letanías Lauretanas", que comenzaron a rezarse por primera vez allí y que fueron aprobadas por el Papa Clemente VIII en 1601. La imagen de Nuestra Sra. de Loreto, se encuentra en el interior de la Casa, tiene una la túnica tradicional decorativa. El color oscuro de la imagen representa a la estatua original de madera, que con los siglos se oscureció con el hollín de las lámparas del aceite que se usaba en la capilla. En 1921 se destruyó la estatua original en un incendio, y otra similar fue colocada en el lugar. Nuestra Señora de Loreto es la Patrona de la Aviación, su festividad se celebra el 10 de Diciembre. Loreto fue visitado por varios Santos, y por los Papas S. S. Juan XXIII, y S. S. Juan Pablo II. Mamelucos: Eran originalmente los soldados de la guardia personal de los sultanes de la dinastía de los Ayyubies, de origen kurdo, que fue fundada por Saladino. Esta dinastía gobernó Egipto, Mesopotamia, Siria y Yemen desde 1171 hasta 1250. Luego los Mamelucos permanecieron en Egipto, y en 1517 fueron incorporados al Imperio Otomano.
LA VIRGEN DE LA MEDALLA
MILAGROSA
El 27 de noviembre de 1830. La Virgen
Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa
vicentina, y se le apareció de esta manera. La Virgen venía vestida
de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba
la cruz- Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes
salieron rayos luminosos que
descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a
Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".
Entonces
alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o aureola
con estas palabras: "OH María sin pecado concebida, ruega por
nosotros que recurrimos a tí".
Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una Medalla
semejante a esta que estás viendo.
Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de
la Virgen", y apareció una M sobre la M una cruz, y debajo los
corazones de Jesús y María. Es
lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.
El Arzobispo permitió fabricar la medalla tal
cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los
milagros.
Nuestra Señora de AkitaJapón
"Fátima de Oriente"1973-1975 La Virgen nos da urgentes mensajes Aprobación del obispo para veneración: 1988
La Virgen nos implora con urgencia que retornemos a Su Hijo. Si
no hay conversión el pecado conducirá al gran castigo.
Historia
de Akita y aprobación eclesiástica.
El 12 de Junio de 1973 la hermana Agnes Sasagawa oraba en su
convento en Akita, Japón cuando observó
rayos brillantes que emanaban
del tabernáculo. El mismo milagro se repitió
los próximos dos días.
El 28 de Junio, una llaga en
forma de cruz apareció en la palma de la mano
izquierda de Sor Agnes. Sangraba profusamente y le causaba gran dolor.
El
6 de julio, mientras rezaba, Sor Agnes escuchó
una voz procedente de la estatua de la Virgen María que está en la capilla.
Era el primer mensaje.
El
mismo día, algunas hermanas descubrieron
gotas de sangre que fluían de la mano derecha de la
estatua. Este flujo de
sangre se repitió cuatro veces. La llaga en la mano de la estatua
permaneció hasta el 29 de septiembre. Pero ese mismo día, la
estatua comenzó a
"sudar",
especialmente por la frente y el cuello.
El
3 de agosto de 1973, Sor Agnes recibió un segundo mensaje y el 13 de
octubre del mismo año, el tercero y último.
El
4 de enero de 1975, la estatua de la Virgen comenzó a
llorar y continuó llorando en diferentes ocasiones por 6
años y 8 meses. La última vez fue el 15 de septiembre de 1981, fiesta de
Nuestra Señora Dolorosa. Fueron un total de
101 lacrimaciones.
La
hermana vidente se llama "Agnes" que significa cordero. Fue sanada de
sordera, lo cual se verificó no tener explicación médica. Este
milagro fue una señal de la autenticidad de las visitas de la
Virgen
Aprobación eclesiástica de las lágrimas de la estatua y los
mensajes.
El
22 de abril de 1984, después de ocho años de investigación y habiendo
consultado con la Santa Sede, los mensajes de Nuestra Señora de Akita
fueron aprobados por el obispo de la diócesis de
Niigata, Japón,
Monseñor John Shojiro Ito. El declaró que los
eventos de Akita son de origen sobrenatural y autorizó en toda la
diócesis la veneración de la Santa Madre de Akita.
En la villa japonesa de Akita, una estatua de la Madonna ha
derramado sangre, sudor y lágrimas, según el testimonio de mas de 500
Cristianos y no cristianos, incluyendo el alcalde budista del pueblo.
Una monja, Agnes Katsuko Sasagawa ha recibido las estigmas y mensajes de
Nuestra Señora.
En junio de 1988, Joseph Cardinal Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, impartió el juicio definitivo sobre los eventos y mensajes de Akita, juzgándolos confiables y dignos de fe. El cardenal observó que Akita es una continuación de los mensajes de Fátima.
Nuestra Señora de Luján
Antonio Farías Sáa, un hacendado radicado en Sumampa (Santiago del
Estero) quería colocar en su estancia una capilla para la Virgen. Le pidió a
un amigo que vivía en Brasil que le enviara una imagen que representara la
Inmaculada Concepción de María. El amigo le envió dos, la que le había
encargado y otra de la Virgen con el Niño Jesús. Cuando llegaron, fueron
colocadas en una carreta y partieron en caravana rumbo a Sumampa.
La imagen era llevada en carreta de Buenos Aires a
Santiago del Estero cuando se detuvo inexplicablemente a las orillas del río
Luján (67km de Buenos Aires), cerca de la casa de Don Rosendo Oramas. Se
cambiaron los bueyes y se bajó la carga, pero sin resultado. Los bueyes
rehusaban cruzar el río. Entonces alguien observó las dos pequeñas cajas
con las imágenes de la Virgen. Bajaron la estatua de la Virgen con el
Niño sin que nada sucediera, pero cuando removieron la caja con la Inmaculada,
inmediatamente los bueyes echaron a andar. Los asombrados testigos
repitieron esto una y otra vez, con idénticos resultados. Así
comprendieron que Nuestra Señora quería quedarse en Luján y ellos con gusto y
alegría la complacieron. Pronto la noticia se propagó y llegaban
numerosos peregrinos. Al principio la imagen fue llevada a la casa de Don
Rosendo, quien fabricó la capilla primitiva donde se veneró a Nuestra
Señora durante cuarenta años.
Un esclavo escogido por la Virgen:
Manuel
Manuel fue traído de Africa y vendido como esclavo en Brasil. Llegó al Río de la Plata a los 25 años de edad, en la misma embarcación donde venia la bendita imagen de la Virgen. Presenció el milagro en la estancia de don Rosendo y dedicó desde entonces su vida a cuidar a la Virgen de Luján. La tradición nos dice que Manuel, recibió el don de curación con el sebo de las velas de la capilla y relataba a los peregrinos los viajes de la Santa Virgen, que salía de noche para dar consuelo a los afligidos. Con los años, don Rosendo falleció y el lugar quedó casi abandonado, pero éste hombre fue siempre fiel y continuó al servicio de la Virgen.
Doña Ana de
Matos
Viuda de Siqueyras, Doña Matos tenía tierras junto al río Luján, y quería construir una capilla y llevar la imagen a su casa. En el 1671 habló con el Padre Juan de Oramas, administrador de los bienes de don Rosendo y la colocó en su casa, pero la Santa Virgen desapareció y la encontraron en su antigua capilla. Doña Ana volvió a llevar la imagen a su casa y por segunda vez regresó a la estancia de Don Rosendo. Doña Ana consultó entonces a las autoridades eclesiásticas y civiles, quienes viajaron al lugar y examinaron lo sucedido, esta vez la Virgen fue trasladada en una devota peregrinación y en compañía de Manuel. Desde ese momento la imagen no retornó más a su antigua capilla. Luego de confirmar la veracidad de lo sucedido, la autoridad eclesiástica, autorizó oficialmente el culto público a la "Pura y Limpia Concepción del Río Luján". Doña Ana donó el terreno para la realización del nuevo templo en el año 1677 lugar en donde actualmente se encuentra la hermosa Basílica de Luján.
Nuestra Señora de la Candelaria de
Copacabana
Fiesta: 5 de agosto. La península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados de los Incas. Allí, a cuatro mil ocho metros sobre el nivel del mar, la Madre de Dios quiso acercarse a sus hijos para así atraerlos al verdadero Dios. Lo hizo con la mayor delicadeza y respeto. Lo hizo con el amor de Madre que busca a sus hijos mas pequeños. Su rostro tiene rasgos indígenas y es toda dulzura con su Niño en brazos, que parece caerse pero no. La Madre lo sostiene segura. El Niño es el gran regalo que la madre obsequia. Así surge el culto a la "Santísima Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora de Copacabana".
Es una efigie de poco mas de cuatro pies modelada
enteramente en pasta de maguey y terminada en estuco. El cuerpo de la imagen
está totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproducen los
colores y las vestiduras propias de una princesa inca. Su forma original
permanece permanentemente cubierta por hermosos mantos y trajes. Su pelo es
largo sobre sus hombros.
Fue tallada por Francisco Tito Yupanqui,
descendiente del Inca Huayna Capac. Era escultor aficionado y aunque
puso mucho empeño en su obra, era inexperto. Sus primeros intentos
fueron rechazados uno tras otro, hasta que finalmente Dios le recompensó con
poder lograr esta imagen de la Virgen que fue humildemente entronizada en una
pobre iglesia de adobe y piedras el 2 de febrero de 1583, lo que hace de este
santuario mariano uno de los más antiguos de las Américas.
El templo actual data de 1805 y la imagen fue
coronada durante el pontificado de Pío XI. Con el paso del tiempo los
fieles donaron, para adorno de la imagen, gran cantidad de valiosas joyas y el
templo se llenó de regalos y tesoros. Riqueza que fue posteriormente
saqueada por generales, presidentes y dictadores de turno. A pesar de
ello, la "Coyeta", como la llaman los quechuas y los aimaraes; lleva al
cuello, en las manos y el pecho, ricas alhajas y de sus orejas cuelgan
valiosos pendientes de piedras preciosas obsequiados por sus devotos. En
su mano derecha sostiene un canastillo y un bastón de mando, regalo y recuerdo
de la visita que en 1669 le hizo el virrey del Perú.
La imagen original nunca sale de su santuario y
para las procesiones se utiliza una copia de la misma.
Es típico del santuario, basílica desde 1949, que los que lo visitan salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida patrona.
Su fiesta originalmente se celebraba el 2 de
febrero, día de la Purificación de María, y luego se ha trasladado al 5 de
agosto, con liturgia propia y gran celebración popular.
Nuestra Señora Aparecida
Brasil Fiesta: 12 de Octubre
Corre el año 1716 cuando, en el río Paraiba, tres
pescadores trataban de ganarse la vida pero no conseguían pesca. Fue entonces
que alzaron de las aguas con sus redes una hermosa figura de terracota de
Nuestra Señora de la Concepción. Una vez colocada la imagen en su
canoa, la pesca fue tan abundante, que aquellos hombres regresaron a puerto
llenos de temor, porque su frágil embarcación parecía hundirse, incapaz de
sostener el enorme peso de la pesca.
No se sabe cómo la pequeña imagen de solo 36
centímetros fue a parar al río, pero sí se conoce a su autor, Frei Agostino de
Jesús, un monje carioca de Sao Paulo que trabajaba el barro con arte y
refinamiento. La imagen que fue moldeada hacia el 1650, permaneció
sumergida en el Paraíba por muchos años, hasta perder su policromía original y
quedar de un brillante color castaño oscuro.
La Virgen morena se presenta a la veneración de los
fieles recubierta por un rígido manto de gruesas telas ricamente bordadas, que
sólo permiten verle el rostro y las manos, que une sobre el pecho en continua
oración. Porta la corona imperial, de oro y piedras preciosas, con la
que fue coronada reina de Brazil por el Papa Pío X en el
1904. Pío XII la proclamó patrona principal del Brasil en 1930 y el día
de su fiesta, el 12 de octubre ha sido declarado feriado nacional.
Juan Pablo II visitó a la Virgen Aparecida en su
santuario, concediéndole el título de Basílica. Unos días antes, un
individuo lanzó al suelo la imagen fraccionándola en muchos pedazos. Quiso así
parar el gozo de la celebración que se esperaba. Pero el amor y el cuidadoso
trabajo de varios artistas y expertos logró reconstruirla perfectamente y la
Virgen Aparecida retornó a su nicho en la basílica en medio de la enorme
multitud que la aclamaba por madre del Brasil. El odio jamás vencerá
sobre el amor de la Madre de Dios quien nunca abandona a sus hijos.
Cooperación necesaria
Juan Pablo II en ocasión del centenario de la coronación de Nuestra Señora Aparecida, 2004, escribe que "este patrocinio de María sobre una nación no es posible sin la cooperación de sus protegidos, sino que supone su libre consentimiento, que se renueva cada día; supone que se hagan dignos de él, encarnado en un compromiso de vida inspirado por las certezas profundas y sólidas de la fe". Dirigiéndose en particular a los obispos, el Papa subraya la importancia de "asumir con verdadero espíritu pastoral la antiquísima devoción mariana de vuestro pueblo. (...) Para que esta devoción sea un camino para el encuentro, en la fe, con Dios en Jesucristo, depende mucho del ejemplo de los pastores y de los agentes de pastoral". "Ayudad por tanto a los fieles a vivir su devoción mariana como un testimonio claro y valiente de amor a Cristo, que manifieste la identidad personal y comunitaria de los católicos, contra el peligro del secularismo y del consumismo, y al mismo tiempo, favorezca en las familias la práctica de las virtudes cristianas. Del mismo modo, esta devoción ayudará a consolidar los vínculos de comunión con los pastores de la Iglesia de Cristo, afrontando la disgregación de la fe, tantas veces fomentada por el proselitismo de las sectas".
Nuestra
Señora del Carmen del Maipú
Patrona de Chile
Fiesta: El último domingo de
septiembre.
Fiesta universal de la Virgen del Carmen: 16 de julio
La antigua devoción carmelitana se remonta a los
monjes del Monte
Carmelo en Tierra Santa. En el siglo XVI, durante el tiempo de la
conquista de América, Santa Teresa de Avila, junto con San Juan de la Cruz,
llevan a cabo en España la reforma de la orden carmelita. La devoción aumenta
y llega al Nuevo Mundo.
En el año 1785 Don Martín de Lecuna encarga a un
escultor de Quito, Ecuador, una imagen de Nuestra Señora del
Carmen.
