Las Advocaciones de la Virgen María.
Se conoce como
advocaciones , a las distintas formas de nombrar o referirnos a la Santísima
Virgen. Es común que muchos cristianos, por falta de información o mejor dicho
"formación", confundan esos distintos nombres con distintas santas o
"virgencitas", como suelen llamarle. La Madre de Jesús es la Virgen
María. Y los católicos solemos "apodarla" de distintas maneras, según
el lugar dónde se halla instalada la devoción, o según la circunstancia, si es
una aparición o se la nombra Patrona, etc.
De esta
manera, encontraremos que llamamos a María como "Nuestra Señora del
Rosario", Virgen de Lourdes, Virgen de Fátima, Nuestra Señora de la Paz,
Madre de la Eucaristía, La Virgen del Carmen, La Virgen de la Medalla
Milagrosa, y cientos de formas más. Pero siempre nos referimos a nuestra Santa
Mamá del Cielo. ¿Que niño no ha llamado a su madre de cientos de maneras
cariñosas? Es por eso que no debemos confundirla, como si se tratara de
distintas personas o distintas santas.
APARICIONES DE
LA VIRGEN MARIA
Las
apariciones de María empezaron en los años 40 después de Cristo, probablemente
antes de que falleciera, ante el Apóstol Santiago en Saragoza, España. Ella se
les ha aparecido a otros en intervalos irregulares a través de los dos mil a-os
desde el nacimiento de Jesús. Las características de sus apariciones se han
mantenido de manera consistente. Ella usualmente en un globo de una Purísima
luz blanca, vestida con una túnica larga y la cabeza cubierta con una variedad
de colores dependiendo del tipo de mensaje que vaya a dar. Sus pies están
usualmente rodeados por una nube o niebla y ocasionalmente se la ve llevando a
su hijo en los brazos. Un número de sus apariciones son precedidas por
inusuales fenómenos tales como la observación de rayos y truenos en un cielo
límpido, las apariciones de seres angelicales o nubes de formas con
significancia religiosa tales como una cruz o una puerta abierta así como otros
inexplicables eventos.
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