DOS
Acerca
del viaje del Creador Principal.
La
humanidad es un experimento. La humanidad ha sido diseñada, como la mayor parte
de lo que existe en la creación. El Creador Principal (Dios)
empezó a experimentar con la creación en este universo hace ya mucho tiempo,
con el propósito de una mayor auto-exploración, auto-gratificación y
auto-expresión.
El Creador Principal (Dios) trajo
a este universo energías y esencias de vida extensiones de sí mismo ( dioses creadores ) y obsequió a esas extensiones con los dones
que él poseía. Entregó sus capacidades de buena gana y sin pedir nada a cambio(Gratuitamente).
Existen muchos otros universos y
muchas otras formas de diseñar universos; éste, en particular, fue diseñado
como una zona de
libre albedrío, en la cual todo estaría
permitido.
El
Creador Principal les dijo a estas extensiones de sí mismo: «Salid y cread, y
devolvédmelo todo». Era una tarea bastante sencilla ¿no es así? En otras palabras,
lo que el Creador Principal estaba diciendo era: «Os daré mis dones. Salid y
dad de vosotros sin pedir nada a cambio, de manera que todo lo que creéis en
este universo comprenda que su esencia es mi identidad».
Estas
extensiones del Creador Principal, a las que llamamos dioses creadores,
salieron y empezaron a experimentar con la energía del Creador Principal(Dios),ya
que existía en ellos mismos.
Empezaron
a crear su propia jerarquía, que a su vez creó otras jerarquías. Cada jerarquía
creó otra jerarquía, y así sucesivamente, para dotarlas de su propia esencia y
para participar del desarrollo de este universo.
Finalmente, en uno de los
sistemas galácticos, se planeó diseñar a la Tierra como centro intergaláctico
de intercambio de información. Era un plan increíble. La Tierra era un lugar
hermoso, situado en el límite de uno de los sistemas galácticos y de fácil
acceso desde otras galaxias. Estaba cerca de muchos portales de paso: las
carreteras por las que viajan las energías a través del espacio.
Hubo
mucha actividad para crear una representación individual de todas las galaxias
en este planeta.
Algunos de los dioses creadores eran
expertos en genética.
Eran capaces de unir moléculas por medio de sus jerarquías moléculas de
identidad, frecuencia y carga eléctrica codificadas, para crear vida.
Muchas civilizaciones sensibles
dieron su ADN para tener una representación de su codificación en este planeta.
Luego, los expertos en genética diseñaron diversas especies, unas humanas,
otras animales, jugando con las variedades de ADN que las civilizaciones
sensibles habían donado para convertir la Tierra en este centro de intercambio
de información, este centro de luz, esta Biblioteca Viviente. El plan para la
Tierra era grandioso.
Los
Planificadores Originales de la Tierra eran miembros de la Familia de Luz,
seres que trabajaban para, y estaban asociados con, un aspecto de la
consciencia llamado Luz. La Luz es información.
La
Familia de Luz creó el centro de información que había concebido; diseñaron un
lugar donde las galaxias contribuirían con su información y donde todos
podrían participar y compartir sus conocimientos específicos.
La
Tierra había de convertirse en una biblioteca cósmica, un lugar de una belleza
increíble que experimentaría cómo almacenar la información mediante
frecuencias y mediante el proceso genético.
Fuera
de la estructura del tiempo, 100.000 años pueden transcurrir en lo que sería un
año en la estructura del tiempo tal como vosotros la conocéis. Estos dioses
creadores no existían en el tiempo tal como lo conocéis. Cientos de miles de
años o un millón de años no eran nada para ellos.
Se
crearon diferentes energías. Hace 500.000 años aproximadamente, había especies
de humanos en la Tierra que desarrollaron civilizaciones muy evolucionadas. No
estamos hablando de civilizaciones como Lemuria o la Atlántida; desde nuestro
punto de vista, esas civilizaciones eran modernas. Estamos hablando de
civilizaciones antiguas, civilizaciones que están enterradas bajo capas de
hielo en la zona sur del continente de la Antártida.
Finalmente,
hubo luchas por el proyecto de la Biblioteca Viviente de la Tierra. Era lo
suficientemente atractivo para ser poseído por algunos.
Durante los primeros años de la
historia de la Tierra, hubo guerras en el espacio por la posesión de este
planeta. ¿Os habéis preguntado alguna vez a quién le pertenece la Tierra? Es un
buen trozo de propiedad.