Durante las guerras independentistas chilenas los
nacionalistas toman a la Virgen del Carmen como patrona de su ejercito. El 5
de diciembre de 1811, los Generales José Miguel Carrera y Bernardo o'Higgins
se dirigen al Vicario de Santiago de Chile para pedirle "una Misa Solemne de
Acción de Gracias" por el triunfo de las luchas independentistas. El 5 de
enero de 1817 el General José de San Martín coloca su bastón de mando en la
mano derecha de la imagen jurándola solemnemente como Patrona del Ejército de
los Andes y en la Víspera de la batalla de Chabuco el ejército con O'Higgins a
la cabeza proclama a la Virgen del Carmen Patrona y Generala de las Armas
Chilenas. En 1818, ante el avance de las fuerzas españolas, el pueblo y
sus líderes inundan la catedral para depositar su oración y su confianza a los
pies de la Virgen Carmelitana, prometiéndole levantar un templo en su honor
allí donde fuera firmada la libertad de Chile: "En el mismo sitio donde se dé
la batalla y se obtenga la victoria, se levantará un Santuario a la Virgen del
Carmen, Patrona y Generala de los Ejércitos de Chile, y los cimientos serán
colocados por los mismos magistrados que formulen este voto, en el mismo lugar
de su misericordia, que será el de su gloria".
Por eso, el 5 de abril, en medio del fragor de la
batalla de Maipú el General San Martín anima a su ejército gritando: "Nuestra
Patrona, la Santísima Virgen del Carmen nos dará la victoria y aquí mismo le
levantaremos la iglesia prometida para conmemorar ese triunfo". Antes de
finalizar el año se colocó la primera piedra del santuario, que se terminó en
el 1892. El templo actual fue inaugurado en octubre de 1974.
En 1923 la Santa Sede, a petición del Episcopado
Chileno nombró a la Virgen del Carmen como Patrona Principal de todo el pueblo
de Chile, ya que antes lo era sólo del ejército y la armada
chilena.
Dos son las imágenes del Carmen que los chilenos
veneran con especial cariño: la del Santuario Nacional de Maipú, tallada en
Quito en 1785 y la de la Basílica del Salvador en Santiago de Chile, de
factura francesa del siglo XIX, coronada solemnemente en 1926.
A pesar de que la Virgen fue acogida en tiempos de
guerra no podemos jamás pensar que ella bendiga la violencia como medio de
resolver conflictos. Mas bien podemos pensar que La Virgen actuó para
apaciguar los odios y minimizar el horror de guerra. La Virgen del Carmen es
madre tanto de españoles como de chilenos y como toda madre quiere la
reconciliación y la paz entre sus hijos. Su verdadero y único deseo es
que hagamos lo que nos pide el su Hijo, quien es la única libertad
verdadera.
Nuestra Señora de Chiquinquirá
Patrona de Colombia Fiesta: 9 de Julio Sobre una rústica tela de algodón de procedencia indígena, un pintor español, llamado Alonso de Narváez pintó con bastante arte, una imagen de la Virgen del Rosario. En su paleta usó colores al temple, con pigmentos naturales tomados de la composición mineral de la tierra y del zumo de hierbas y flores de la región. Como el lienzo era casi cuadrado (44 pulgadas de alto por 49 de ancho), el artista balanceó y completó el espacio añadiendo, a los lados de la Virgen del Rosario, las imágenes de San Antonio de Padua y de San Andrés Apóstol por ser el primer patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.
En 1562 el cuadro fue colocado en un capilla
techada de paja en la que se filtraba la lluvia y con ella la humedad del
ambiente. Esto, unido a la acción del aire y el sol dejaron la pintura
en tan mal estado que muy pronto era ya imposible reconocer lo que había sido
pintado en ella. En 1577 la deteriorada imagen fue llevada al sitio de
Chiquinquirá y abandonada en el cuarto que tiempo atrás sirviera de oratorio a
la familia. Ocho años más tarde llegó a este lugar María Ramos, una
piadosa sevillana, quien después de arreglar y limpiar la modesta capilla
colocó en ella el borroso lienzo que un día llevara la imagen de la Virgen del
Rosario. El viernes 26 de diciembre de 1586 la imagen recobró
prodigiosamente su color y su brillo original en una restauración instantánea,
que cerró los rasguños y agujeros de la tela cubriéndolos de luz y
color.
La Virgen del Rosario que ocupa el centro del
cuadro mide aproximadamente un metro de alto; su mirada se vuelve hacia la
izquierda, desviando la atención hacia el Niño casi desnudo que lleva en sus
brazos. Es una imagen serena cuya delicada sonrisa irradia gran
dulzura. El color de su rostro es pálido, lo mismo que el del Niño.
Curiosamente, éste lleva en la mano derecha un pajarito de vivo plumaje que un
cordel sujeta a su dedo pulgar y de la mano izquierda deja colgar un pequeño
rosario.
Nuestra Madre apoya su cuerpo sobre una media luna,
en una posición que sugiere que va de camino. Cubre su cabeza una toca
blanca recogida sobre el pecho, y un manto azul celeste envuelve su vestido de
color rosado. Con el dedo meñique de su mano izquierda sostiene un rosario que
le cae en el medio del cuerpo y en la mano derecha porta un cetro de reina. El
cuadro conserva las huellas del pasado deterioro y es cosa notable el que las
figuras, que de cerca se ven imprecisas o borrosas, adquieren su relieve y
profundidad cuando se observan a cierta distancia. Al lienzo se le han
superpuesto dos coronas, un cetro, dos rosarios y 27 escudos de oro que dan un
hermoso relieve al cuadro, cuyo marco, formado por semicircunferencias de
plata, porta las insignias de la condecoración presidencial. Durante
trescientos años el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se
presentó a los fieles sin protección alguna, contándose por millares los
objetos que anualmente tocaban la endeble tela de algodón. Los devotos
usaban largas varas o cañas para hacer llegar hasta el bendito lienzo diversos
objetos de devoción. Es algo realmente admirable que la tela se conserve
intacta, a pesar de que tanta manipulación, por fuerza debió haber destruido
totalmente el frágil tejido de algodón. Desde 1897 un grueso cristal
protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos
peregrinos.
Pío VII la declaró patrona de Colombia en 1829
concediéndole fiesta litúrgica propia. "La Chinita" como la llama su
pueblo, fue coronada canónicamente en 1919 y su santuario declarado Basílica
en 1927.
Nuestra Señora de Coromoto
Patrona de Venezuela Fiesta: celebrada tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre. A la llegada de los españoles a la región de Guanare, hacia el 1591, un grupo de indios de la tribu de los Coromotos decide abandonar su tierra y huir hacia el río Tucupido, porque no quieren nada con los blancos ni con la religión que ellos traen. Cincuenta años después los indios, que siguen sin convertirse al Evangelio, viven en un poblado no muy distante de la villa de los españoles; ambos grupos viven en armonía, pero permanecen aislados entre sí.
Estando así las cosas, una
mañana del año 1651, el cacique de los Coromotos, junto con su esposa,
contempla asombrado una extraordinaria visión. En la quebrada
del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa señora
los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño
niño que lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente. La
misteriosa señora llama al cacique y le ordena: "Sal del
bosque junto con los tuyos y ve donde los blancos para que reciban el
agua sobre la cabeza y puedan entrar en el cielo".
El cacique impresionado por
lo que ha visto y oído, decide obedecer a la bella señora y marcha con
su tribu para ser instruido en la religión cristiana. Sin
embargo, el indio, acostumbrado a la libertad de los bosques no puede
adaptarse al nuevo régimen de vida y junto con su familia, se vuelve a
su aldea en la selva. La señora se aparece nuevamente, esta vez
en la modesta choza del indígena; y aunque la Virgen se presenta
rodeada de un aura luminosa cuyos rayos inundan de fuego todo el
bohío, no logra conmover al cacique que, enojado, trata de echarla y
hasta llega a tomar sus armas con la clara intención de amenazar a la
amable señora. Siempre sonriente, la Virgen avanza suavemente
hacia el cacique y cuando este extiende con ira su mano para
atraparla, ella desaparece ante su vista. En el puño cerrado del
indio coromoto quedó una pequeña estampa en la que ha quedado impresa
la imagen de la Señora.
El mal ejemplo es un
obstáculo para que otros encuentren la verdad sobre Jesucristo.
Siempre ha sido así. No por eso la verdad cambia. ¡Cuantos se han
separado de la Iglesia por el mal ejemplo de un sacerdote o de alguien
que está identificado con la Iglesia!. ¡Que gran responsabilidad
tenemos los cristianos al ser embajadores de Cristo! Debemos al
mismo tiempo recordar que nuestra fidelidad a la Iglesia se fundamenta
en Dios que nunca falla. Cuando vemos el pecado ajeno, en vez de
separarnos de la Iglesia, debemos examinar nuestro propio
comportamiento que es por el que seremos juzgados. Pero que
difícil es eso cuando nunca se ha conocido a Jesús, como en el caso de
los indios. ¿como pueden llegar a distinguir entre los católicos malos
y la verdad de su religión?. Por la dificultad de ello es que
viene la Virgen a Venezuela, y con su amor de madre lleva a los indios
a superar el obstáculo de las diferencias culturales y a recibir por
la Iglesia a Jesús.
La Virgen de Coromoto es una
diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 de
ancho. El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel
de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y
sostiene al Niño Jesús en su regazo. Su apariencia es de ser
dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a
base de rayas y puntos.
La Virgen y el Niño miran de
frente; erguidas sus cabezas coronadas. Dos columnas unidas
entre si por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene.
La virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros
reflejos morados. Un blanco velo cae simétricamente sobre sus
cabellos cubriéndolos devotamente. La túnica de la Virgen es de
color pajizo y la del niño es blanca como su velo.
La imagen se muestra a la
veneración de los fieles protegida dentro en una riquísima custodia.
El 7 de octubre de 1944, a petición de los obispos de la nación, Pío
XII la declaró, "Patrona de la República de Venezuela" y su coronación
canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición, el
11 de septiembre de 1952.
El Emmo, Sr. Cardenal
Arzobispo de la Habana, Manuel Artega y Betancourt, coronó la sagrada
imagen de Nuestra Señora de Coromoto en representación del Papa Pío
XII. Los venezolanos celebran a su patrona en tres ocasiones cada año,
el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre. El Santuario Nacional
de la Virgen de Coromoto, lugar de encuentro de grandes
peregrinaciones, fue declarado Basílica por S.S. el Papa Pío XII el 24
de mayo de 1949.
Nuestra Señora de los
Angeles
Patrona de Costa Rica Fiesta: 2 de agosto La ciudad de Cartago, como muchas otras en la época colonial, segregaba a los blancos de los indios y mestizos. A todo el que no fuera blanco puro se le había prohibido el acceso a la ciudad, donde una cruz de piedra señalaba la división y los límites.
Estamos en los alrededores del año 1635, en la
sección llamada "Puebla de los Pardos" y Juana Pereira, una pobre mestiza, se
ha levantado al amanecer para, como todos los días, buscar la leña que
necesita. Es el 2 de agosto, fiesta de la Virgen de los Angeles, y la
luz del alba que ilumina el sendero entre los árboles, le permite a la india
descubrir una pequeña imagen de la Virgen, sencillamente tallada en una piedra
oscura, visiblemente colocada sobre una gran roca en la vereda del camino.
Con gran alegría Juana Pereira recogió aquel tesoro, sin imaginar que
otras cinco veces más lo volvería a hallar en el mismo sitio, pues la imagen
desaparecía de armarios, cofres, y hasta del sagrario parroquial, para
regresar tenazmente a la roca donde había sido encontrada. Entonces
todos entendieron que la Virgen quería tener allí un lugar de oración donde
pudiera dar su amor a los humildes y los pobres.
La imagen, tallada en piedra del lugar, es muy
pequeña, pues mide aproximadamente sólo tres pulgadas de longitud.
Nuestra Señora de los Angeles lleva cargado a Jesús en el brazo izquierdo, en
el que graciosamente recoge los pliegues del manto que la cubre desde la
cabeza. Su rostro es redondeado y dulce, sus ojos son rasgados, como
achinados, y su boca es delicada. Su color es plomizo con algunos
destellos dorados como diminutas estrellas repartidas por toda la
escultura.
La Virgen se presenta actualmente a la veneración
de sus fieles en un hermoso ostensorio de nobles metales y piedras preciosas,
en forma de resplandor que la rodea totalmente, aumentando visualmente su
tamaño. De la base de esta "custodia" brota una flor de lis rematada por
el ángel que
sostiene la imagen de piedra. De esta sólo se ven los rostros de María y el Niño Jesús, pues un manto precioso la protege a la vez que la embellece.
La "Negrita" como la llama el cariño de los
costarricenses, fue coronada solemnemente el 25 de abril de 1926. Nueve
años más tarde, su Santidad Pío XI elevó el Santuario de la Reina de los
Angeles a la dignidad de Basílica menor.
A Cartago llega un constante peregrinar de devotos
que vienen a visitar a su Madre de los cielos; muchos entran de rodillas, como
acto de humildad y de acción de gracias y luego van a orar ante la roca donde
fue hallada la bendita imagen. Esta piedra se ha ido gastando por el roce de
tantas manos que la acarician agradecidas mientras oran, dan gracias y piden
alivio a su dolor, sus sufrimientos o sus necesidades. Debajo de esta piedra
brota un manantial cuyas aguas recogen los que acuden en busca de la
misericordia y la salud. El agua es signo del bautismo. No hay otra cosa
que mas quiera la Virgen a que vivamos profundamente las gracias de nuestro
bautismo.
Nuestra Señora de
la Presentación del Quinche
Patrona de Ecuador Fiesta: 21 de Noviembre
La imagen de Nuestra Señora
de la Presentación del Quinche es una hermosa escultura en madera,
tallada en el siglo XVI por Don Diego de Robles, extraordinario artista al que
se deben otras imágenes de María de gran popularidad y veneración.
Según algunos testimonios, la Virgen se apareció a
los indios en una cueva prometiéndoles librarlos de los peligrosos osos que
devoraban a los niños. Por otra parte, los que habían encargado la
confección de la imagen a Don Diego, no le pagaron por ella, por lo que
decidió entonces dársela en vez a los indios oyacachis a cambio de unos
tablones de fino cedro que este necesitaba para sus trabajos. Los caciques
quedaron admirados cuando vieron llegar a Diego Robles con la imagen de la
Virgen a cuestas y reconocieron en ella los mismos rasgos de la Señora que se
les había aparecido y les había hablado en la cueva. Sin duda, la Virgen
quiso visitar primero a sus hijos mas pobres para atraerlos al Señor de los
Señores quien ella lleva en sus brazos.
Quince años permaneció la imagen al cuidado de los
indios hasta que en 1604, el obispo del lugar ordenó su traslado al poblado
del Quinche, de donde finalmente tomó su nombre. La imagen, que es una fina
talla en madera de cedro de unos 62 cm. de alto, está revestida por un amplio
y hermoso ropaje de brocado cubierto de gemas, y bordado con hilos de oro y
plata que sólo dejan ver su rostro moreno y apacible. La Virgen lleva un
cetro en la mano derecha y con la izquierda sostiene el Niño en actitud de
bendecir, mientras sostiene una esfera de oro coronada por una cruz.
A los pies de la imagen, la peana y la gran media
luna, ambas de plata pura, y las pesadas coronas imperiales de oro y piedras
preciosas, manifiestan la generosidad del pueblo ecuatoriano que gusta ver a
su patrona resplandeciente, vestida siempre con las mejores galas. El rostro
de Jesús evoca las facciones de los niños mestizos de aquellas sierras.
Mestizo es el color de la Madre, síntesis del alma del inca y del español.
Su fina nariz está enmarcada por un delicado rostro ovalado de labios
delgados y boca pequeña; sus ojos achinados y su mirada triste con los
párpados entrecerrados o caídos le confieren una dulzura única. Por eso
esta advocación es tan popular en Ecuador, especialmente entre los indios que
llaman con afecto "la Pequeñita" a su protectora del cielo.
Es de admirar la variedad de cantos que se entonan
en honor de la Virgen del Quinche, con textos en quechua, en jíbaro y en otros
diversos dialectos de la región y también en castellano; muchos de ellos se
cantan desde hace cuatro siglos. La imagen fue coronada en 1943 y su
fiesta se celebra el 21 de noviembre. El templo actual fue declarado
Santuario Nacional en 1985.
La Dolorosa del Colegio es un óleo de la Virgen,
que el 20 de abril de 1906, en el comedor del internado del Colegio San
Gabriel de los Padres Jesuitas, prodigiosamente parpadeó en repetidas
ocasiones durante 15 minutos. Fueron testigos de este milagro el P. Andrés
Roesch sj, el Hno. Luis Alberdi y 36 alumnos. Tales acontecimientos transcurrieron dentro de un contexto, en el cual, la revolución
liberal de 1895 venía propugnando un hostil laicismo para la educación en los
establecimientos de enseñanza fiscal. Los católicos vieron en el prodigio de
la Dolorosa una preocupación de la Madre de Dios con el futuro de la niñez y
juventud ecuatorianas, despertando en todo el país un fuerte impulso de
religiosidad.
Cada año los fieles celebran la
procesión de la Virgen Dolorosa del Colegio en Quito, capital de Ecuador. He
aquí el relato del año 2002.
QUITO, abril 21 de 2002.- El centro de esta ciudad ha sido, una vez más, testigo de la multitud de fieles que año a año crece, para asistir a la procesión de la Virgen Dolorosa del Colegio. Con esta procesión realizada hoy domingo se concluyó la novena de la Dolorosa del Colegio, la cual fue encabezada por el Sr. Arzobispo de Quito, Cardenal Primado del Ecuador monseñor Antonio González Zumárraga quien fuera acompañado por la comunidad de los padres jesuitas, presidida ésta por su superior el Padre Federico Sanfeliú. Desde el día 12 de abril se desarrolló la novena que comenzaba diariamente a las 3:25 a.m. con la eucaristía para continuar con el Rosario de la Aurora, a las 4:00 a.m, que se recitaba por las calles del Quito invernal, que fue temperado por el fervor de las 15 cuadras de fieles que lo realizaron madrugada tras madrugada. Durante todo el día, la Iglesia de la Compañía fue visitada por multitudes que llegaban hasta los pies del prodigioso cuadro de la Dolorosa del Colegio, para pedirle especiales favores para ellos y para el Ecuador católico, que no hace sino aumentar con el transcurso del tiempo. La procesión de cierre terminó con un eucaristía en la atestada Catedral, que no fue capaz de recibir a todos los fervorosos devotos de la Virgen. El Cardenal González en su homilía hizo una especial súplica a la Dolorosa del Colegio "para que su Divino Hijo conduzca al Ecuador por los senderos de la rehabilitación religiosa y espiritual. Para que Ella remedie los graves problemas y necesidades de este país tan amado por la Providencia." El prelado manifestó "¡Oh Santísima Virgen, Dolorosa del Colegio Patrona de la educación católica del Ecuador, protege a nuestra niñez y nuestra juventud y mantened en ellos la fe incontaminada. Dad a los padres de familia la libertad de escoger para sus hijos la educación católica en los establecimientos fiscales; que el Legislativo apruebe la ley de libertad de enseñanza para los colegios estatales!" "Proteged también a nuestras ciudades de la costa de las terribles inclemencias de la naturaleza, que azotan a sus habitantes en estos días. Madre dolorosa al pie de la Cruz, Madre espiritual de todos los hombres, Madre espiritual de los ecuatorianos, os agradecemos todos los beneficios de la Redención, y también por estos casi 100 años de favores, recibidos a través de vuestra advocación de la Dolorosa del Colegio. Animo a todos los ecuatorianos para que amemos a la Virgen Santísima, filialmente y constantemente".
Nuestra Señora de la PazEl
Salvador
Fiesta: 21 de Noviembre, Presentación de la Virgen María. En el año de 1682 unos mercaderes encontraron en la orilla del Mar del Sur salvadoreño una caja abandonada; Estaba tan bien sellada que no pudieron abrirla con sus herramientas. Seguros de que contenía algún objeto valioso, ataron la caja sobre el lomo de su burra y la llevaron a la ciudad de San Miguel. Esperaban poder allí encontrar como poder abrirla. Llegaron a la ciudad el 21 de noviembre. Con la intención de asegurar la propiedad del posible tesoro, se dirigieron primero a las autoridades del lugar para dar cuenta del hallazgo; cuando al pasar por delante de la iglesia parroquial, hoy Catedral, la burra se echó en tierra sin que nadie pudiese moverla de ahí. Entonces, sin esfuerzo alguno lograron abrir la caja y descubrieron que el tesoro que contenía era una hermosa imagen de Nuestra Señora con el Niño en brazos.
El origen de la imagen permanece en el misterio,
pues nunca se pudo conocer qué destino tenía aquella caja, ni cómo llegó a las
playas del Salvador. Se cuenta que al arribar la imagen había una cruenta
lucha entre los habitantes de la región y al correr la voz del maravilloso
hallazgo, todos depusieron las armas e inmediatamente cesaron las
hostilidades; también se refiere que en las luchas fratricidas del 1833, el
bando triunfador, en vez de tomar represalias, como se esperaba, hizo colocar
la bendita imagen en el atrio de la parroquia y a los pies de María se juró
solemnemente no guardar rencores y borrar el odio de los corazones para que la
paz germinara en fraternidad y reconciliación. Ciertamente un milagro
maravilloso. Por esto dieron a la imagen el hermoso título de Nuestra Señora
de la Paz, cuya fiesta litúrgica se celebra el 21 de noviembre, en recuerdo de
su llegada a la ciudad de San Miguel.
La imagen de Nuestra Señora de la Paz es tallada en
madera vestida. Lleva bordado al frente de la falda de su blanco traje,
el escudo nacional de la República del Salvador. La imagen lleva en su mano
derecha una palma de oro en recuerdo de la erupción del volcán Chaparrastique,
que amenazó con hundir a la ciudad en un mar de lava ardiente. Los
atemorizados habitantes de San Miguel colocaron la imagen de Nuestra Señora de
la Paz en la puerta principal de la Catedral y en ese mismo momento la fuerte
corriente de lava cambió de dirección, apartándose de la ciudad. En el
punto exacto donde la lava torció el rumbo hay un pueblo que se llama "Milagro
de la Paz". Esto sucedió el 21 de septiembre de 1787 y ese día todos
vieron en el azul del cielo que el humo que salía del del volcán formaba una
palma. Viendo en esto una señal del amparo de la Virgen, el pueblo
decidió colocarle en la mano una palma de oro, semejante a la que habían
contemplado en el cielo.
Benedicto XV concedió la coronación canónica de la
imagen, que se efectuó el 21 de noviembre de 1921. El nuevo templo dedicado a
Nuestra Señora de la Paz fue terminado en 1953.
Nuestra Señora del Rosario
Patrona de Guatemala Fiesta: mes de octubre
La imagen de Nuestra Señora del Rosario, obra de artistas desconocidos, fue
terminada hacia el 1592. Mandada a hacer por el sacerdote dominico Fray López
de Montoya, fue confeccionada totalmente en plata pura. Su forma original no
puede ser apreciada, pues la imagen se presenta a los fieles revestida de
elaboradas vestiduras y adornos.
La Virgen tiene un hermoso rostro que, según cuentan sus devotos, cambia su
color rosado encendido a otro mucho más pálido cuando surge algún conflicto o
se aproxima alguna desgracia para la nación.
La imagen lleva un gran rosario en la mano derecha y la otra sostiene al
Niño que aparece confiadamente dormido mientras su madre los sostiene.
La tradición popular dice que la Virgen María salió a recorrer la América y
el Niño se durmió al llegar a Guatemala, por eso se quedó en la imagen
así.
Los líderes de la independencia la proclamaron Patrona de la nueva nación
en 1821 y ante ella juraron no descansar hasta obtener la libertad de
Guatemala.
La Virgen del Rosario fue solemnemente declarada "Reina de Guatemala" en
1833 y coronada canónicamente el 28 de enero de 1934. La gran ceremonia tuvo
lugar en la plaza principal, al frente de la fachada de la Catedral, durante
el pontificado de Pío XI. La coronación de la imagen debió hacerse al aire
libre pues no se halló ningún templo lo suficientemente grande para albergar a
la multitud.
La corona que el Arzobispo Luis Durou colocó sobre la cabeza de la bendita
imagen, es una valiosa obra de orfebrería que manifiesta la devoción y el
entusiasmo popular de los guatemaltecos.
La Iglesia y Convento de Santo Domingo, santuario actual de la Virgen del
Rosario, es un templo de amplias naves, de bóveda de ladrillo y cal que
comenzó a construirse en 1788 y se terminó en 1808.
Octubre, mes dedicado al Rosario, es el acontecimiento religioso y popular
más importante para el pueblo y la nación guatemalteca. Todo el mes se
convierte en ocasión de celebración, de fiesta y de constantes peregrinaciones
al Santuario de la Virgen del Rosario.
El milagroso icono de Nuestra Señora
del Perpetuo es muy anterior al descubrimiento de América.
Teniendo esta advocación mariana como patrona de su congregación,
los Padres Redentoristas la llevaron a sus misiones en Haití. Allí se le
edificó un santuario en Béle-Aire, cerca de Puerto Príncipe.
En 1883 una terrible epidemia de
viruela azotaba el país. Los devotos acudieron a la Virgen del Perpetuo
Socorro y le hicieron una novena. La epidemia cesó milagrosamente y se
decidió nombrarla patrona del país.
En 1993 se celebró con gran regocijo
el centenario del milagro y del nombramiento de la Virgen como patrona.
El Papa Juan Pablo II visitó Haití para esta celebración y puso al país bajo
el amparo de la Virgen del Perpetuo Socorro.
Los Haitianos también tienen gran
devoción a la Virgen de la Asunción.
¿Cuándo fue La Inmaculada
establecida como la patrona de los Estados Unidos de Norte América?
La devoción mariana tuvo gran influencia en los
católicos de Estados Unidos. Los Jesuitas franceses fueron misioneros y
exploradores en el territorio de Lousiana que se extendía hacia el norte por
el río Mississippi hasta Canadá. Ellos honraban a la Madre de Dios con el
título de la Inmaculada. Jacques Marquette, S.J., le llamó al río Mississippi
el “Río de la Inmaculada Concepción” en el año 1673.
El obispo John Carroll tuvo una gran influencia
para que la devoción mariana se propagara en Estados Unidos. Ordenado
sacerdote en 1769, era un hombre que llevaba en su corazón una gran
espiritualidad mariana. Fue elegido primer obispo de Baltimore y la sede fue
formalmente establecida el 6 de noviembre de 1789. El día elegido por él para
su consagración episcopal fue el día de la fiesta de La Asunción (15 de agosto
de 1790), título bajo el cual la escogió como patrona de su diócesis, que en
aquel tiempo incluía a todo los Estados Unidos. La catedral que el obispo
Carroll comenzó, donde más tarde tuvieron lugar los muchos concilios plenarios
y provinciales de Baltimore, está dedicada a La Asunción de Nuestra
Señora.
La devoción a María bajo el título de la Inmaculada
Concepción floreció en el siglo diecinueve. En el sexto concilio provincial de
Baltimore en 1846, los obispos de Estados Unidos pidieron que la
bienaventurada Virgen María bajo el título de la Inmaculada Concepción fuera
nombrada patrona de la Iglesia Católica de los Estados Unidos. El decreto fue
confirmado por el Papa Pío IX el siguiente año (1847). Esta decisión se
confirmó cuando en 1854 fue proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción
por la Iglesia Universal y también por las apariciones en Lourdes de
Francia en 1858.
La Virgen Santísima se apareció en el Tepeyac al
Beato Juan Diego en 1531. Como prueba de su visita la
Virgen milagrosamente hizo que en aquel lugar aparecieran preciosas rosas de
Castilla y que su imagen se quedara permanentemente en la tilma de su
siervo. Ya en España existía la advocación a la Virgen de
Guadalupe en Cáceres y en
La
Gomera.
La milagrosa imagen de la Virgen de Guadalupe se
venera en México (y en todo el mundo) con grandísima devoción, y los milagros
obtenidos por los que rezan a la Virgen bajo esta advocación son tan
extraordinarios que no se puede menos que exclamar: "El poder divino está
aquí". Dios Todopoderoso se complace en derramar sus dones por medio de
aquella a quien El escogió para ser su madre.
Nunca han faltado, aun entre los católicos, los que
rechazan la historicidad de las apariciones de la Virgen. Pero estos
ataques se convierten en oportunidades para nuevos estudios. Así ocurrió con
los exhaustivos estudios dirigidos por Fidel
González mccj en preparación para la canonización de Juan Diego y
recogidos por la agencia Zenit:
Quizá uno de los trabajos más
originales del padre González, quien ha sido asistido en esta labor por otros
miembros de la comisión, Eduardo Chávez Sánchez y José Luis Guerrero Rosado
(cf. «El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego», Editorial Porrúa,
México 1999, 564 pp.) es la presentación de 27 documentos o testimonios
indígenas guadalupanos y 8 de procedencia mixta indo-española. Entre todos
ellos, destaca el «El
Nican Mopohua» y el llamado Códice «Escalada».
