Ningún suceso del pasado tiene
poder hoy sobre mí. La desaprobación de otros no tiene poder para lastimarme.
Soy un hijo de Dios querido , necesario, desarrollándome siempre bajo su
amoroso cuidado. Dios me ama , tengo su aprobación.
Como hijo de Dios, soy heredero
de todas las riquezas de su reino, Merezco mi herencia y tengo Fe, para
reclamarla ahora.
Me atrevo a creer que soy un hijo
de Dios. Me atrevo a sentir y actuar como el hijo de Dios que soy. Enfrento
cada día libre de las creencias en las limitaciones del pasado, libre de la
creencia en influencias negativas de cualquier clase, lleno de un sentimiento
de dignidad.
Reclamo mis dones de Amor, Vida, Sabiduría,
Gozo y Paz. Veo todo en mi vida vida, bajo una nueva luz. Camino por veredas de
salud, felicidad, prosperidad, porque se con certeza que soy un hijo de Dios.
EL ESPIRITU MISMO DA
TESTIMONIO A NUESTRO ESPIRITU DE QUE SOMOS HIJOS DE DIOS. .----
Rom. 8:16
Extracto de la palabra diaria.
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