
Según una encuesta de la fundación Bertelsmann, el 80 por ciento de
los alemanes y el 90 por ciento de los austriacos esperan un nuevo orden
económico
La Economía del Bien Común cubre los elementos básicos de un sistema
de orden económico alternativo y está abierto a la sinergia con sistemas
similares. El objetivo es el crear un marco legal vinculante para la
creación de valores de orientación empresarial y particular hacia el
Bien Común, que dé incentivos a sus participantes.
El autor y activista político Christian Felber había desarrollado una
alternativa a los sistemas actuales en su libro Nuevos valores para la
economía (Deuticke, 2008), con el fin es escapar de la discusión
estéril: “Quien está contra el capitalismo, está con el comunismo” y
ofrecer un camino concreto y viable para el futuro. Más tarde estos
fundamentos fueron pulidos por un, cada día mayor, círculo de
empresarios, que junto con él, le dieron el nombre de “Economía del Bien
Común” (Deuticke, 2010) en su nuevo libro.
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Economía del Bien Común
La Economía del Bien Común es presentada por Christian Felber como
una alternativa tanto al capitalismo de mercado como a la economía
planificada. El proyecto parte de unos criterios generales pero deber
ser un modelo abierto que debe construirse entre todos sus miembros.
Principios legales de la Economía del Bien Común
Según Felber muchas constituciones y normas legales recogen el
principio según el cual la actividad económica debe servir a los
intereses generales y en general al bien común o bien público (‘’common
good’’ en inglés y ‘’Gemeinwohl’’ en alemán). Así, por ejemplo la
Constitución de Baviera en su artículo 151 indica que:7 8
Toda actividad económica sirve al bien común.
Para Felber la implantación de la economía del bien común equivaldría
a adaptar la economía real capitalista (en la que priman valores como
el afán de lucro y la competencia) a los principios constitucionales que
recoge, entre otras, la Constitución de Baviera.
Principios de la Economía del Bien Común
La economía del bien común se debe regir por una serie de principios
básicos que representan valores humanos: confianza, honestidad,
responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión,
entre otros.
Para los defensores de la economía del bien común, aquellas empresas a
las que guíen esos principios y valores deben obtener ventajas legales
que les permitan sobrevivir, frente a los valores del lucro y la
competencia actuales.
En la economía real actual se mide el éxito económico con valores o
indicadores monetarios como el producto interior bruto y los beneficios
que dejan fuera a los seres humanos y al medio en el que vivimos. Estos
indicadores no nos dicen nada sobre si hay guerra, se vive en una
dictadura, si sobreexplotamos el medio, si se respetan los derechos
humanos, etc. De la misma manera que una empresa tenga beneficios no nos
indica nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre lo que
produce ni cómo lo produce.
El balance del bien común mide como una empresa vive: la dignidad
humana, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica,
la democracia con todos sus proveedores y clientes. Por ejemplo, si la
empresa promueve la esclavitud infantil, si hay desigualdad entre
hombres y mujeres, si las rentas de los trabajadores están
diferenciadas…
Finalmente, la evaluación de esos valores podrá permitir al consumidor escoger los productos.
Felber propone un límite a la propiedad privada y a la herencia.
Aquí presentamos los 20 puntos centrales:
1. La economía del bien común se basa en los mismos valores que hacen
florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, aprecio,
democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas
conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad
de los seres humanos.
2. El marco legal económico experimenta un giro radical, cambiando
las reglas del juego de afán de lucro y competencia por cooperación y
contribución al bien común: Empresas que practican la cooperación serán
recompensados. En cambio, el comportamiento competitivo conlleva
desventajas.
3. El éxito económico no es medido por indicatores monetarios como el
beneficio financiero o el BIP, sino con el balance del bien común (a
nivel de empresas) y el producto del bien común (a nivel de sistema). El
balance del bien común se convierte en el balance principal de todas
las empresas. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea
la actividad, mejores serán los resultados del balance del bien común
alcanzados. Mejorando los resultados del balance del bien común de las
empresas en una economía nacional, mejorará el producto del bien común.
4. Las empresas con buenos balances del bien común disfrutarán de
ventajas legales: tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos,
créditos baratos, privilegios en compra pública y a la hora de reparto
de programas de investigación, etc. La entrada en el mercado se verá,
por tanto, más favorecida para actores éticos y sus productos y
servicios, que los de los no-éticos, indecentes y no ecológicos.
