Estamos tan acostumbradas(os) a tratarnos mal, casi sin darnos cuenta,
que no sabemos cómo hacer para cambiarlo.
No te has dicho alguna vez
frases como: soy una tonta(o); todo hago mal; quien se va a fijar en mí;
seguro que no consigo ese empleo; parece que no tengo suerte; etc.
Estas frases que parecen inofensivas nos van lastimando lentamente y,
cómo solemos repetirla muchas veces y en diferentes ocasiones, se van
transformando en parte de nosotras(os).
Pero quiero que sepas que puedes elegir algo diferente, que no
importa lo que hasta ahora te hayas dicho porque en tus manos está el
poder de modificarlo.
Ya es hora que comiences a ser más benevolente
contigo misma(o) y empieces a cambiar la forma de referirte a tu persona.
Que empieces a darte cuenta que en ti hay una divinidad que te hace
perfecta aunque no lo puedas ver, que ya eres un(a) Rey(ina) aunque no sepas
dónde está tu corona y que no puedes seguir hablando mal de ti porque te
dañas.
Para que te reconcilies contigo te expongo tres pasos sencillos pero transformadores.
Primero: Cuestiona tus creencias
Lo que dices de ti es consecuencia de lo que crees que eres. Si te repites a menudo que eres tonta(o) es porque piensas que la viveza no es una de tus cualidades. Así que para cambiar este concepto errado debes primero cuestionarlo, hacerlo consciente.
Hazte preguntas como estas: Quién dijo que soy tonta(o)?
Es 100% real que en todo momento soy tonta(o)
Hay momentos en los que no lo soy?
Segundo: Elige cambiarlas por algo mejor.
Una vez que cuestionaste tus creencias y notas que ya no te sirven
más entonces es hora de reemplazarlas por conceptos más gratificantes y
positivos.
Para seguir con el ejemplo anterior, una vez descubierto que
no siempre eres tonta(o) y que quizás era algo que te decían los demás
ahora puedes pasar a darles un giro diferente y comenzar a repetirte
frases como:
Soy muy especialHago las cosas de la mejor manera
Soy muy ingeniosa para hacer las cosasAcá debes buscar tu misma aquellas frases que sientas que te generan sensaciones positivas para poder repetírtelas continuamente y que vayan generando emociones también positivas que harán que te sientas mejor.
Tercero: No importa cuánto caigas sino cuanto elijas levantarte.
Las creencias que tenemos sobre nosotros mismos están muy arraigadas y
forman parte de lo que somos, así que cuando las cuestionamos y
decidimos cambiarlas seguramente querrán perpetuarse y surgir con más
fuerza. Pero no te preocupes, ahora ya sabes que no tienes que seguir
creyendo en ello así que, cada vez que vuelvas a repetirte que eres
tonta (o la creencia que tienes tu), dite a ti misma que ya no es así,
que ahora eres diferente (elije que palabra utilizar como inteligente,
sagaz, brillante, etc).
No te castigues por volver a esta creencia
una y otra vez, más bien elije levantarte con dignidad y persistir en
cambiar tu diálogo interno con frases que te dignifiquen y te ayuden a
valorarte y aceptarte.
Usa estos pasos continuamente y con cada concepto que tengas que te
lastime. Verás que pronto tus nuevas creencias serán parte de ti.
Si deseas más información ingresa en http://imagenyautoestima.blogspot.com y coloca tu mail así puedes recibir todas las novedades que te ayudarán a obtener una vida plena y feliz.
Andrea Martínezhttp://imagenyautoestima.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario