viernes, 23 de marzo de 2012

DESHUMANICÉMONOS!
 
En Unidad, crucemos el umbral de nuestra consciencia humana, hacia el encuentro mágico de nuestra consciencia crística; alquimia que nos concede la gracia de empezar a pensar, sentir y actuar como seres espirituales, atravesando por una experiencia humana; este clic luminoso nos despierta a la sanidad de discernir espiritualmente, aquella mentira teorizada por el intelecto, que nos divide en seres físicos, humanos y espirituales; quizá, nuestra manía humana de membretearlo todo, al argumentar separadamente la  existencia de: amor/odio, uno/otro, santo/demonio, elegido/ no - elegido, adultera la verdad divina de nuestra UNIDAD eterna.
Deshumanizarnos, activa nuestro software divino de origen; semilla celestial depositada en nuestro interior, por el Dios - Padre - Madre universal; ADN  de facultades, talentos y virtudes a ser aplicadas, en nuestra individual experiencia humana, en nuestra misión de auto ascención, santificación, espiritualización e iluminación; estado de conciencia y estilo de vida, al que TODOS, sin excepción, somos convocados, por obra y gracia de la misericordiosa democracia divina; "vosotros sóis la luz del mundo", Mateo 5:14.
Deshumanizarnos, nos constituye en UNIDAD de espíritu y materia, de divinidad y humanidad; convierte nuestra cotidianidad en el templo de la  religión del amor universal; nos multiplica en luz y santidad: "lo que con el más pequeño de mis hermanos hicieras, conmigo lo hicisteis", Jesús; abre nuestra mente a la transformación de nuestra experiencia humana terrena, en el sendero de ascención divina al Cielo que habita en nuestro corazón,  cuyo fruto espiritual ilumina, cubre y abriga todo lo que a su paso encuentra.
Deshumanizarnos, nos dispone a contemplar con ojos amorosos, aquella actitud o comportamiento excéptico, que ignora aún, las alturas espirituales a las que TODOS tenemos acceso; nos invita a trascender, desde el puerto de nuestra individualidad, hacia el infinito de nuestra universalidad; nos despierta a nuestra esencia espiritual perfecta, por perfectible, sin presumir ni demostrar nada ante los demás; " ... puede Ud. considerarse una obra concluida, sí cultiva el equilibrio, la confianza y la sensación de orgullo interior; dándose y dando a los demás la posibilidad de una plenitud humana total", Wayne Dyer.
Deshumanizarnos, es experimentar gradualmente la sublime "Victoria Secreta", de no ceder a la fútil tentación, que nos seduce a justificar la debilidad propia o ajena (concebida ésta como la impureza de dañar al prójimo), con la muletilla: "es que soy humano", "así es la vida", "así es la humanidad"; actitud que, al humanizar la mediocridad inhumana, castra nuestra potencialidad divina; revelarnos ante ella, nos compromete a erradicar de nuestro interior, la pobreza espiritual contenida en la agresión, crítica, condena, doble moral, violencia, eligiendo SER, desde la contundente trinchera de la práctica, AMOR DIVINO libre de segmentadas creencias humanas.
Deshumanizarnos, es ascender al sátori de nuestra consciencia crística, alumbrando con la luz del amor, la "creología humana" que humaniza las tinieblas de su miseria espiritual; es saber que SOMOS UNIDAD individualmente universal, que SOMOS UNIDAD de lo divino y humano, por tanto, como el Cristo, tenemos la facultad plena y total para conquistar la cima espiritual de SER PODER de LUZ, que aquí y ahora, materializa nuestra espiritualidad, y espiritualiza nuestra materialidad, en pro de un universo luminoso al unísono, sin más avaricia entre sus seres.
Entonces:
¿Empezamos a deshumanizarnos, progresiva y amorosamente, hasta divinizarnos?
Con intimo amor universal ...

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