5. El balance financiero será el balance secundario. El beneficio
financiero pasa de ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar el
‘nuevo’ fin empresarial: Aportación al bien común. Los excedentes del
balance financiero deberán utilizarse para: inversiones con plusvalía
social y ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas
limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida, así como
créditos sin intereses a empresas cooperadoras. No se utilizarán los
excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la empresa,
adquisición hostil de otras empresas, inversión en mercados financieros
(éstos dejarán de existir), o aportaciones a partidos políticos. En
contrapartida, el impuesto sobre el beneficio empresarial será
eliminado.
6. Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un
fin, las empresas pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen
que temer ser adquiridas, o sentirse obligadas a crecer para ser más
grandes, más fuertes o con mayores beneficios. Todas las empresas están
liberadas de la coerción de crecer y tragar.
7. Exisitiendo la posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño óptimo,
habrá muchas empresas pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que
crecer más, les será más fácil cooperar y practicar la solidaridad. Se
pueden ayudar mutuamente con conocimientos, tecnología, encargos,
personal o créditos sin interés. Serán recompensadas con resultados del
balance del bien común positivos. Las empresas van formando una red de
aprendizaje solidaria, la economía se transforma en un sistema win-win.
8. Las diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas:
Ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo. Propiedades
que no excederán p. ej. los 10 millones de euros, el derecho de cesión y
herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10
millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán
repartidos a través de un “fondo de generaciones” como “Dote
democrático” a las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial
significa mayor igualdad de oportunidades. (Los márgenes exactos deberán
ser definidos democráticamente en una asamblea económica.)
9. En grandes empresas a partir de un elevado numero de empleados
(por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan
parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población
podrá ser representada directamente a través de “parlamentos económicos
regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en
empresas publicas.
10. Esto es igualmente válido para los bienes democráticos, la
tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y
medianos empresarios y grandes empresas de propiedad mixta. Por bienes
democráticos entendemos instituciones económicas públicas en campos de
enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía, o comunicación: la
infraestructura básica.
11. Un bien democrático importante es el banco democrático. Éste
sirve, como todas las empresas, al bien común y, como todos ellos,
controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus
servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas
corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo
com plusvalía social y ecológica. El Estado se financia primordialmente a
través de créditos sin interés del Banco Central. El Banco Central
obtiene el derecho exclusivo de la creación de dinero y efectúa las
transacciones de capitales internacionales para impedir evasión fiscal.
Los mercados financieros en la forma actual ya no existen.
12. Siguiendo la propuesta de John Maynard Keynes del 1944, se
establece una cooperación monetaria global a base de una unidad de
calculación (p. ej. “globo”, “terra”) para el comercio international. A
nivel local, monedas regionales pueden complementar la moneda nacional.
Para protegerse de la competencia injusta, la UE inicia una zona de
comercio justo (Zona del Bien Común) con estándardes harmonizados o con
tarifas aduaneras correlacionadas con el resultado del BBC de la empresa
productora. A largo plazo, la meta es una Zona del Bien Común en la
ONU.
13. A la naturaleza se le concede un valor propio por lo cual no
puede transformarse en propiedad privada. Quien necesite un pedazo de
tierra para vivir, agricultura o comercio, se le cede una superficie
limitada de forma gratuita o pagando una tasa de utilización. El uso de
la tierra está condicionado a criterios ecológicos y al uso concreto.
Esto será el final de la especulación inmobiliaria, el “landgrabbing”
(apropriación de grandes superficies por multinacionales u otros países)
y el latifundismo. En contrapartida, se anula el impuesto sobre el
terreno.
14. El crecimiento económico deja de ser un fin. Un nuevo objetivo
será la reducción de la huella ecológica de personas privadas, empresas y
naciones, hacia un nivel globalmente sostenible y justo. El imperativo
categórico de Kant será extendido a la dimensión ecológica. Nuestra
libertad de elegir un estilo de vida determinado encuentra su fin cuando
limita la libertad de otros de elegir el mismo estilo de vida o por lo
menos llevar und vida en dignidad. Personas privadas y empresas serán
incentivadas para medir su huella ecológica y reducirla a un nivel
globalmente sostenible y justo.
15. El horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente
hacia la marca, deseada por mayoría de 30 a 33 horas semanales. De este
modo queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran
importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños, enfermos,
ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la
personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades
públicas. Como consecuencia de este reparto más equlibrado entre las
distintas actividades, el estilo de vida se hará más suficiente, menos
consumidor, y más sostenible.
