Por antonio tapia
Sunday 21 july 2013
Si no me equivoco, España entera ha venido siguiendo el juicio de Jose Breton, por el presunto parricidio de sus hijos de 2 y 6 años Ruth y Jose, de la forma mas monstruosa que uno pueda imaginarse. No pestañea, inamovible, sonríe de vez en cuando, lo que me parece una falta de respeto y hasta una chulería.
Ahora me viene al recuerdo aquel otro parricidio acaecido en Tenerife, en el que el padre degolló a su hija de siete años ante su madre a la que aviso de sus intenciones y nadie pudo hacer nada.
No puedo entender estos hechos y creo que tampoco nadie lo pueda hacer. No son actos de locura transitoria, son acciones premeditadas por mucho que los abogados defensores de estos monstruos pretendan, por el camino fácil, de hacernos creer que están locos para evitarles el ingreso en prisión.
Estas acciones no pueden tener perdón, desde el punto de vista de la Ley. Quiero decir, que deben cumplir integra su condena, de por vida. Eso de reducir la pena “por buena conducta” no debería ser aplicable para los delitos de sangre y mucho menos cuando son tan abominables como los que están ocurriendo.
No se si endureciendo las penas se lograra evitar este tipo de hechos, supongo que no, pero deberían aplicarles la condena en su grado máximo en su totalidad. Me parece irrisorio pretender que un criminal de esta índole no se le aplique la cadena pertpetua basándose en que atenta contra los derechos humanos. ¿Qué derechos humanos?. Los malos tratos a las mujeres si atentan contra los derechos humanos, las humillaciones, también.
¿Qué es esa estupidez, que la cadena perpetua daña a la democracia?. Lo que daña a la democracia es que los asesinos salgan sin cumplir la condena en su totalidad; lo que daña a la democracia es el mal entendimiento y la mal interpretación de los derechos humanos que solo se aplican a los criminales y no A LAS VICTIMAS Y FAMILIAS DE LAS VICTIMAS. Estos parecen tener esos derechos. La aplicación exclusiva a los criminales es una burla hacia las victimas, es un insulto jurídico hacia ellas.
Mientras sigamos asi, mientras no se reforme el código penal convirtiéndolo en una defensa de las victimas de cualquier tipo de delitos, seguirá venciendo el imperio del delito: criminales, estafadores, corruptos, distribuidores de droga, violadores, pederastas… serán los dueños de la calle. Esto no es democracia aunque la llamen asi.
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