Los antiaparicionistas, sin embargo,
no pueden explicar con elementos históricos algunos aspectos decisivos de la
historia de México sin tener en cuenta el milagro de Guadalupe. Como, por
ejemplo, el que, después una conquista dramática y tras dolorosas divisiones y
contraposiciones en el seno del mundo político nahuatl, en un lugar
significativo para el mundo indígena, en el cerro del Tepeyac, se levantara en
seguida una ermita dedicada a la Virgen María bajo el nombre de Guadalupe, que
con la Guadalupe de España coincide sólo en el nombre.
No explican tampoco cómo Guadalupe se
convirtió en señal de una nueva historia religiosa y de encuentro entre dos
mundos hasta ese momento en dramática contraposición.
.... Existen otras muchas pruebas
históricas sobre la existencia de Juan Diego, como, por ejemplo, la tradición
oral, fuente decisiva al estudiar a los pueblos mexicanos, cuya cultura era
principalmente oral. Esta tradición, en esos casos suele obedecer a cánones
bien precisos y, en el caso de Guadalupe, siempre confirma la figura histórica
y espiritual de Juan Diego. Quien quiera profundizar en el aspecto histórico
del vidente de Guadalupe, puede leer a continuación el artículo inédito
escrito por una de las personalidades más competentes en la materia, Fidel
González, presidente de la Comisión histórica sobre Juan Diego constituida por
la Santa Sede.
La siguiente historia es tomada
del escrito del indio Nican
Mophua del XVI
Un sábado de 1531 a principios de
diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que
residía a la ciudad de México a clase de catecismo y a la Santa Misa. Al
llegar junto al cerro llamado Tepeyac amanecía y escuchó que le llamaban de
arriba del cerro diciendo: "Juanito, Juan
Dieguito".
Él subió a la cumbre y vio a una
Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual
con palabras muy amables y atentas le dijo: "Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a
dónde vas?... sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo
soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios, por quien
se vive; del Creador cabe quien está todo; Señor del cielo y de la tierra.
Deseo vivamente que se me erija aquí un templo, para en él mostrar y dar todo
mi amor, compasión, auxilio y defensa pues yo soy vuestra piadosa madre;
a ti, a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra y a los demás
amadores míos que me invoquen y en Mí confíen; oír allí sus lamentos, y
remediar todas sus miserias, penas y dolores.
Y para realizar
lo que mi clemencia pretende, ve al palacio del obispo de México y le dirás
cómo yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo, que aquí en el llano me
edifique un templo: le contarás puntualmente cuanto has visto y admirado y lo
que has oído... Hijo mío el más pequeño; anda y pon todo tu esfuerzo"
Él se arrodilló y le dijo: "Señora mía, ya voy a cumplir tu mandado; por ahora me
despido de ti, yo tu humilde siervo".
Y se fue de prisa a
la ciudad y camino al Palacio del Obispo, que era Fray Juan de Zumárraga,
religioso franciscano.
Cuando el Obispo oyó lo que le decía
el indiecito Juan Diego, no le creyó. Solamente le dijo: "Otro vez vendrás, hijo mío y te oiré más despacio, lo veré
muy desde el principio y pensaré en la voluntad y deseo con que has
venido".
Juan Diego se volvió muy triste
porque no había logrado que se realizara su mensaje. Se fue derecho a la
cumbre del cerro y encontró allí a la Señora del Cielo que le estaba
aguardando. Al verla se arrodilló delante de Ella y le dijo: "Señora, la más pequeñas de mis hijas, Niña mía, fui a donde
me enviaste a cumplir tu mandado; aunque con dificultad entré a done es el
asiento del prelado; le vi y expuse tu mensaje, así como me advertiste; me
recibió benignamente y me oyó con atención; pero en cuanto me respondió,
pareció que no la tuvo por cierto... Comprendí perfectamente en la manera que
me respondió, que piensa que es quizás invención mía que Tú quieres que aquí
te hagan un templo y que acaso no es de orden tuya; por lo cual, te ruego
encarecidamente, Señora y Niña mía, que a alguno de los principales, conocido,
respetado y estimado le encargues que lleve tu mensaje para que le crean
porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas,
soy cola, soy hoja, soy gente menuda, y Tú, Niña mía, la más pequeña de mis
hijas, Señora, me envías a un lugar por donde no ando y donde no
paro."
Ella le respondió: "Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que son
muchos mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi
mensaje y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo
solicites y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te
ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas
mañana a ver al obispo. Dale parte en mi nombre y hazle saber por enero mi
voluntad, que tiene que poner por obra el templo que le
pido."
Pero al día siguiente el obispo
tampoco le creyó a Juan Diego y le dijo que era necesaria alguna señal
maravillosa para creer que era cierto que lo enviaba la misma Señora del
Cielo. Y lo despidió.
El lunes, Juan Diego no volvió al
sitio donde se le aparecía nuestra Señora porque su tío Bernardino se puso muy
grave y le rogó que fuera a la capital y le llevara un sacerdote para
confesarse. Él dio la vuelta por otro lado del Tepeyac para que no lo
detuviera la Señora del Cielo, y así poder llegar más pronto a la capital. Mas
Ella le salió al encuentro en el camino por donde iba y le dijo: “Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo
que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni
otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No
estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo?
¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la
enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro que ya sanó...
Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y
te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas,
recógelas; en seguida baja y tráelas a mi
presencia.”
Juan Diego subió a la cumbre del
cerro y se asombró muchísimo al ver tantas y exquisitas rosas de Castilla,
siendo aquel un tiempo de mucho hielo en el que no aparece rosa alguna por
allí, y menos en esos pedregales. Llenó su poncho o larga ruana blanca con
todas aquellas bellísimas rosas y se presentó a la Señora del
Cielo.
Ella le dijo: “Hijo mío el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba
y señal que llevarás al obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi
voluntad y que él tiene que cumplirla: Tú eres mi embajador, muy digno de
confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del obispo despliegues tu
manta y descubras lo que llevas. Contarás bien todo; dirás que te mandé subir
a la cumbre del cerrillo que fueras a cortar flores; y todo lo que viste y
admiraste; para que puedas inducir al prelado a que te dé su ayuda, con objeto
de que se haga y erija el templo que he pedido.”
Juan Diego se puso en camino, ya
contento y seguro de salir bien. Al llegar a la presencia del Obispo le dijo:
“Señor, hice lo que me ordenaste, que fuera a
decir a mi Ama, la Señora del Cielo, Santa María, preciosa Madre de Dios, que
pedías una señal para poder creerme que le has de hacer el templo donde ella
te pide que lo erijas; y además le dije que yo te había dado mi palabra de
traerte alguna señal y prueba, que me encargaste, de su
voluntad.
Condescendió a tu recado y acogió benignamente lo que pides,
alguna señal y prueba para que se cumpla su voluntad. Hoy muy temprano me
mandó que otra vez viniera a verte; le pedí la señal para que me creyeras,
según me había dicho que me la daría; y al punto lo cumplió: me despachó a la
cumbre del cerrillo, donde antes yo la viera, a que fuese a cortar varias
rosas de Castilla (...). Ella me dijo por qué te las había de entregar; y así
lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y cumplas su voluntad; y
también para que aparezca la verdad de mi palabra y de mi mensaje. He las
aquí: recíbelas”.
Desenvolvió luego su blanca manta, y así que se
esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla,
se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la
Virgen María, Madre de Dios, tal cual se venera hoy en el
templo de Guadalupe en Tepeyac. Luego que la vieron, el Obispo y todos los que
allí estaban, se arrodillaron llenos de admiración. El prelado desató del
cuello de Juan Diego la manta en que se dibujó y apareció la Señora del Cielo
y la llevó con gran devoción al altar de su capilla. Con lágrimas de tristeza
oró y pidió perdón por no haber aceptado antes el mandato de la
Virgen.
La ciudad entera se conmovió, y venían a ver y
admirar la devota imagen y a hacerle oración; y le pusieron por nombre la
Virgen de Guadalupe, según el deseo de Nuestra Señora. Juan Diego pidió
permiso para ir a ver a su tío Bernardino, que estaba muy grave. El Obispo le
envió un grupo de personas para acompañarlo. Al llegar vieron a su tío estaba
muy contento y que nada le dolía. Y vinieron a saber que había quedado
instantáneamente curado en el momento en que la Santísima Virgen dijo a Juan
Diego: "No te aflija la enfermedad de tu tío, que
no morirá ahora de ella: está seguro de que ya
sanó".
El Obispo trasladó a la Iglesia Mayor la santa
imagen de la amada Señora del Cielo. La ciudad entera desfilaba para admirar y
venerar la Sagrada Imagen, maravillados todos de que hubiera aparecido por
milagro divino; porque ninguna persona de este mundo pintó su preciosa imagen.
Aparición
La maravillosa visita de la Virgen ocurrió el
martes 12 de diciembre de 1531, apenas diez años después de
la conquista de México. La madre de Dios viene para dar a conocer el evangelio
a los pobres indios vencidos y para "mostrar y dar" todo su "amor y compasión,
auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre". El obispo de México era
Fray Juan De Zumárraga, franciscano
Durante cuatro días la Virgen se había comunicado
con Juan Diego hablándole en su propia lengua, el náhualtl. Al identificarse,
María usó la palabra "coatlallope"; un sustantivo compuesto formado por
"coatl" o sea, serpiente, la preposición "a" y "llope", aplastar; es decir, se
definió como "la que aplasta la serpiente". Otros reconstruyen el nombre como
"Tlecuauhtlapcupeuh" que significa: "La que precede de la región de la luz
como el Aguila de fuego". De todas formas el vocablo náhualtl sonó a los oídos
de los frailes españoles como el extremeño "Guadalupe". relacionando el
prodigio del Tepeyac con la muy querida advocación que los conquistadores
conocían y veneraban en la Basílica construida por Alfonso XI en 1340. ¡La
Virgen se comunicó de manera que la entendiesen tanto los indios como los
españoles!.
La Virgen de Guadalupe dio al indio
Juan Diego un delicado trato de nobleza elevando proféticamente la condición
de todo su pueblo. El Señor "derriba del trono a los poderosos y enaltece a
los humildes". Al mismo tiempo, La Virgen trajo reconciliación y no
división entre los nativos y los españoles. Les ayudó a ambos a comprender que
la fe cristiana no es propiedad de nadie sino un don de amor para
todos.
Cuatrocientos años debieron pasar
para que la cultura occidental reconociera admirada que la imagen impresa
sobre el ayate indígena era un verdadero códice mexicano, un mensaje del cielo
cargado de símbolos. Helen Behrens, una antropóloga norteamericana descubrió
en 1945 lo que los ojos de los indios habían "leído" en la pintura de la
"Madre del verdadero Dios por quien se vive" aquel diciembre de
1531.
La imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe quedó impresa en un tosco tejido hecho con fibras de maguey. Se
trata del ayate, usado por los indios para acarrear cosas y no de una tilma,
que usualmente era de tejido más fino de algodón. La trama del ayate es tan
burda y sencilla, que se puede ver claramente a través de ella, y la fibra del
maguey es un material tan inadecuado que ningún pintor lo hubiera escogido
para pintar sobre el.
La imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe es una maravillosa síntesis cultural, una obra maestra que presentó
la nueva fe de manera tal que pudo ser entendida y aceptada inmediatamente por
los indios mexicanos. Es imposible de describir aquí la rica y complicada
simbología que contiene este cuadro-códice porque cada detalle de color y de
forma es portador de un mensaje teológico.
El rostro impreso en el ayate es el
de una joven mestiza; una anticipación, pues en aquel momento todavía no
habían mestizos de esa edad en México.
María asume así el dolor de miles de
niños, los primeros de una nueva raza, rechazados entonces tanto por los
indios como por los conquistadores. El cuadro que se conserva en la moderna
Basílica del Tepeyac mide aproximadamente 66 x 41 pulgadas y la imagen de la
Virgen ocupa unas 56 pulgadas del mismo. La Virgen está de pié y su rostro se
inclina delicadamente recordando un poco las tradicionales "Inmaculadas". Esta
oportuna inclinación evita que el empate que une las dos piezas del tejido
caiga dentro de la faz de la Virgen. El manto azul salpicado de estrellas es
la "Tilma de Turquesa" con que se revestían los grandes señores, e indica la
nobleza y la importancia del portador. Los rayos del sol circundan totalmente
a la Guadalupana como para indicar que ella es su aurora. Esta joven doncella
mexicana está embarazada de pocos meses, así lo indican el lazo negro que
ajusta su cintura, el ligero abultamiento debajo de este y la intensidad de
los resplandores solares que aumenta a la altura del vientre. Su pie esta
apoyado sobre una luna negra, (símbolo del mal para los mexicanos) y el ángel
que la sostiene con gesto severo, lleva abiertas sus alas de águila.
La Virgen de Guadalupe se presentó
ante sus hijos como la Madre del Creador y conservador de todo el universo;
que viene a su pueblo porque quiere acogerlos a todos, indios y españoles, con
un mismo amor de Madre. Con la prodigiosa impresión en el ayate comenzaba un
nuevo mundo, la aurora del sexto sol que esperaban los mexicanos.
La imagen ha sufrido serios
atentados y ha salido incólume de ácidos corrosivos y hasta de una
bomba de gran tamaño que, en 1921, un desconocido escondió entre flores que
malvadamente le ofrecía. Al explotar la bomba, causó gran destrucción. El
crucifijo de metal que estaba cerca de la Virgen quedó retorcido y sin embargo
la imagen de la Virgen quedó intacta. El cristal del marco de su imagen no se
rompió. Ver estudios
El
Santuario
El Tepeyac es el santuario mariano mas visitado del mundo, superando en visitas a Lourdes y Fátima. Cada año, 20 millones de fieles se acercan al venerado cuadro para expresar a la Madre del Cielo el testimonio de su cariño y veneración. El día de la fiesta, el doce de diciembre, se calcula que casi tres millones de personas acuden al santuario.
En la actualidad la imagen milagrosa
está en la nueva basílica construida junto a la antigua que
se ha hundido notablemente. Los fieles pueden contemplar el cuadro desde una
estera móvil que a sus pies se desliza para movilizar a los fieles y dar
cabida a las multitudes que desean venerarla. Como en todo santuario mariano,
la basílica de Guadalupe cuenta con una capilla del Santísimo donde los fieles
constantemente adoran al Señor.