16. Cada décimo año en la profesión es un “año sabático” que será
financiado a través de un salario mínimo incondicional. Las personas
pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga el
mercado de trabajo en un diez por ciento de la tasa de desempleo en la
Unión Europea.
17. La democracia representativa será completada por la democracia
directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana debería
poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por si
misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras
de abastecimiento: ferrocarril, energía, agua, correos, bancos. En una
democracia real son idénticos los intereses de los representantes y los
de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son derechos
constitucionales de co-legislar y de controlar por parte de la
ciudadanía soberana.
18. Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de
discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se
conviertan en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente
elegida; su resultado se votará democráticamente por la ciudadanía
soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá en la constitución y sólo
podrá volverse a cambiar con el respaldo de la ciudadanía soberana.
Aparte de la asamblea económica del bien común puede haber otras
convenciones para profundizar la democracia: asamblea para la
educación, asamblea para los medios de comunicación o una asamblea para
el desarrollo de la democracia.
19. Para afianzar en los niños los valores de la economía del bien
común y poderlos practicar, el sistema de educación debería estar
orientado igualmente hacia el bien común. Esto requiere otra forma de
enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo: emocionología, ética,
comunicación, educación democrática, experiencia de la naturaleza y
sensibilización corporal.
20. Debido a que en la economía del bien común, el éxito empresarial
posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, se
demandan otras competencias de gestión. Las empresas ya no buscan a los
gerentes más duros y ejecutivos de la “eficiencia cuántitativa”, sino a
los más responsables y socialmente competentes, los más empáticos y
sensibles que consideran la codeterminación como una oportunidad y un
beneficio para todos.
La economía del bien común no es ni el mejor de los modelos
económicos ni el final de una historia, sólo el paso siguiente hacia un
futuro más sostenible, justo y democrático. Se trata de un proceso
participativo, de desarrollo abierto que busca sinergia en procesos
similares como: economía solidaria, economía social, movimiento de
bienes comunes, economía del postcrecimiento o democracia económica.
Juntando sus esfuerzos, una gran cantidad de personas y actores son
capaces de crear algo fundalmente nuevo. La implementación de la visión
requiere motivación intrínseca y autorresponsabilidad, incentivos
económicos, un orden político-legal coherente, así como concienciación.
Todas las personas, empresas y comunidades están invitadas a participar
en la reconstrucción de la economía hacia el bien común.
Implantación del proyecto
La implantación del modelo teórico comenzó en octubre de 2010 con un
grupo de empresas de varios países que participan activamente cumpliendo
voluntariamente los requisitos del proyecto de economía del bien común.
El grupo se ha convertido en un movimiento político que presiona al
gobierno para que los principios teóricos se plasmen definitivamente en
leyes.
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Más información en: www.economia-del-bien-comun.org
Contacto: Ana Moreno: espania@economia-del-bien-comun.org
Video de Christian Felber: Christian Felber – La Economía del Bien Común
La Economía del Bien Común es tendencialmente una forma de sistema de
mercado, en el cual las coordenadas de los motivos y objetivos de
aspiración de las empresas (privadas) sean cambiadas de afán de lucro y
concurrencia por contribución al Bien Común y cooperación.
Resultados de investigaciones contemporáneas muestran, que éstas
alternativas, pese a los prejuicios asentados en el fondo, son
compatibles con la “naturaleza del ser humano”. Más aún: la economía del
bien común se construye en base a los valores que hacen florecer a
nuestras relaciones: Confianza, Responsabilidad, Aprecio, Democracia,
Solidaridad y Cooperación. Estos comportamientos humanos y sostenibles
serán medidos por medio del Balance del Bien Común 4.0 y con una serie
de alicientes y ventajas legales, desde el sistema, premiadas: la
ambición del mercado será girada éticamente en sus polos.
Hoy en día se considera como primer criterio de éxito de empresa la
ganancia financiera. En la Economía del Bien Común, no contará
“finalmente el dinero”, sino el Balance del Bien Común. Entonces será
cuando no sólo a las empresas les irá bien, sino también a todos los
seres humanos y seres vivos.
Aquí puedes leer el proceso que comenzó el 1 de octubre del 2010 y
aquí puedes bajar el Resumen de 20 puntos de la Economía del Bien Común.