¿Pensáis que podía permanecer
sin propietario en el espacio? Tuvieron lugar algunas escaramuzas y la Tierra
se convirtió en un lugar de dualidad. Ciertos dioses creadores que tenían el
derecho de hacer lo que quisieran —porque la Tierra era una zona de libre
albedrío— llegaron y tomaron posesión. A esto lo llamamos «incursión» en la
Tierra. Fue como una incursión corporativa en Wall Street.
Estos dioses creadores hicieron
incursión en la Tierra hace aproximadamente 300.000 años —el período, en
términos históricos, que vosotros llamaríais el principio de la civilización
humana—. Éste es, simplemente, el período que, hoy en día, se enseña como el
principio de la civilización. En realidad, fue tan sólo el principio de la
última fase, la fase de la humanidad moderna.
Cuando
tuvo lugar la escaramuza, un grupo de entidades luchó en el espacio y ganó el
territorio de la Tierra. Estos nuevos propietarios no quisieron que la especie
nativa de la Tierra —los humanos— fueran informados de lo que había sucedido.
Al no estar informados, serían más fáciles de controlar. Es por eso que la luz
es información y la oscuridad es falta de información.
Estas entidades lucharon contra la
luz y la Tierra se convirtió en su territorio. Es un nuevo concepto de la luz,
¿no es verdad? Hubo una gran radiactividad y mucha acción nuclear, y una gran
parte de la Tierra se hizo pedazos. La especie original, creación humana,
experimentó una gran destrucción.
Estos
nuevos dioses creadores, los nuevos propietarios, eran también expertos en
genética. Entendían cómo se crea la vida y tenían sus propias razones para
querer este territorio. Los territorios son creados y mantenidos por ciertas
energías por muchas razones, y una de ellas es que hay consciencia en todas las cosas.
La
consciencia se comunica continuamente. La consciencia vibra, o puede ser
llevada a vibrar, con ciertas frecuencias electromagnéticas. Las energías de
consciencia electromagnéticas pueden ser influenciadas para que vibren de cierta
manera con el fin de crear una fuente de alimento. Así como podemos preparar y
comer las manzanas de muchas maneras, la consciencia también puede ser
preparada e ingerida de muchas formas.
Algunas
entidades, en el proceso de su propia evolución, empezaron a descubrir que,
mientras creaban vida y dotaban de consciencia a las cosas mediante la
modulación de frecuencias de las formas de consciencia, podían alimentarse;
podían mantenerse en control.
Empezaron a darse cuenta que era así
como el Creador Principal se nutría.
El Creador Principal encarga a otros la tarea de crear una frecuencia de consciencia
electromagnética que le sirve de alimento.
Los
nuevos propietarios del planeta tenían un apetito diferente y otras
preferencias que los antiguos propietarios. Se nutrían con el
caos y el miedo. Esto los alimentaba, los estimulaba y los mantenía en el
poder.
Estos
nuevos propietarios que llegaron hace 300.000 años, son los magníficos seres de
los que se os habla en la Biblia, en las tablas babilónicas y sumerias y en los
textos de todo el mundo. Vinieron a la Tierra y volvieron a ordenar a la nativa
especie humana. Volvieron a ordenar vuestro ADN con el fin de haceros
transmitir dentro de una cierta
banda de frecuencia limitada, cuya frecuencia los pudiera alimentar y mantener
en el poder.
El
ser humano original era un ser magnífico, cuyas doce hebras de ADN
habían sido donadas por una variedad de civilizaciones sensibles.
Cuando llegaron los nuevos propietarios, trabajaron en sus laboratorios y crearon
versiones de humanos con un ADN diferente el ADN de dos hebras, de
hélice doble.
Cogieron el ADN original de la especie humana y lo
diseccionaron. El diseño original del ADN permaneció en las células
humanas, pero
sin funcionar; fue desconectado.
Dentro
de las células humanas hay filamentos con códigos de luz, hebras muy finas de
energía que transportan información. Cuando estas hebras trabajan juntas como
un cable —como las fibras ópticas— forman la hélice de tu ADN.
Cuando fuisteis reordenados, se
os dejó con una hélice doble. Todo aquello que no fuera necesario para la
supervivencia y que os pudiera proporcionar información fue desconectado, y se
os dejó tan sólo una doble hélice que os mantiene dentro de frecuencias
controlables y operables.
Una
valla de frecuencia, algo así como una valla eléctrica, fue colocada alrededor
del planeta para controlar la medida en que las frecuencias de los humanos
podían ser moduladas y cambiadas. Según la historia, esta valla de frecuencia
dificultó la entrada de las frecuencias de luz (información). Cuando las frecuencias
de luz lograban atravesar la valla de
control, no había luz para recibirlas. El ADN de los humanos estaba
desconectado, los filamentos con códigos de luz ya no estaban organizados, de
manera que los rayos cósmicos creativos que traían luz no tenían con qué
conectar ni a qué agarrarse.