La Basílica nueva tiene forma redonda
que simboliza la tienda que albergaba el Arca de la Alianza en su marcha por
el desierto; las lámparas interiores que cuelgan del techo recuerdan la nube
que guiaba al pueblo de Dios día a día y la refulgente pared de oro que
sostiene el cuadro, representa la columna de fuego y luz que indicaba el
camino durante la noche.
Pío X proclamó a Nuestra Señora de
Guadalupe "Patrona de toda la América Latina"; Pío XI, de
"todas las Américas"; Pío XII la llamó "Emperatriz de
las Américas"; y Juan XXIII, "La misionera celeste del Nuevo
Mundo" y "la Madre de las Américas". En esta gran basílica Juan Pablo
II beatificó al indio Juan Diego el 6 de mayo de 1990.
En sus cuatro visitas a México,
Juan Pablo II ha visitado el Tepeyac y honrado con profundo
amor filial a la Virgen de Guadalupe a quien ha encomendado el continente
Americano y su nueva evangelización.
La Virgen de Guadalupe, defensora de la vida.
El Papa Juan Pablo II nos enseña que,
ante la actual cultura de la muerte, encontramos esperanza en la Virgen de
Guadalupe, la gran abogada y defensora de la vida humana. Ella apareció
embarazada. Los indios comprendieron que les visitaba la Madre de Dios. Tras
la conversión, los indios cesaron de ofrecer sacrificios humanos que hasta
entonces eran comunes. Por eso la Iglesia pide hoy día su intercesión para
defender la vida contra el genocidio del aborto y otras amenazas contra los
inocentes.
En su cuarta visita a México, del 22
al 26 de enero de 1999, Juan Pablo II puso a los pies de la Virgen el documento del sínodo de las
Américas que en aquella ocasión entregó a la Iglesia como fundamento para
la Nueva Evangelización que solo es posible por la obra del Espíritu
Santo. La Virgen es la que propicia la obra divina con su FIAT. Así
es corredentora con su Hijo Jesucristo. La cuarta visita del Papa a México
coincidió con el 26 aniversario de la legalización del aborto en USA,
poniéndose así de relieve la gran batalla mundial por la dignidad de la vida
humana.
Estudios Científicos sobre la Imagen de la
Virgen de Guadalupe
Los asombrosos descubrimientos en torno al cuadro de la Virgen de Guadalupe tienen a los científicos en gran asombro. Se ha formado una comisión de científicos para investigar los fenómenos inexplicables de esta tela que era la ruana o poncho del indio Juan Diego.
La Fenómeno de la
Tela
Lo primero que llama la atención de
los expertos en textiles es que la tela del ayate sobre el que está la imagen
de la Virgen es de fibra vegetal de maguey. Por su naturaleza, esta fibra se
descompone por putrefacción en veinte años o menos. Así ha sucedido con varias
reproducciones de la imagen que se han fabricado con este mismo tejido. Sin embargo el ayate de la imagen
ha resistido mas de 470 años en perfecto estado de conservación. Por causas ininteligibles a los expertos, el ayate de la
imagen es refractaria a la humedad y al polvo.
La imagen de la Virgen de Guadalupe
estuvo 116 años expuesta a las inclemencias del ambiente, sin protección
alguna contra el polvo, la humedad, el calor, el humo de las velas y el
continuo roce de miles y miles de objetos que fueron tocados a la venerada
imagen, además del constante contacto de manos y besos de innumerables
peregrinos. Todo esto sin que se haya deshilachado ni desteñido su bella
policromía.
El Fenómeno de la
Imagen
La pintura que cubre la tela es otro
misterio. El sabio alemán Kuhn, premio Nobel en Química, ha estudiado esta
pintura, y su respuesta dejó atónitos a los oyentes: "Estos colorantes no son
ni minerales, ni vegetales, ni animales". No han
podido explicar el origen de los pigmentos que dan color a la imagen, ni la
forma en que esta fue pintado.
Se podría pensar que la tela ha
resistido tanto porque la habrían encolado y preparado de manera especial como
a otras pinturas famosas, para que tuviera gran resistencia. Pero el Señor
Callaga, del instituto espacial NASA, de Estados Unidos, la ha estudiado con
aparatos de rayos infrarrojos y ha descubierto que la tela no tiene ningún
engomado ni preservativos, y que no se puede explicar cómo esa imagen ha
resistido cuatro siglos en un lienzo tan ordinario. Con estos rayos
infrarrojos se ha descubierto que la imagen no tiene esbozos previos
-como se ve en los cuadros de Rubens y Tiziano-, sino que fue plasmada
directamente, tal cual se la ve, sin tanteos ni rectificaciones.
La imagen no
tiene pinceladas. La técnica empleada es desconocida en la historia de la
pintura. Es incomprensible e irrepetible.
El Fenómeno de las
Pupilas
Un famoso oculista, Lauvvoignet,
examinó con un poderoso lente la pupila de la Virgen, y observó, maravillado,
que en el iris se ve reflejada la imagen de un hombre. Esto fue al principio
de una investigación que condujo a los más inesperados
descubrimientos.
Por medio de la digitalización
se observa en la pupila de una fotografía todo lo que la persona estaba
mirando en el momento de tomarse la foto. El Dr. Tosnman, especializado en
digitalización, le ha tomado fotografías a la pupila de la Virgen de
Guadalupe. Después de ampliarlas miles de veces, logró captar detalles
imposibles de ser captados a simple vista. ¡Ha descubierto lo que la Virgen
miraba en el momento de formarse la imagen en la tilma de Juan
Diego!
Los detalles que aparecen en las
fotografías de la pupila de la Virgen de Guadalupe son: un indio en el
acto de desplegar su ruana ante un religioso; un franciscano en cuyo rostro se
ve deslizarse una lágrima; un hombre con la mano sobre la barba en señal de
admiración; otro indio en actitud de rezar; unos niños y varios religiosos
franciscanos más. O sea, todas las personas que según la historia de la Virgen
de Guadalupe, escrita hace varios siglos, estaban presentes en el momento en
que apareció la sagrada imagen.
Lo que es radicalmente imposible es que en
un espacio tan pequeño, como la córnea de un ojo situado en una imagen de
tamaño natural, aún el más experto miniaturista lograra pintar todas esas
imágenes que ha sido necesario ampliar dos mil veces para poderlas
advertir.
La ciencia moderna se queda sin
explicaciones ante las maravillas de la imagen de la Virgen de
Guadalupe. Es una realidad irrepetible. Sobrepasa todas las
posibilidades naturales, por lo que se puede decir que estamos ante un hecho
sobrenatural.
Una tilma que no se corrompe. Unos colores
que no fueron pintados. Una pupila que contiene toda la escena y todas las
personas del momento del milagro. Estamos ante una imagen que ni el tiempo ni
los atentados de hombres llenos de odio han podido vencer.
La Virgen no se impone, no reta, no humilla a sus
enemigos. El milagro de su presencia en el Tepeyac es real pero muy
sutil. Es un milagro que no aparece como tal a primera vista. Quiere ser mas
bien confirmación de la verdad para ayudar a los corazones que se han
endurecido pero que aun buscan.
Para los sencillos de corazón los milagros no son
necesarios para tener fe. Ellos captan por la gracia del Espíritu el amor
solícito de la Madre del Cielo que viene por ellos.
Los enemigos de la Virgen son muchas veces personas
muy poderosas, pero pasan y se hacen polvo. La Virgen permanece como testigo
del amor de Dios que es eterno. Ella ha querido ser un faro plantado en el
corazón del continente Americano para atraer a todos a Cristo, Salvador y Vida
Eterna, única esperanza ante la ruina en que se encuentra la humanidad.
Ella ha querido darnos un milagro para ayudar a las generaciones incrédulas.
Ha querido demostrar con su característica humildad, que la ciencia tiene su
función pero también sus límites. Ella nos recuerda las palabras del
ángel: "Para Dios nada es imposible".
Nuestra
Señora de la
Divina
Providencia
PATRONA DE PUERTO RICO
Fiesta: 19 de noviembre
La advocación y culto a Nuestra Señora
de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Fue una
devoción muy difundida y popular que posteriormente pasó a España donde se
levantó un santuario en Tarragona, Cataluña.
Al ser nombrado obispo de Puerto Rico el
catalán Gil Esteve y Tomás, trajo consigo esta devoción que conociera en sus
años de seminarista. En las manos de la Divina Providencia tuvo que poner toda
su diócesis este prelado, pues encontró a la catedral prácticamente en ruinas
y la economía de la diócesis en peores condiciones. La confianza del
obispo y su trabajo dieron fruto rápidamente y antes de los cinco años ya
había podido reconstruir el templo catedralicio, en el que se estableció el
culto y la devoción a la Virgen de la Providencia.
La imagen original venerada por los
Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en
el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido plácidamente en sus
brazos. Se cuenta que el título "de la Divina Providencia", se debe a
San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar
la protección de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer,
encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin que se
pudiese conocer su procedencia.
La imagen mandada a hacer por Don Gil
Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una
hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y
estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue
sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de
Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las
comunidades puertorriqueñas.
María se inclina sobre el Niño, que en
total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos
de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda
del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y
paz.
El Papa Pablo VI declaró a Nuestra
Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la isla de
Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969. En ese
documento se decretó también que la solemnidad de la Virgen debía trasladarse
del dos de enero, aniversario de su llegada a la isla, al 19 de noviembre, día
en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos
grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su
preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.
La talla más antigua, que data del 1853,
fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la reunión del Consejo
Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de Puerto Rico el 5 de
noviembre de 1976. La víspera del acontecimiento esta imagen fue
vilmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación,
que ocurrió en medio de la emoción y las lágrimas de
millares de sus hijos y la presencia de cardenales,
arzobispos y obispos venidos de toda
Latinoamérica.
La imagen quemada fue enviada a España
para ser restaurada. Actualmente espera la construcción
del proyectado gran santuario nacional para ser allí
colocada.
Santa María la Antigua
Patrona de Panamá
La imagen de la Santísima Virgen María se
encontraba en una capilla lateral de la Catedral de Sevilla-España. Dicha
catedral fue reconstruida en el siglo XIV, conservándose la imagen. Así vino a
llamársele Santa María de la Antigua (es decir, de la Antigua
Catedral).
Santa María La Antigua fue la primera advocación
llegada al Istmo de Panamá en 1510 y establecida primero en un poblado de
Darién. Esto ocurrió cuando ese año llegaron Vasco Núñez de Balboa y el
Bachiller Martín Fernández de Enciso. Le habían prometido a la Virgen María
ponerle su nombre a un poblado si salían con vida de una feroz batalla que
tuvieron con los nativos. Así fue que, tras la victoria, al poblado del
cacique Cémaco le pusieron el nombre de Santa María La
Antigua.
El 9 de septiembre de 1513, el Papa León X crea la
primera diócesis en Tierra Firme en Santa María la Antigua y la capilla de la
Virgen es elevada al rango de catedral. Esta nueva diócesis era sufragánea de
la Arquidiócesis de Sevilla.
El 15 de agosto del 1519 se funda la Ciudad de
Panamá y se honra a Nuestra Señora del Verano o de la Asunción. Pero en
1524 la diócesis de Santa María la Antigua se trasladó a la recién fundada
ciudad de Panamá. La advocación también se traslada y Santa María la Antigua
pasa a ser, por continuidad eclesiástica, la
titular de la capital de Panamá y patrona del Reino de Tierra Firme del Sur de Castilla del Oro, Panamá. Al principio
todo el país era una sola diócesis. Hoy día (año 2000) Panamá cuenta con ocho
diócesis.
Hace unos años, se quitó de la Catedral
Metropolitana el óleo de escuela quiteña dedicado a la Asunción, y fue
sustituido por uno de La Antigua.
El cuadro de Nuestra Señora de las Mercedes,
de medio cuerpo, fue traído a Panamá en el siglo XVII. Se cuenta que
cuando el pirata Henry Morgan asaltó e incendió la ciudad en 1671, el cuadro
permaneció intacto, a pesar de que casi toda la población fue destruida. En
1990 los encargados de esa parroquia lo quitaron y cerraron la capilla
(el primer edificio de piedra construido en la nueva Panamá y en donde primero
se ofició misa) para "restaurarlo". La cosa es que no se sabe el
paradero del óleo salvado del incendio de la vieja Panamá y aparte, nadie sabe
el paradero del ajuar que llevaba en orejas, anillo y collar ni la corona de
oro y el camafeo.
Nuestra
Señora de los Milagros de
Caacupé
Paraguay
Fiesta: 8 de diciembre (Inmaculada Concepción)
En el Paraguay abundan las bellezas
naturales: pero entre esa multitud de dones que sembró la Providencia
en su bondad hacia nosotros, ha de sobresalir Caacupé, la villa de los
milagros rodeada por cerros, arroyos y una prodigiosa
vegetación.
Caacupé es como un estuche de esmeralda que
guarda una preciosa joya: la Virgen de los Milagros, hasta la cual no
cesan de llegar los peregrinos de toda la república, en busca de
consuelo y curas de sus males del espíritu y del cuerpo, o a pagar su
deuda por una u otra salud recuperada.
En ómnibus, automóviles, carretas, a
caballo y de a pie, todos los Paraguayos hemos ido siquiera una vez en
nuestras vidas a visitar a nuestra Virgencita de Caacupé en busca de
consuelo o para agradecerle alborozados sus divinos bienes.
Nos cuenta la historia que corría el año 1600.....cuando cierta mañana un grupo de indios Mbayaes perseguía a un guaraní con intención de darle muerte, tal vez por pertenecer a otra tribu dominante del área, o tal vez porque el indio guaraní convertido al cristianismo y era feligrés de los franciscanos, a los que los Mbayaes temían tanto como al diablo. Completamente acorralado como estaba y desesperado por la suerte mortal que le esperaba, el indiecito convertido se escondió detrás de un gran árbol que le parecía protector. Agazapado y tembloroso, se le iluminó de pronto el recuerdo de la Inmaculada Concepción, que era la Virgen de su predilección. Entre súplicas y suspiros, entre miedo y esperanzas, le prometió a la Reina de los Cielos que si lo libraba de sus injustos y feroces enemigos, le haría una imagen de la misma madera de aquel árbol. Milagrosamente, los Mbayaes no lo encontraron en aquel monte y al caer la noche se vieron obligados a volver a sus tolderias. El indiecito guaraní se vio luego libre......y no vivió más que para cumplir su promesa. Esperando un prudencial tiempo, el guaraní vuelve al árbol protector, ya con sus primitivas herramientas. Desgajó de aquel tronco la madera necesaria para su propósito, puso a secarla, y pacientemente, con todo el arte de sus manos y el fervor de su alma, se puso a esculpir dos estatuas de la Virgen: una, mas grande, destinada a la Iglesia de Tobatí, cercana al lugar, y otra, mas pequeña, para su devoción particular. Esta imagen menor es la Virgen de los Milagros que se la venera en la ciudad de Caacupé; imagen menor que iba a resultar la mayor, por la abundancia de sus dones y de sus fieles. Según la opinión de los críticos de arte en madera, la imagen es una creación artística genial de belleza extraterrena.