El 5 de octubre de 2011 fueron presentados los resultados de los
balances del bien común de las primeras 100 empresas pioner@s en una
conferencia de prensa internacional. Todas las empresas están invitadas a
participar en la aplicación del balance del bien común.
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Desde el comienzo del proceso en octubre del 2010 se han enganchado a
éste miles de personas y 12 estados. Ya es un movimiento internacional,
el cual se entrelaza a diferentes niveles:
> Redes regionales y locales: Campos de Energía
> Redes de competencia: Círculos de actores
> Empresas y organizaciones
> Municipios y Regiones
> Círculos de coordinación
MISIÓN Y VISIÓN
Visión del movimiento de la sociedad civil para una Economía del Bien
Común La Economía del Bien Común se define como un sistema económico
alternativo, el cual se construye en base a los valores de fomento del
Bien Común. La Economía del Bien Común es una palanca de cambio a nivel
económico, político y social – un puente entre lo viejo y lo nuevo.
*A nivel económico el movimiento desarrolla las alternativas
concretas aplicables para empresas de diferente tamaño y forma legal.
*A nivel políticoel movimiento tiene como objetivo cambios legales
que posibiliten una vida equitativa en cuanto a las necesidades de todos
los seres humanos, seres vivos y de nuestro planeta Tierra.El propósito
económico y la evaluación del éxito de las empresas se definirán en
base a los valores orientados al Bien Común.
*A nivel social el movimiento es una iniciativa de concienciación
para un cambio de sistema, que se basa en el “hacer” de tantos seres
humanos como posible, en común y con valía. El movimiento da esperanza y
ánimo para una actuación hacia el bien común de todos.La meta de
nuestro trabajo es una buena vida para todos los seres vivos y el
Planeta, apoyada por un sistema económico enfocado al Bien Común. La
dignidad humana, la equidad y la solidaridad global, la sostenibilidad
ecológica, la justicia social y la participación democrática son
elementos substanciales para ello.
Se entiende como un proceso abierto en cuanto a sus resultados, participativo, de crecimiento local con efectos globales.
UNA PEQUEÑA HISTORIA DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN
¡Un proceso ascendente dónde participar!
383–322 a. de C.: ARISTÓTELES
En su obra “Política” (libro I, cap. 8 y ss.) el primer estudioso
sistemático de la economía ya calificó de “contra natura” aquella forma
de economía basada sólo en ganar dinero. En contraposición a ella
definió aquel “bien equitativo”, beneficioso para la sociedad a la que
se debe, es decir, el bien común (libro III, cap. 12, 1282). Esta
alternativa requiere de todos un “buen comercio” para hacer posible el
“buen vivir”.
106–43 d. de C.: CICERÓN
„El bien del pueblo debe ser la ley suprema.“ (De legibus III, 3, 8 )
1225–1274: TOMAS DE AQUINO
Definió el bien común como “bonum commune” y en consecuencia “toda
ley debía estar encaminada necesariamente hacia ese bien común.” (“Summa
theologiae” Prima Secundae, quaestio 90, articulus 2). Desde entonces
este concepto juega también un papel central en la doctrina social
cristiana.
1646–1716: GOTTFRIED WILHELM LEIBNIZ
También en su opinión lo justo es servir al bien común, concebido
como Bien común Universal al incluirlo explícitamente dentro del
mantenimiento y prosperidad de todo el universo en su conjunto. (Nova
methodus discendae docendaeque Jurisprudentiae, libro I, § 35; libro II,
§ 14)
1712–1778: JEAN-JACQUES ROUSSEAU
En su obra principal “Del contrato social o Principios del estado de
derecho” (libro II, Cap. 3) especifica que la voluntad general (volonté
générale), encaminada hacia el bien común, es la base de todo poder
político legítimo. No hay que confundir la voluntad general con la suma
de todos los intereses particulares de cada individuo, o volonté
particulière.
1921–2002: JOHN RAWLS
Según su “Teoría de la justicia” (1971) el bien común de una sociedad
sólo se garantiza a través de “dos principios” fundamentales: la
“igualdad de derechos y obligaciones” para todos, y la máxima de que
“las desigualdades sociales, como diferentes grados de poder o riqueza
sólo pueden justificarse cuando de ellas se derivan ventajas para todos,
especialmente para los miembros más vulnerables de la sociedad.”
