jueves, 3 de octubre de 2013

SER ESPIRITUAL - PARTE 2



Seres en el universo
Hay seres físicos y seres espirituales. El químico puede examinar los seres físicos y experimentar con la materia molecular, pero todavía no ha entrado en el reino del espíritu excepto por hipótesis. El hombre no puede ver ni sentir un ser espiritual. El hombre ve o siente aquello al cual él está compenetrado. Las cosas físicas son contactadas a través de los sentidos. Los seres físicos son sentidos por medio de los sentidos acordes con ellos. El espíritu también está constituido de materia, y aunque más sutil que la nuestra e invisible para nuestros sentidos materiales, no por ello deja de ser algo.
El espíritu principal es Dios, que es la inteligencia creadora de este universo lleno de armonía, previsión, coherencia, etc. Su inteligencia se manifiesta en todas y cada una de las leyes físicas. Ninguna mente racional puede atribuir esto a una CASUALIDAD. Efectivamente existe una CAUSALIDAD en este universo, y la causa ha debido ser inteligente, soberanamente inteligente.
Para percibir cualquier espíritu, la mente debe ser capaz de moverse 
libremente, en sí mismo aparte de sus sentidos. Cuando la mente es así capaz de percibir entonces podrá conocer los seres espirituales. O, de otra manera, el espíritu actúa en el hombre en la medida en que éste sintoniza su mente con el estado de espíritu. Esto lo hace por medio de su pensamiento. 
El hombre es en su parte más alta un SER ESPIRITUAL; en su parte mental es un SER PENSANTE; en su parte de deseos él es un SER ANIMAL. Lo conocemos como un ser físico de carne, a través del cual a menudo vemos el animal; frecuentemente llegamos a contactar con el pensador; y en raras ocasiones damos vistazos fugaces de él como un ser espiritual.
¿Qué hace un espíritu en la tierra?
Toda persona es literalmente hijo o hija de Dios, habiendo nacido como espíritu, de Padres Celestiales, antes de nacer de padres terrenales en la carne. Toda persona que viva o haya vivido sobre la tierra tiene un cuerpo espiritual inmortal, además de su cuerpo de carne y huesos. 
En esencia todos somos seres espirituales, pero ocupamos cuerpos para  tener experiencia humana. Estamos aquí para aprender. Estamos aquí para seguir este proceso que es vida. Estamos aquí para tener sentimientos. Somos criaturas espirituales que ocupamos cuerpos para evolucionar y volvernos cada vez más perfectos y llenos de amor, como Dios.
Necesitamos despertar 
Cuando estamos en este mundo no recordamos que primero fuimos espíritus. Necesitamos despertar, estar abiertos a una perspectiva más amplia para dejar de estar atrapados dentro de una perspectiva limitada. Necesitamos tener un nivel expandido de conciencia. Un nivel de conciencia, que es expansivo e inclusivo y facilita el crecimiento personal; un nivel de conciencia que nos facilite nuestra evolución hacia un estado de pureza cada vez más cercano al de Dios.
Somos parte de una unidad que es la fuerza de Dios. Siempre lo hemos sido, y siempre seremos. Pero necesitamos ser perfectos para regresar a Dios. Por ello es que ocupamos cuerpos para experimentar y aprender. Si una vida no es suficiente, para seguir evolucionando nuestros espíritus pueden retornar para vivir otra experiencia material aquí otra vez.

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