La historia no ha recogido datos de la
imagen mayor, que se supone saqueada por los salvajes Mbayaes. Tampoco
se supo mas de aquel indiecito guaraní y cristiano, pero aunque nunca
sepamos a quien deben la fe y la iglesia esa obra de inspiración
divina, nuestra fe nos dice
que ya está desde hace tiempo compartiendo con nuestra Madre Celestial..... y quien podría negar que no estuviera hoy intercediendo por todos los que estamos hoy aquí reunidos brindándole este homenaje.
Nuestra Señora La Virgen de
las Mercedes
Patrona de Perú y de los Reclusos
Fiesta: 24 de Septiembre La devoción a la Virgen de las Mercedes en el Perú se remonta a los tiempos de la fundación de Lima. Consta que los Padres Mercedarios, que llegaron al Perú junto con los conquistadores, habían edificado ya su primitiva iglesia conventual hacia 1535, templo que sirvió como la primera parroquia de Lima hasta la construcción de la Iglesia Mayor en el 1540.
Los Mercedarios no sólo evangelizaron a la región
sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad al edificar los hermosos
templos que hoy se conservan como valioso patrimonio histórico, cultural y
religioso.
Junto con estos frailes llegó su celestial patrona,
la Virgen de la Merced, advocación mariana del siglo XIII. Hacia el
1218, San Pedro Nolasco y Jaime I, rey de Aragón y Cataluña tuvieron por
separado la misma visión de la Santísima Virgen que les pedía la fundación de
una orden religiosa dedicada a rescatar pacíficamente a los numerosos cautivos
cristianos que estaban en poder de los musulmanes. Se entregaban ellos mismos
como cautivos de los musulmanes como intercambio de los infelices que sufrían
esa desdicha.
Esta Orden de la Merced, aprobada en 1235 como
orden militar por el Papa Gregorio IX, logró liberar a miles de cristianos
prisioneros, convirtiéndose posteriormente en una dedicada a las misiones, la
enseñanza y a las labores en el campo social. Los frailes mercedarios tomaron
su hábito de las vestiduras que llevaba la Virgen en la aparición al fundador
de la orden.
La imagen de la Virgen de la Merced viste
totalmente de blanco; sobre su larga túnica lleva un escapulario en el que
está impreso, a la altura del pecho, el escudo de la orden. Un manto
blanco cubre sus hombros y su larga cabellera aparece velada por una fina
mantilla de encajes. En unas imágenes se la representa de pie y en otras
sentada; unas veces se muestra con el Niño en los brazos y otras los tiene
extendidos mostrando un cetro real en la mano derecha y en la otra unas
cadenas abiertas, símbolo de liberación. Esta es la apariencia de la
hermosa imagen que se venera en la Basílica de la Merced, en la capital
limeña, que fue entronizada a comienzos del siglo XVII y que ha sido
considerada como patrona de la capital.
Fue proclamada en 1730 "Patrona de los Campos del
Perú"; "Patrona de las Armas de la República" en 1823; y al cumplirse el
primer centenario de la independencia de la nación, la imagen fue solemnemente
coronada y recibió el título de "Gran Mariscala del Perú" el día 24 de
septiembre de 1921, solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, desde entonces
declarado fiesta nacional, ocasión en que cada año el ejército le rinde
honores a su alta jerarquía militar de "Mariscala". La imagen porta
numerosas condecoraciones otorgadas por la república de Perú y sus gobernantes
e instituciones nacionales. En 1970 el cabildo de Lima le otorgó las
"Llaves de la ciudad" y en 1971 el presidente de la República le impuso la
Gran Cruz Peruana al Mérito Naval, gestos que demuestran el cariño y la
devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona
Nacional.
Virgen del
Pilar
La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión.
Los documentos dicen textualmente que Santiago,
"pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de
Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está
situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago
muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho
hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche,
recorría las riberas para tomar algún descanso".
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se
encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de
ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre
de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que
aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una
iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que
"permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud
de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus
necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El
Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a
edificar una iglesia
en aquel sitio y, con el concurso de los conversos,
la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la
Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la
misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar,
antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la
Virgen Santísima.
Muchos historiadores e investigadores defienden esta
tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran
la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El mas
antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa
Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue
martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la
Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.
Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de
París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de
la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir
San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la
iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación
musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.
La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se
halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa
Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la
aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa
creencia".
Numerosos milagros de la
Virgen
En 1438 se escribió un Libro de
milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de
la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo: "creemos
que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza
hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Sta.y
Purísima Virgen y Madre de Dios, Sta. María del Pilar, que resplandece con
innumerables y continuos milagros".
El Gran milagro del Cojo de Calanda
(1640) Se trata de un hombre a quien le amputaron una
pierna. Un día años mas tarde, mientras soñaba que visitaba la basílica de
la Virgen del Pilar, la pierna volvió a su sitio. Era la misma pierna que
había perdido. Miles de personas fueron testigos y en la pared derecha de la
basílica hay un cuadro recordando este milagro.
El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de
octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde
siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey
católico , se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su
región, cuando todavía vivía en carne mortal.
Tres
rasgos peculiares que caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las
otras:
1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen
durante su vida mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene
cuando todavía vive en Palestina: ¨Con ninguna nación hizo cosa semejante",
cantará con razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la
Virgen.
2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para
que, sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer
Templo Mariano de toda la Cristiandad.
3- La vinculación de la tradición pilarista con la
tradición jacobea (del Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza
y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en
torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de la patria
española.
Nuestra Señora de la
AltagraciaPatrona de La República
Dominicana
Tiene la República Dominicana dos advocaciones marianas: Nuestra Señora de la Merced, proclamada en 1616, durante la época de la colonia, y la Virgen de la Altagracia (imagen de la izquierda), Protectora y Reina del corazón de los dominicanos. Su nombre: "de la Altagracia" nos recuerda que por ella recibimos la mayor gracia que es tener a Jesucristo Nuestro Señor. Ella, como Madre, continua su misión de mediadora unida inseparablemente a su Hijo. Los hijos de Quisqueya la llaman cariñosamente "Tatica, la de Higüey".
Existen documentos históricos que prueban que en el
año de 1502, en la Isla de Santo Domingo, ya se daba culto a la Virgen Santísima
bajo la advocación de Nuestra Señora de la Altagracia, cuyo cuadro pintado
al óleo fue traído de España por los hermanos Alfonso y Antonio Trejo, que
eran del grupo de los primeros pobladores europeos de la isla. Al mudarse
estos hermanos a la ciudad de Higüey llevaron consigo esta imagen y más tarde la
ofrecieron a la parroquia para que todos pudieran venerarla. En el 1572 se
terminó el primer santuario altagraciano y en el 1971 se consagró la actual
basílica.
La piedad del pueblo cuenta que la devota hija de un
rico mercader pidió a este que le trajese de Santo Domingo un cuadro de Nuestra
Señora de la Altagracia. El padre trató inútilmente de conseguirlo por
todas partes; ni clérigos ni negociantes, nadie había oído hablar de esa
advocación mariana. Ya de vuelta a Higüey, el comerciante decidió pasar la noche
en una casa amiga. En la sobremesa, apenado por la frustración que
seguramente sentiría su hija cuando le viera llegar con las manos vacías,
compartió su tristeza con los presentes relatándoles su infructuosa búsqueda.
Mientras hablaba, un hombre de edad avanzada y largas
barbas, que también iba de paso, sacó de su alforja un pequeño lienzo enrollado
y se lo entregó al mercader diciéndole: "Esto es lo que usted busca". Era
la Virgen de la Altagracia. Al amanecer el anciano había desaparecido
envuelto en el misterio. El cuadro de Ntra. Sra. de la Altagracia tiene 33
centímetros de ancho por 45 de alto y según la opinión de los expertos es una
obra primitiva de la escuela española pintada a finales del siglo XV o muy al
principio del XVI. El lienzo, que muestra una escena de la Natividad, fue
exitosamente restaurado en España en 1978, pudiéndose apreciar ahora toda su
belleza y su colorido original, pues el tiempo, con sus inclemencias, el humo de
las velas y el roce de las manos de los devotos, habían alterado notablemente la
superficie del cuadro hasta hacerlo casi irreconocible.
Sobre una delgada tela aparece pintada la escena del
nacimiento de Jesús; la Virgen, hermosa y serena ocupa el centro del cuadro y su
mirada llena de dulzura se dirige al niño casi desnudo que descansa sobre las
pajas del pesebre. La cubre un manto azul salpicado de estrellas y un
blanco escapulario cierra por delante sus vestidos.
María de la Altagracia lleva los colores de la
bandera Dominicana anticipando así la identidad nacional. Su cabeza,
enmarcada por un resplandor y por doce estrellas, sostiene una corona dorada
colocada delicadamente, añadida a la pintura original. Un poco retirado
hacia atrás, San José observa humildemente, mirando por encima del hombro
derecho de su esposa; y al otro lado la estrella de Belén brilla tímida y
discretamente.
El marco que sostiene el cuadro es posiblemente la
expresión más refinada de la orfebrería dominicana. Un desconocido artista
del siglo XVIII construyó esta maravilla de oro, piedras preciosas y esmaltes,
probablemente empleando para ello algunas de las joyas que los devotos han
ofrecido a la Virgen como testimonio de gratitud.
La imagen de Nuestra Señora de la Altagracia tuvo el
privilegio especial de haber sido coronada dos veces; el 15 de agosto de 1922,
en el pontificado de Pío XI y por el Papa Juan Pablo II, quien durante su visita
a la isla de Santo Domingo el 25 de enero de 1979, coronó personalmente a la
imagen con una diadema de plata sobredorada, regalo personal suyo a la Virgen,
primera evangelizadora de las Américas. Juan Pablo II también visitó a la Virgen
en su basílica en Higüey
Nuestra Señora de los Treinta y Tres
Patrona de Uruguay Fiesta: Segundo Domingo de Noviembre La pequeña imagen de la Virgen de los Treinta y tres es una talla en madera procedente de los talleres de las misiones que los Jesuitas tenían en el Paraguay a mediados del siglo XVIII. La imagen fue confeccionada en alguna de las fábricas guaraníes que florecían en estas famosas misiones.
Hacia el 1779 la imagen permaneció en la capilla
que los padres jesuitas atendían en el pueblo del Pintado y tiempo después,
al trasladarse la población entera hacia lo que hoy es la ciudad de Florida,
los vecinos llevaron consigo la querida imagen ante la que habían orado sus
antepasados.
El 19 de abril de 1825, treinta y tres
orientales, patriotas del Uruguay, desembarcaron en las playas de la
Agraciada para dar comienzo a las guerras de independencia. Al llegar
a Florida se dirigieron al pequeño templo y a los pies de la Virgen
colocaron el futuro de la nueva nación. El 25 de agosto de ese año se
proclamó la Independencia Nacional y los constituyentes, después de firmar
el acta de la soberanía, volvieron ante la sagrada imagen para colocar la
patria naciente bajo su amparo y protección. Desde entonces el pueblo llamó
a esta imagen "La Virgen de los Treinta y Tres". El 25 de agosto de
1975, al cumplirse los 150 años de su independencia, la nación uruguaya
declaró oficialmente "Monumento Histórico" a esta imagen de la Virgen y al
templo donde se le venera.
La Virgen de los Treinta y Tres mide 36 cm. de
alto. Es una talla barroca de la Asunción de la Virgen, cuyas vestiduras
parece que se mueven al viento por la abundancia de sus pliegues.
La "Libertadora del Uruguay" porta desde 1857 una corona de oro y piedras preciosas, regalo del segundo jefe de los Treinta y Tres, que luego fuera presidente de la República. Lo desproporcionado del tamaño de esta corona (una extraordinaria obra de orfebrería) ha venido a ser la nota distintiva de esta advocación mariana.
La imagen fue coronada canónicamente en 1961, por
concesión de Su Santidad Juan XXIII; quien al año siguiente la proclamó
oficialmente "Patrona del Uruguay". La solemnidad de la Virgen de los
Treinta y Tres se celebra el segundo domingo de noviembre con una
peregrinación a su santuario desde todos los lugares de la
nación.
Alonso de Ojeda y los primeros
conquistadores de Cuba pretendían imponerse a los indios. Estos los repulsaron
y los españoles tuvieron que huir atravesando montes y ciénagas para salvar
sus vidas. Así llegaron al poblado indio de Cueiba en la zona de Jobabo. Los
indios al verlos en tan mal estado tuvieron compasión de ellos y les
auxiliaron.
En agradecimiento Alonso Ojeda
construyó una pequeña ermita con ramas de árboles, posiblemente la primera en
suelo cubano. Allí colocó una Imagen de Nuestra Señora que era su preciada
pertenencia. Cumplió así el voto que había hecho de entregar la Imagen si
salía salvo de aquella situación. Enseñó a los indios a decir el "Ave María" y
aquella expresión se propagó tan rápido entre los indios que mas tarde Cuba se
llegó a conocer como la isla del "Ave María". No hay razón para pensar
que fuese aquella la imagen de la Virgen de la Caridad que se aparecerá
después. Pero la Virgen ya se hacía presente en Cuba preparando el
camino.
Una gran enseñanza: La Virgen quiso
que la evangelización no partiera de la prepotencia sino desde la humildad y
el agradecimiento.
Sin comprender muy bien la religión,
los indios de aquel lugar veneraron la Imagen y mantuvieron la ermita con gran
esmero cuando Ojeda se marchó. Así ocurría cuando llegó el Padre de las
Casas al poblado de Cueibá.
En el siglo XVI aumentó en Cuba la
cría del ganado. Era necesario para los españoles en camino hacia los nuevos
territorios. En 1598 comenzó la explotación del cobre en las montañas de la
región oriental de la isla. A 15 leguas de las minas el gobierno español
estableció el hato de Varajagua o Barajagua que contaba con mucho ganado. Por
eso era necesaria la sal que prevenía la corrupción de la
carne.