1946: CONSTITUCIÓN DE BABIERA
En su artículo 151 la Constitución del estado federal de Babiera establece que: „Toda actividad económica sirve al bien común.“
2001: „ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN“
Joachim Sikora de Bonn junto con Günter Hoffmann esbozan sus
„Visiones de una economía del bien común“ sobre la base de monedas
regionales, tasas por desvalorización, ingresos orientados a la
productividad y reforma del suelo. Desde aquí accederá a la web de
Joachim Sikora.
2006: „50 PROPUESTAS PARA UN MUNDO MÁS JUSTO“
En esta publicación crítica con la actual globalización (8ª edición)
Christian Felber presenta medidas concretas para modelar una economía
global más humana, democrática y ecológica. Aun cuando apenas se
cuestionó la coherencia de su contenido, sí generó recelos sobre si las
propuestas se dirigían contra valores como „eficiencia“, „crecimiento“,
„beneficio“, „éxito“, „competitividad“ y „libertad“.
2008: „NUEVOS VALORES PARA LA ECONOMÍA“
La respuesta a estas cuestiones fue un nuevo libro donde se analizan y
deconstruyen los „valores tótem“ del mercado. Después de desprenderse
del lastre ideológico queda expuesto el esquema con las líneas
directrices de un nuevo orden económico, publicadas más adelante en el
último capítulo del libro.
2008: GRUPO DE EMPRESARIAS ATTAC
Atraídas por las alternativas expuestas en „Nuevos valores para la
economía“ un grupo de alrededor de una docena de empresarias propuso, a)
afinar las ideas del esquema inicial y b) colaborar en su
implementación. Este grupo estuvo trabajando sobre el modelo durante
casi dos años hasta que en agosto de 2010 nació la „Economía del bien
común“.
AGOSTO DE 2010: EL LIBRO „LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN“
La editorial vienesa Deuticke publica el libro. En el apéndice del
libro aparecen ya 70 empresas como primeras subscriptoras, en un
principio el objetivo era encontrar entre 30 y 50 firmantes.
6 de OCTUBRE DE 2010: SIMPOSIO
Las empresarias de Attac se dan a conocer por primera vez al público y
organizan el simposio „Repensar la empresa“. En la primera „ampliación
del círculo“ queríamos probar cómo se acercaban a la idea de economía
del bien común las empresas de espíritu abierto. Se confiaba en reunir a
unas 50 empresas y vinieron 100, 20 de las cuales conformaron el grupo
de pioneras. Así comenzó el proceso de la „Economía del bien común“ .
31 DE DICIEMBRE DE 2010
El grupo de las empresas colaboradoras creció rápidamente: a finales
de 2010 había registradas como promotoras 150 empresas, y el grupo de
las entidades pioneras ascendió hasta 50. En muchas regiones surgieron
los primeros „campos de energía“ de personas comprometidas con la
implementación de la Economía del bien común.
21 DE ENERO DE 2011: MATRIZ 2.0
Sobre la base de Matriz 1.0, versión publicada en el libro, se hizo
una encuesta a las empresas pioneras del proyecto. Un equipo específico
recopiló la información proporcionada por estas empresas y redactó la
versión 2.0 a finales de enero de 2011. El plan de ruta quedaba
perfilado: la versión 3.0 debería estar lista a principios de verano y
servir de balance para 2011. Posteriormente nuevo feedback y redacción
del balance 4.0 para el „año II“: 2012.
9 DE FEBRERO DE 2011: UNIÓN
En un encuentro entre empresarias de Attac y otros grupos
incorporados se estudió y decidió la estrategia a seguir: la Economía
del bien común se hace „autónoma“. Una unión de promotores coordinará
las diferentes „parcelas“ en el „Proceso global de la economía del bien
común: empresas promotoras, pioneras, consejeras, auditoras, redactores,
campos de energía, Unión.
18 DE FEBRERO: EMPRESAS PIONERAS
Poco tiempo más tarde se encuentran las empresas pioneras e
intercambian las primeras experiencias. En conjunto elaboran la agenda
hasta la conferencia de prensa de octubre en la que se presentará el
balance.
FEBRERO DE 2011: CONSULTORES
A partir del círculo de empresas de Attac se constituye la plataforma
de consultores. Su cometido es acompañar a las empresas pioneras a lo
largo de todo el proceso, crear un oficio certificado y una academia de
la Economía del bien común.
24 DE MARZ0 DE 2011: BALANCE DEL BIEN COMÚN LISTO
El empresario de software Paul Ettl crea a iniciativa propia una
tabla para calcular los balances. Desde entonces se va completando
continuamente y se puede consultar actualizada en las páginas web de las
empresas pioneras.