¿Cuál
es vuestra función en esta historia?
Sois miembros de la Familia de la Luz. El mero hecho de que estéis leyendo este
libro demuestra que formáis parte de la Familia de la Luz. Para algunos de vosotros,
esto es como un sueño. Os estamos recordando lo que ya sabéis en vuestro
interior. Hemos venido a este planeta para poner en marcha vuestros bancos de
memoria, para inspirar a la raza humana, a través de la banda de la luz, para
que empecéis a recordar quiénes sois, a crear vuestra propia realidad y a
alterar la frecuencia del planeta y exigir ser dueños de vosotros mismos y de
este territorio.
Nosotros,
como Pleyadianos, regresamos a través del tiempo penetramos en lo que se podría
llamar nuestro pasado en el rastro de representantes de la luz. Regresamos para
compartir la frecuencia con vosotros, una frecuencia que
cada uno de vosotros ha aceptado llevar en este planeta con el fin de cambiar
el ADN de la raza humana. Ésta es una gran historia. Digna de
titulares.
Los
Planificadores Originales no están a punto de perder el territorio. ¿Pensáis
que van a darse por vencidos tan fácilmente?
Los
Planificadores Originales empezaron a pedirle a la Familia de la Luz que
viniera e infiltrara el proyecto, que se encamaran y que trajeran la luz como
información vía rayos cósmicos creativos al sitio en que se había perdido.
La Familia de la Luz empezó su
trabajo aquí, llegando a un sistema que estaba falto de luz y falto de
información. Mutando las leyes de la humanidad, estos rayos cósmicos creativos
empezaron a penetrar en los cuerpos de la gente, individuo por individuo, luego
grupo por grupo. Estas frecuencias de información fueron traídas al planeta en
pequeñas cantidades durante eones.
A veces se libraban grandes batallas
para mantener a distancia a la luz, o información, que siempre buscaba
expresarse. Los Planificadores Originales sabían que, hablando cósmicamente,
ésta era una lección de tolerancia,
de comprender a los dioses creadores que habían tomado su proyecto.
Los
Planificadores Originales se dispusieron a insertar su propia versión de un
plan para coincidir con una época en que la frecuencia de la Tierra sería alterada,
una época en la que los propietarios perecerían si no eran capaces de cambiar
su propia frecuencia.
Las emociones son una fuente de alimento. Para algunos la fuente de
alimento es el amor, y
los Planificadores Originales se proponen transformar la frecuencia de la
Tierra en amor. Las
fuentes de nutrición de los actuales propietarios miedo, ansiedad, caos, hambre,
y pesimismo deben ser eliminadas.
¿Podéis
adivinar quién se encargará de eliminar estas fuentes? ¡Vosotros!, como
miembros de la Familia de la Luz sois renegados. Estáis contra el sistema,
dispuestos a conquistar vuestros propios miedos y demostrarle al resto del
planeta que no hay razón para tener miedo de nada. Os encanta entrar y crear
problemas. Vuestra rama de la Familia de la Luz es famosa. Sois famosos por entrar
en sistemas de realidad y alterar la frecuencia, haciendo llegar la
información.
Hacer
proselitismo no es vuestra tarea como miembros de la Familia de la Luz.
Simplemente, entráis en sistemas y actuáis como receptáculos; dejáis entrar los
rayos cósmicos creativos en vuestros cuerpos, los cuerpos que ocupáis como
humanos. Estáis disfrazados de humanos, y vosotros permitís que el proceso
tenga lugar.
Estáis codificados y, a medida que
vuestra memoria se comience a elevar, responderéis al plan en el que vinisteis
a participar con el fin de alterar las frecuencias. Empezaréis a sostener, guardar y
mantener una cierta frecuencia y luego vivirla.
La
identidad como frecuencia es la suma total de vuestros cuerpos físico, mental,
emocional y espiritual, emitidos en forma de pulsaciones electrónicas. Mientras
vivís vuestra frecuencia, afectáis a todo el mundo, dondequiera que vayáis. Eso
es lo que estáis haciendo ahora. Hay muchos que ya comprenden su misión,
y existen aquellos cuyos recuerdos están empezando a surgir.
El
plan para cambiar la modulación de frecuencia que afecta a la especie humana
incluye la reconexión de vuestros ADN y de los filamentos con codificación de
luz. El plan es gigantesco en estos momentos. La Tierra está ayudando, a su
manera, a la evolución del universo.