El hallazgo
Alrededor del año 1612 o a
los inicios de 1613, fueron a buscar sal en la bahía de Nipe dos hermanos
indios y un negrito de nueve o diez años. Se
llamaban respectivamente Juan de Hoyos, Rodrigo de Hoyos y Juan Moreno,
conocidos por la tradición como "los tres Juanes". Mientras iban por la sal
ocurrió la aparición de la estatua de la Virgen. He aquí el relato de Juan
Moreno, dado en 1687, cuando tenía ochenta y cinco años:
"...habiendo ranchado en cayo Francés
que está en medio de la bahía de Nipe para con buen tiempo ir a la salina,
estando una mañana la mar calma salieron de dicho cayo Francés antes de salir
el sol, los dichos Juan y Rodrigo de Hoyos y este declarante, embarcados
en una canoa para la dicha salina, y apartados de dicho cayo Francés vieron
una cosa blanca sobre la espuma del agua, que no distinguieron lo que podía
ser, y acercándose más les pareció pájaro y ramas secas. Dijeron dichos indios
"parece una niña", y en estos discursos, llegados, reconocieron y vieron la
imagen de Nuestra Señora la Virgen Santísima con un Niño Jesús en los brazos
sobre una tablita pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes las cuales
leyó dicho Rodrigo de Hoyos, y decían: "Yo soy la Virgen de la Caridad", y
siendo sus vestiduras de ropaje, se admiraron que no estaban mojadas. Y en
esto, llenos de alegría, cogieron sólo tres tercios de sal y se vinieron para
el Hato de Barajagua..."
El administrador del término Real de
Minas de Cobre, Don Francisco Sánchez de Moya, ordenó levantar una ermita para
colocar la imagen y estableció a Rodrigo de Hoyos como capellán.
Una noche Rodrigo fue a visitar a la
Virgen y notó que no estaba allí. Se organizó una búsqueda sin éxito. A la
mañana siguiente, y para la sorpresa de todos, la Virgen estaba de nuevo en su
altar, sin que se pudiera explicar, ya que la puerta de la ermita había
permanecido cerrada toda la noche.
El hecho se repitió dos o tres veces
más hasta que los de Barajagua pensaron que la Virgen quería cambiar de lugar.
Así se trasladó en procesión, con gran pena para ellos, al Templo Parroquial
del Cobre. La Virgen fue recibida con repique de campanas y gran alegría en su
nueva casa, donde la situaron sobre el altar mayor. Así llegó a conocerse como
la Virgen de la Caridad del Cobre.
En el Cobre se repitió la
desaparición de la Virgen. Pensaron entonces que ella quería estar sobre las
montañas de la Sierra Maestra. Esto se confirmó cuando una niña llamada
Apolonia subió hasta el cerro de las minas de cobre donde trabajaba su madre.
La niña iba persiguiendo mariposas y recogiendo flores cuando, sobre la cima
de una de las montañas vio a la Virgen de la Caridad.
La noticia de la pequeña Apolonia
causó gran revuelo. Unos creían, otros no, pero la niña se mantuvo firme en su
testimonio. Allí llevaron a la Virgen.
Desde la aparición de la estatua, la
devoción a la Virgen de la Caridad se propagó con asombrosa rapidez por toda
la isla a pesar de las difíciles comunicaciones.
Fue en el Cobre, en 1801, que los
mineros, alentados por el Padre Alejandro Ascanio, obtienen la libertad por
Real Cédula del 7 de abril.
Con los años se adquirió un recinto
mayor para construir un nuevo santuario que pudiese acoger al creciente número
de peregrinos, haciéndose la inauguración, con el traslado de la Virgen el día
8 de Septiembre de 1927.
Durante la guerra de independencia,
las tropas se encomendaban a la Virgen de la Caridad. No es que se pueda ver a
la Virgen como una aliada en la guerra. Mas bien ella, como madre, sufre y se
preocupa de todos, busca la paz entre sus hijos, finalmente cuando los
corazones no le permiten otra cosa, busca atenuar los odios y fomentar la
reconciliación y el perdón.
Después de la guerra de
independencia, los veteranos pidieron al Papa que declarase a la Virgen de la
Caridad del Cobre, patrona de Cuba. En documento firmado el día 10 de Mayo de
1916 por el Cardenal Obispo de Hostia, Su Santidad
Benedicto XV accedió a la petición, declarando a la Virgen de
la Caridad del Cobre Patrona Principal de la República de Cuba y
fijando su festividad el 8 de Septiembre.
En 1977, el Papa Pablo VI eleva a la
dignidad de Basílica al Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del
Cobre.
Durante los meses de preparación para
la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, diez imágenes peregrinas de la Virgen
de la Caridad recorrieron las distintas diócesis del país con gran respuesta
del pueblo.
La
Virgen de la Caridad en el exilio
Los cubanos exilados en Miami por causa del
comunismo, habiendo sufrido enormemente por la separación o muertes en sus
familias, por la pérdida de la patria y de todo lo que tenían, se preparaban
para la primera celebración de la Fiesta de la Virgen de la Caridad
en el exilio. Por eso deseaban tener una imagen adecuada de la
Virgen.
Providencialmente, el mismo 8 de septiembre, de
1961, mientras ya miles se reunían en el Estadio de Miami para celebrar
la Misa, llegó al aeropuerto de esta ciudad la imagen de la Virgen de la
Caridad procedente de Cuba. Era la imagen de la Parroquia de Guanabo en la
Arquidiócesis de la Habana. Había sido asilada en la embajada de Italia
y pasada por la Encargada de Negocios de Panamá a su embajada por petición de
los cubanos. Aquella celebración de profunda emoción, presidida por el
Arzobispo de Miami, se hizo una tradición que continúa hasta el día de hoy.
Después de la primera celebración, la Virgen
comenzó un recorrido de los campamentos para los niños cubanos
exilados que se encontraban sin sus padres. La Arquidiócesis de Miami
acogió y cuidó de catorce mil niños en aquellos primeros años de exilio.
Los cubanos se organizaron para construir una
Ermita a la Virgen de la Caridad en el exilio. La primera
piedra de la capilla provisional se puso el 20 de mayo, de 1967 y se celebró
la Santa Misa.
El 21 de mayo, de 1868 el Arzobispo Carrol de
Miami, ordena la fundación de la Cofradía de la Virgen de la
Caridad para reunir a los devotos para honrar a la Virgen y con ella
evangelizar. En el mismo año comenzaron las peregrinaciones de los 126
municipios de Cuba que han continuado organizadamente desde entonces.
El 2 de diciembre, de 1971 se dedicó la
Ermita de la Virgen de la Caridad. Presidió el cardenal Kroll,
Arzobispo de Philadelfia, entonces presidente de la Conferencia de Obispos de
Estados Unidos, con la presencia del Arzobispo Carroll de Miami y los obispos
Boza Masvidal (exilado de Cuba) y Gracida.
En septiembre de 1987, al visitar el Santo Padre
Juan Pablo II a Miami, la imagen de la Virgen de la Caridad se trasladó a la
residencia del Arzobispo McCarthy para presidir la Capilla privada del Santo
Padre. El Papa, en su homilía, hizo mención de la Virgen de la
Caridad.
Miami cuenta con ciudadanos de todos los países
hispanos. Desde los años 80, además de los municipios cubanos, peregrinan
también a la ermita de la Virgen de la Caridad de forma organizada, todos los
países hermanos de la hispanidad durante el mes de octubre.
El Arzobispo McCarthy, el 14 de mayo, de 1994
consagró solemnemente el altar de la Ermita que debajo guarda visiblemente la
primera piedra. Esta piedra contiene tierra de las distintas provincias de
Cuba que se fundieron con agua que llegó en una balsa en la cual perecieron
los quince tripulantes que buscaban escapar de Cuba.
La Ermita fue ampliada y se añadió una preciosa
capilla del Santísimo que fue bendecida por el Arzobispo de Miami, Juan C.
Favalora el 21 de mayo, fiesta de la Ascensión del Señor. En la Santa Misa que
el Arzobispo celebró ese día en la ermita, elevo la cofradía a Archicofradía
de Nuestra Señora de la Caridad.
Los devotos de la Virgen han logrado propagar no
solo la devoción a la Virgen de la Caridad, sino hacer de la Ermita un centro
de evangelización de irradiación mundial. El instrumento principal de la
Virgen para la obra de la Ermita ha sido desde el principio Monseñor Agustín
Román, hoy obispo auxiliar de Miami, siempre ayudado por las Hermanas de la
Caridad que ministran en la Ermita y la Archicofradía.
Las verdades que la Virgen de
la Caridad nos enseña:
1 -Dios está sobre todo y
todos.La Virgen tiene las manos
llenas:
Con la derecha sostiene la Cruz, camino único de salvación, que debe ser abrazado por todos sus hijos. Con la izquierda sostiene a su Hijo, el Niño Dios. Así nos enseña la importancia de, imitarla a ella que fue fiel, acompañando a Jesús desde el comienzo de su vida hasta la Cruz.
2 -Ella (María) es nuestra
madre y protectora.
En tiempo de tormenta, la Virgen viene para salvar a aquellos tres Juanes, sus hijos.
La Virgen quiere salvarnos hoy de las
tormentas que azotan en nuestro corazón. Ella acompañó a los Apóstoles cuando
se reunieron llenos de miedo en Pentecostés. La Virgen nos adentra en su
corazón maternal, santuario del Espíritu Santo donde nos forja en otros
Cristos. La Madre nos protege, nos enseña e intercede por
nosotros.
3 -El valor de la Familia
Jesús quiso nacer y tener
madre. La Virgen se aparece como madre con su Hijo en los brazos. Ella es la
madre de todos los que guardan la Palabra. María nos enseña la importancia de
la Maternidad, la dignidad de la mujer a la que Dios mismo confía tan gran
misión. Por ende, el respeto que merece. La Virgen María es la madre de todas
las familias. Al recurrir a ella, la familia se consolida en la auténtica
caridad que ella nos ofrece: Jesucristo.
4 -El verdadero amor a la
PatriaEl pecado ha llevado al
hombre a falsos conceptos de lo que es el patriotismo. En su nombre se cometen
atrocidades. La Virgen nos enseña que la verdadera patria es el cielo. La
patria de la tierra es amada y edificada no cuando la queremos "glorificar"
según nuestras ideas humanas sino cuando hacemos la voluntad de Dios. A medida
que en un país sus hijos hacen la voluntad de Dios, ese país se enaltece.
"Hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo".
El camino de la Virgen para construir
la patria es la caridad, o sea, el amor.
1 Corintios 13, 3-8 "Aunque repartiera
todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad,
nada me aprovecha. La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es
envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés;
no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se
alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo
soporta. La caridad no acaba nunca"
El amor es la fuerza que une en el
bien y vence todo mal.
La Virgen se confía ella misma en las
manos de los tres Juanes, hombres humildes y sencillos que para el mundo
no cuentan nada. Son ellos los que la deben introducirla en la patria y
fomentar su devoción, prendiendo así la chispa que será la esperanza para la
historia de la patria.
La Virgen pone el futuro de Cuba en
manos de los humildes, los que no están cargados de la prepotencia de sus
propias opiniones y soluciones para todo. La caridad ha de propagarse por
todos los corazones hasta que nos haga capaces de sufrir por el bien del
hermano, aun de ese hermano a quién antes llamaba mi enemigo. Así hacemos
patria.
HISTORIA DE LAS
APARICIONES DE LA ROSA MÍSTICA
La Virgen se aparece a Pierina en dos etapas: 1- La primera en MONTICHIARI, 2- Mas tarde en un campo cercano llamado FONTANELLI (pequeña fuente)
MONTICHIARI
Las apariciones de Montichiari comienzan
en 1947.
Montichiari, (Monte Luminoso), es una pequeña ciudad
del norte de Italia a 20 km. de Brecia, la sede diocesana, está situada al
píe de los Alpes italianos, en la fértil llanura del río Po.
Su primera
aparición
Pierina Guilli, nacida el 3 de agosto de 1911, ejercía el oficio de enfermera. En la primavera de 1947, se le apareció una hermosísima señora que vestía túnica morada y cubría su cabeza con un velo blanco, tenía el pecho atravesado por tres espadas, su rostro estaba triste. Le corrían lágrimas hasta el suelo. Sus dulces labios se abrían para decir: "Oración, Penitencia, reparación", y guardó silencio.
Segunda
aparición
El domingo 13 de julio de 1947, en el hospital, se apareció nuevamente la madre de Dios. Vestía de blanco y en lugar de las tres espadas, tres rosas, blanca, roja y dorada, adornaban su pecho. Pierina le preguntó asombrada: "Por favor, dígame quien es usted". Con una dulce sonrisa la señora le contestó: "Soy la Madre de Jesús y madre de todos vosotros". Después de una pausa prosiguió: "Nuestro Señor me envió para implantar una nueva devoción Mariana en todos los institutos así masculinos como femeninos, en las comunidades religiosas y en todos los sacerdotes. Yo les prometo que si me veneran de esta manera especial, gozarán particularmente de mi protección, habrá un florecimiento de vocaciones religiosas. Deseo que el día 13 de cada mes se me consagre como día Mariano y los doce precedentes sirvan de preparación con oraciones especiales." Su rostro se iluminó con una inexplicable alegría y continuó: "En ese día derramaré sobreabundancia de gracias y santidad sobre quienes así me hubiesen honrado. Deseo que el 13 de julio de cada año sea dedicado en honor de Rosa Mística".
Luego le explicó el significado de las tres
espadas:
1- La primera espada, significa
la pérdida culpable de la vocación sacerdotal o
religiosa.
2- La segunda espada, la vida en pecado mortal de personas consagradas a Dios. 3- La tercera espada, la traición de aquellas personas que al abandonar su vocación sacerdotal o religiosa, pierden también la fe y se convierten en enemigos de la iglesia.
El significado de las
rosas.
La rosa blanca simboliza el espíritu
de oración
La rosa roja, el espíritu de sacrificio (para reparar). La rosa dorada o amarilla, el espíritu de penitencia.
Tercera aparición, el 22 de octubre de
1947
En la capilla del hospital de Montichiari,
durante la celebración Eucarística con asistencia de médicos, empleados y
gentes del lugar, hizo su aparición la hermosísima señora. Todos se
percataron de una presencia extraordinaria pero solamente Pierina pudo verla
y escucharla.