6 DE ABRIL DE 2011: L‘ÉCONOMIE CITOYENNE
En la editorial parisina „Actes Sud“, responsable también de dar a
conocer en Francia a Joseph Stiglitz y Naomi Klein, aparece la versión
francesa de la Economía del bien común: „L’Économie citoyenne“.
19 DE ABRIL DE 2011: LOS PRIMEROS 10.000
La editorial Deuticke comunica que ya se han vendido 10.000. El libro
va por su quinta edición. Está prevista la reedición completa del libro
para la primavera de 2012.
18 DE MAYO DE 2011: PRIMEROS BALANCES
En un encuentro posterior las pioneras, cuyo número ya pasa de 70,
presentan sus primeros balances. Conclusión: 50 criterios de Economía
del bien común son muchos para el primer año, demasiados: es preferible
reducirlos y, poco a poco, ir añadiendo nuevos cada año.
30 DE JUNIO DE 2011: BALANCE 3.0
Sobre la base de la información recopilada, y tras varias semanas de
una actividad frenética, el equipo de redacción concentró el balance en
18 criterios. Para cada criterio hay una única ficha técnica y un
apartado más extenso en el manual. El balance 3.0 es válido para el
primer año 2011. Las fichas técnicas y el manual se actualizan
continuamente.
13-17 DE JULIO DE 2011: ACADEMIATTAC
En los cursos de verano de Attac-Austria se organiza un seminario
sobre economía del bien común compuesto de tres partes: Cuestiones
básicas (valores, principio), cuestiones de aplicación (balance),
cuestiones estratégicas (procesos, democracia).
25 DE JULIO: PERSONA DE CONTACTO PARA EMPRESAS PIONERAS
Günther Reifer se hace cargo del asesoramiento de las empresas
pioneras. Desde ese momento es el principal interlocutor para todas
aquellas preguntas y problemas de las empresas pioneras, y para aquellas
que deseen serlo: pionierinnen@gemeinwohl-oekonomie.org
1 DE AGOSTO DE 2011: COORDINADORA DE ORGANIZACIÓN
Gracias a las generosas aportaciones de 15 empresas se ha podido
financiar la contratación de una coordinadora de organización interna.
La motivación de Barbara Stefan es tremenda, ha aportado energía,
claridad, orden y apoyo a todo el proyecto:
koordination@gemeinwohl-oekonomie.org
30 DE SEPTIEMBRE DE 2011: CONTROLES DEBEN HABER
Antes de publicar los primeros balances es preciso que sean revisados
por agentes externos. En este primer año de balance I los auditores
„sólo“ serán otras empresas pioneras y asesoras (especialmente aquellas
empresas con resultados superiores a los 600 puntos). Más adelante serán
las empresas auditoras de la economía del bien común las que realicen
esta tarea.
5 DE OCTUBRE DE 2011: CONFERENCIA DE PRENSA
En Bozen, Graz, Linz, Klagenfurt, Munich, Salzburgo y Viena salen a
lo público para presentar el modelo de Economía del bien común y los
resultados de su primer balance. Anuncian además las primeras
reivindicaciones políticas.
6 DE OCTUBRE DE 2011: PRIMER CUMPLEAÑOS
Un año después del simposio „Concebir de forma nueva la empresa“ se
reúnen todos los participantes en el proceso de la economía del bien
común para reforzar lazos, intercambiar experiencias, dialogar, mirar
hacia el futuro y celebrar juntos el primer cumpleaños.
31 DE DICIEMBRE DE 2011: BALANCE 4.0
La conferencia de prensa nos conducirá a un segundo círculo de
expansión y generará una nueva ola de feedback. El equipo de redacción
“atrapará” toda esa información y la trasladará a la matriz del balance
del Bien Cmún. La versión 4.0 servirá entonces como año de balance II:
2012.
2012 – 2015: HACIA LA ASAMBLEA
Probablemente en los años venideros se incorporarán al proceso y le
seguirán dando forma miles de empresas. El balance se irá elaborando una
vez al año. Como muy tarde el balance 10.0 se convertirá en el modelo
para la asamblea de la Economía del Bien Común, elegida de forma
democrática. Entre los cometidos de esa asamblea estará formular una ley
sobre la que se pronunciará el soberano democrático – el pueblo -. Si
el pueblo aprueba la ley, ésta será incluida en la Constitución, y sólo
el pueblo soberano tendrá legitimidad para cambiarla.