Es en la Tierra donde están
sucediendo cosas: es aquí donde está la acción, donde hay que estar. Es donde
el plan está empezando a florecer, y lo que suceda en la Tierra afectará a
muchos mundos.
Como
miembros de la Familia de la Luz, aceptasteis venir a la Tierra muchas veces bajo
muchos disfraces y en distintas épocas para aprender el oficio, para
comprender al personaje y para entrenaros.
Necesitabais
experimentar la Tierra y prepararos para el momento en que la alteración de
frecuencias empezara a ocurrir y os encarnaréis en grandes números para llevar
el plan a la acción.
La
Familia de la Luz de todas partes está empezando a unirse. Tenéis que
concentraros en lo que tenéis en común, no en lo que os diferencia.
Como miembros de la Familia de
la Luz, hacéis llegar información al planeta de una manera neutral, para
estimular vuestro propio crecimiento. Necesitáis hacerlo, porque vuestro propio crecimiento afecta al crecimiento del planeta.
Vuestro
ADN evolucionará desde las dos hélices hacia las doce hélices. Estas
doce hélices corresponden a centros de energía, o chakras, dentro y fuera de
vuestros cuerpos.
Hay millones de vosotros en estos
momentos en misión en el planeta y habéis aceptado llevar la frecuencia para
realizarlo. Montones de vosotros estáis deviniendo impecables, y estos
montones están afectando a los otros. Pronto comenzaréis a tener una gran
claridad con respecto a quiénes sois y a cuál es vuestra misión.
Este
proceso es un enorme salto en la evolución y tendrá lugar de una forma
acelerada en los próximos veinte años. Hay quienes ya han
recibido una realineación de las doce hebras de ADN, las doce hélices.
Las
doce hebras en espiral del ADN interactúan unas con otras dentro y fuera del
cuerpo. La conexión de las doce hebras significa que los doce centros de
energía o información pueden empezar a funcionar y enviarse información unos a
otros.
Tradicionalmente,
siete
de estos centros están ubicados en el cuerpo y cinco están situados fuera del
cuerpo. Se les conoce normalmente como centros de los chakras,
y están alineados con el movimiento giratorio de los doce cuerpos celestiales
que conocéis en vuestro sistema solar los doce cuerpos celestiales que vibran,
como los reconocéis, en 3D. Estos doce cuerpos celestiales giran con
información: giran con los sistemas de chakras que salen hacia el fin del
universo y giran con el ADN que gira dentro de vuestros cuerpos.
Cuando
el ADN humano empiece a reconectarse como un sistema de doce hélices y se actúe
sobre esta información, habrá un poder increíble. Los individuos cambiarán la
cara del universo uniéndose y formulando juntos lo que desean convirtiéndose en
un receptáculo telepático de las energías de todo el cosmos.
Al
proceso de reconexión de vuestro ADN lo llamamos una mutación.
Una vez que vosotros, como miembros de la Familia de la Luz, seáis capaces de
permitir esta mutación en vuestros cuerpos, seréis capaces de integrar
vuestros doce centros de información. Empezaréis a entender que vosotros creáis vuestras experiencias y
aprenderéis a ser creadores conscientes.
Más que eso, os convertiréis en recordadores
conscientes de quiénes sois.
A
medida que el chakra número diez, el once y el doce empiecen a abrirse, muchas
energías de fuera del planeta aparecerán en vuestras vidas.
Estas energías irán llegando a este planeta a medida que más y más de vosotros
alberguéis las frecuencias más elevadas.
El décimo chakra conecta con el
sistema solar, el décimo-primero con la galaxia y el décimo-segundo con un lugar
en el universo. A medida que vayáis manteniendo estas frecuencias, traeréis una
información al planeta que sorprenderá y escandalizará a la mayor parte del
mundo.
Se
producirá una fusión de identidades, una fusión de culturas, una infusión de
muchos «nuevos órdenes mundiales», y habrá un gran caos y una gran confusión. Como
miembros de la Familia de la Luz, podéis simplemente observar, sabiendo que el
caos y la confusión han de llegar para echar abajo el sistema y para que pueda
ser reconstruido con luz.
Como miembros de la Familia de la
Luz podéis comprender que está teniendo lugar un proceso evolutivo y que todos
aquellos que puedan manejar las cambiantes frecuencias evolucionarán sin lugar
a dudas. Es emocionante estar en la Tierra en estos momentos. Es un buen plan,
¿no os parece?
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