María, Rosa Mística, pidió la
práctica de la devoción que ya había recomendado y recalcó: "Mi
divino Hijo, cansado por las
incesantes ofensas, quiso descargar su justicia, pero me interpuse como
mediadora entre El y los hombres, intercediendo especialmente por las almas
consagradas".
Pierina, la vidente, le dio las
gracias en nombre de todos y ella se despidió recomendándole con majestad y
ternura: "¡Vive de amor..., amor al prójimo!.
Cuarta aparición el 16 de noviembre de
1947
La aparición de Rosa Mística a
Pierina, en una Iglesia parroquial de Montichiari tuvo por testigos a varias
personas, entre las cuales se contaban algunos sacerdotes. Su mensaje puede
resumirse en estas palabras.-"Mí divino Hijo Jesús y Señor Nuestro
esta hastiado de las muchas y graves ofensas que se le infieren por tantos
pecados contra la santa pureza. Le provoca desatar un diluvio de
castigos..., pero mi intercesión se ha interpuesto para que tenga compasión
una vez mas, por eso pido en desagravio oración y penitencia. Suplico
íntimamente a los sacerdotes que amonesten a los hombres para que no sigan
en la liviandad. Yo regalaré mi gracia a quienes ayuden a explicar esos
delitos ".
¿Se nos perdonará entonces? preguntó la vidente.
La Rosa Mística contestó: "Sí, en cuanto se les deje de
cometer". Y con esta palabras se alejó.
Quinta aparición el 22 de noviembre de
1947
Pierina le preguntó a nuestra
Madre: ¿Qué debemos hacer para cumplir sus deseos de oración y penitencia?
Resplandeciente de bondad, contestó la Virgen: "¡Oración!"
Hizo silencio unos momentos y continuó: "penitencia quiere decir,
aceptar las pequeñas cruces diarias y realizar el trabajo cotidiano en
espíritu de expiación".
En seguida le prometió solamente: "El 8 de diciembre alrededor del mediodía vendré otra vez aquí y será la hora de gracia. La hora de gracia será un acontecimiento de numerosas y grandes conversiones, almas totalmente endurecidas en el mal y frías como este mármol, tocados por la divina gracia volverán a ser amantes y fieles a Dios".
Sexta aparición el 7 de diciembre de
1947
Serena y majestuosa la Virgen llevaba un manto
blanco y desde la cabeza le caía graciosamente en pliegue: un niño se lo
sostenía a la derecha y una niña al izquierdo.
La Madre de Dios dijo: "Mañana mostraré
mi Inmaculado Corazón que es tan poco conocido por los hombres!"
Después de un corto silencio prosiguió: "En Fátima,
propagué la consagración a mi Corazón, en Bonate procuré que penetrara en
las familias cristianas, aquí en Montichiari, deseo implantar la devoción a
Rosa Mística unida a la veneración de mi Inmaculado Corazón y deseo
arraigarla especialmente en los conventos e institutos religiosos para que
las almas consagradas a Dios obtengan aumento de gracia a mi maternal
Corazón.
Pierina le preguntó quienes son los niños que estaban a su lado, nuestra Señora le explicó: "Son Jacinta y Francisco quienes te acompañarán desde ahora en todos tus contratiempos. Ellos también tuvieron que sufrir a pesar de haber sido mucho mas pequeñitos que tú. Esto es lo que quiero de ti sencillez y bondad a semejanza de estos niños". Extendió entonces sus brazos hacia la tierra en señal de protección y mirando al cielo exclamó: "Alabado sea el Señor" y desapareció.
Séptima aparición el 8 de diciembre de
1947
Pierina contempló a la madre de
Dios decir.- "¡Yo soy la Inmaculada Concepción!" y con gran
majestad afirmó "Yo soy María de las Gracias, esto es, la llena de
Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo". Descendió
suavemente por la escala y añadió.- "Por mi venida a Montichiari
deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística. Quiero que al mediodía de
cada 8 de diciembre (Solemnidad de la Inmaculada) se celebre la hora de la
gracia por todo el mundo, mediante esta devoción se alcanzarán muchas
gracias para el alma y el cuerpo. Nuestro Señor, mi Divino Hijo
Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por
sus hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes,
al Supremo Pastor de la Iglesia Católica el Papa Pío XII mi deseo de que
esta hora de gracia sea conocida y extendida por todo el mundo. Quien no
puede ir a la iglesia que sea en su casa al mediodía y conseguirá mis
gracias." Luego mostrándole su purísimo corazón exclamo:
"Mira este corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría
de ellos lo colma de vituperios." Calló unos momentos y continuó:
"Sí todos, buenos y malos, se unen en la oración, obtendrán de este
corazón misericordia y paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación
la misericordia del Señor, que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se
conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia.
Notando Pierina que la resplandeciente Señora iba
a alejarse le imploró fervorosamente: "¡Oh hermosa y amada Madre de Dios, yo
le doy gracias!". Bendiga a todo el mundo especialmente al Santo Padre, a
los sacerdotes, religiosos y a los pecadores. Ella contestó: "Tengo
preparado una sobreabundancia de gracia para todos aquellos hijos que
escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos". Con estas palabras se
terminó la visión.
LAS APARICIONES EN FONTANELLI
1966
Pierina Gilli, pasó varios años en
Brecia, como ayudante en un convento de religiosas por orden del Obispo
Diocesano Monseñor Giacinto Tredici y el Franciscano Giustino, sacerdote de
gran fama; fue desde entonces su director espiritual.
La segunda etapa de las
maravillosas apariciones de Rosa Mística comienzan en el año de 1966 en
Fontanelli, un campo de Montichiari donde se halla una fuente de agua
escondida en una gruta. Una vieja grada de piedra con unos diez escalones da
acceso a la cueva.
En febrero, mientras Pierina rezaba
en su cuarto ante un altar de la Virgen, tuvo el privilegio de volverla a
ver. La madre de Dios le infundió nuevo ánimo, la colmó de consuelo y
alegría y le prometió para el domingo blanco, 17 de abril de 1966, su
aparición en Fontanelli.
Informado el Obispo de Brecia de la anunciada
aparición de la Virgen, ordenó a Pierina a guardar
absoluto secreto sobre el particular.
Primera Aparición en Fontanelli, 17 de
abril de 1966
Pierina rezaba el rosario paseándose en el
camino, a poca distancia de la gruta. A eso del mediodía, después del toque
del Ángelus, se apareció la Madre de Dios y
dijo: "Mi divino Hijo Jesús con todo amor me mandó para dar un poder
milagroso de curación a esta fuente.. En señal de penitencia y purificación
besa, de rodillas, el peldaño superior... Ahora baja un poco más siempre de
rodillas y besa otra vez el peldaño"
La
vidente descendió de espalda y arrodillada y la Virgen la siguió, sus
inmaculados pies descalzos eran perfectamente visibles al posarse en los
escalones. Por tercera vez le mandó:
"besa las gradas, y haz levantar de aquí una cruz" y señaló
con la mano izquierda el punto preciso en donde debía ser colocada.
"Que los enfermos y todos mis hijos pidan ante todo perdón a mi divino Hijo.
Besen con mucho amor la cruz y luego saquen agua de la fuente y beban
."
La celestial
señora se acercó a la fuente y mandó a Pierina: "Coge barro en las
manos y luego lávate. Esto te debe mostrar como el pecado es lodo y suciedad
en el corazón de mis hijos pero sí se bañan con el agua de la gracia, las
almas quedan purificadas y otra vez dignas de la amistad de Dios"
Se inclinó, tocó con sus manos la fuente en dos lugares y
prosiguió: "Es preciso que se haga conocer a todos mis hijos los
deseos de mí Hijo Jesús, comunicados en 1947 y los mensajes que di en la
Iglesia de Montichiari. Deseo que los enfermos y todos mis hijos acudan a
esta fuente milagrosa. Tu misión está en este lugar en medio de los enfermos
y de quienes necesiten de tu ayuda".
La Virgen comenzó a elevarse hacía
lo alto y abrió majestuosamente los brazos, a cuyo impulso se desplegó y
extendió su manto que ocupó un espacio inmenso. Cobijadas por el manto,
hacía la derecha, aparecieron la iglesia de Montichiari y la fortaleza o
Castillo de María.
La Madre de Dios repitió: "Deseo
que los enfermos y todos mis hijos, vengan aquí a la fuente de la gracia".
Su maravillosa sonrisa fue la rúbrica de sus palabras, mientras seguía
elevándose hasta perderse en el cielo.
La aparición del Castillo de María
bajo el manto de Nuestra Señora, tiene su razón de ser. Cuando fue puesto el
Castillo en venta, personas pudientes deseaban comprarlo para hacer de el un
centro nocturno nada recomendable. Monseñor Rossi, Párroco de
Montichiari, se propuso impedirlo a todo trance y pidió incesantemente la
ayuda de la Rosa Mística. Surgió entonces la idea de comprarlo para
fines caritativos. Se dirigió a Monseñor Luigi, apóstol de la Caridad que ya
había fundado en Italia varios asilos para enfermos, ancianos. Este
compró el castillo y lo convirtió en un hogar para sacerdotes, ancianos y
enfermos. Se estableció allí una capilla y en señaladas ocasiones se
dan retiros espirituales.
Monseñor Francisco Rossi afirma:
"Todo esto es para mí un milagro muy grande y visible de la Rosa Mística. La
vieja fortaleza de María que estuvo a punto de convertirse en un lugar de
pecado es hoy lugar de oración, reparación y caridad.
Las construcciones que aparecieron
al lado izquierdo, cobijadas por el manto de María fueron la visión
profética de muchas edificaciones que la fe y la caridad de las gentes han
levantado en torno a la fuente milagrosa.
Segunda Aparición en
Fontanelli
13 de mayo de 1966
La Virgen escogió el aniversario de las
apariciones en Fátima para manifestarse nuevamente a Pierina Guillini
junto a la fuente, a las 11:40 AM. Se habían reunido en el lugar unas 20
personas. He aquí la conversación que se produjo:
-La Madre de Dios inició el diálogo:
"La noticia de mí venida aquí a la fuente debe ser conocida y
difundida por todas partes".
-Pierina preguntó: "¿Cómo podré hacerlo sí no se me creen y se me impide actuar?" -"Aquí está tu misión así como te lo exigí.". -"Oh amada Madre de Dios, sin un milagro suyo que acredite mis palabras, las autoridades eclesiásticas no me prestarán fe. Yo te pido que hagas un milagro". -Sin dar respuesta a la petición, la Virgen sonrió maternalmente y continuó: "Mi divino Hijo es todo amor, pero el mundo va hacia la ruina. Yo he alcanzado una vez mas misericordia y vengo a Montichiari para prodigar las gracias de su amor, pero para salvar a la humanidad se necesita oración, sacrificio y penitencia". Después señaló la fuente hacia la derecha y dijo: "Deseo que aquí se construya un baño cómodo, alimentado por esta agua, en donde se pueda sumergir a los enfermos", y mostrando hacia la izquierda, dispuso: "esta otra parte de la fuente debe ser reservada para beber".
Pierina le preguntó el nombre que
debía llevar la fuente y la Rosa Mística contestó:
"Que se llame la fuente de la Gracia ".
Medalla de la Rosa Mística
19 de mayo de 1970
La Virgen María, Rosa
Mística le pidió a Pierina:
Haz de acuñar una medalla según
este modelo: por un lado "Rosa Mística" y por el otro, "María, Madre de la
Iglesia".
He sido enviada por el Señor, que
escogió a Montichiari para traer el don de su amor, el don de la fuente de
gracia y el don de la medalla de mi amor maternal. Yo intervendré en la
difusión de la medalla, prenda de caridad universal. Mis hijos me llevarán
sobre sus corazones a todas partes y yo les prometo mi protección maternal
llena de gracias, en este tiempo en que se quiere destruir la veneración que
se me tributa.
Esta medalla es el signo de que mis
hijos están siempre conmigo que soy la Madre del Señor y Madre de la
humanidad. Este es el triunfo del amor universal. La bendición del Señor y
mi protección estarán siempre con aquellos que recurren a Mi.
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Nuestra Señora
de las Lágrimas
Italia,
Fiesta el 29 de Agosto
Esta
advocación, poco conocida, no alude a una aparición de la
Virgen, sino a un fenómeno prodigioso que tuvo lugar el 29 de
agosto de 1953 en la casa de un obrero en Siracusa (Sicilia).
Durante cuatro días un cuadro de yeso con la imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas
humanas tal y como pudo constatar una comisión de médicos el 1 de
septiembre del mismo año quien llevó a cabo los análisis sobre su
composición. La autenticidad de este fenómeno fue declarada el 12 de
diciembre de ese mismo año por por los obispos de Sicilia reunidos
en conferencia episcopal. Para comprender el significado de este
fenómeno se recomienda leer la
catequesis que pronunció Juan Pablo II sobre la
Virgen de las Lagrimas.
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Julio 1
María,
Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón.
Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas
nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos
invita a vivir el sendero del dolor-alegría.
La Fiesta de su
Inmaculado Corazón nos remite de manera directa y misteriosa al
Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su
Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente
unidos en el tiempo y la eternidad...
La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús
es por medio de su Madre.
Por ello, nos
consagramos al Corazón de Jesús por medio del Corazón de María.
Esto se hace evidente en la liturgia, al celebrar ambas fiestas
de manera consecutiva, viernes y sábado respectivamente, en la
semana siguiente al domingo del Corpus Christi.
Santa María,
Mediadora de todas las gracias, nos invita a confiar en su amor
maternal, a dirigir nuestras plegarias pidiéndole a su
Inmaculado Corazón que nos ayude a conformarnos con su Hijo
Jesús.
Venerar su
Inmaculado Corazón significa, pues, no sólo reverenciar el
corazón físico sino también su persona como fuente y fundamento
de todas sus virtudes. Veneramos expresamente su Corazón como
símbolo de su amor a Dios y a los demás.
El Corazón de
Nuestra Madre nos muestra claramente la respuesta a los impulsos
de sus dinamismos fundamentales, percibidos, por su profunda
pureza, en el auténtico sentido. Al escoger los caminos
concretos entre la variedad de las posibilidades, que como a
toda persona se le ofrece, María, preservada de toda mancha por
la gracia, responde ejemplar y rectamente a la dirección de
tales dinamismos, precisamente según la orientación en ellos
impresa por el Plan de Dios.
Ella, quien
atesoraba y meditaba todos los signos de Dios en su Corazón, nos
llama a esforzarnos por conocer nuestro propio corazón, es decir
la realidad profunda de nuestro ser, aquel misterioso núcleo
donde encontramos la huella divina que exige el encuentro pleno
con Dios Amor..
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